La autoridad romana es minada y desaparece globalmente en toda la Península Ibérica manteniéndose en la Tarraconense, desde la que se intentará el mantenimiento del poder militar y político sobre el Mediterráneo Occidental. Se ha calculado que el número total de invasores se encuentra entre 80.000 y 200.000, y en ellas se hallan sumadas tanto la población civil como militar (representando ésta no más del 25%). Representaban tan sólo el 5% del total peninsular, entonces unos 5-6 millones de hispanorromanos.
HISPANIA ROMANA (219 aC - 415dC)
Total de piezas: 153
Los suevos se establecen en la provincia Gallaecia, entre el Miño y el Duero.
Los suevos se establecen en la provincia Gallaecia, entre el Miño y el Duero. Fundan, con su rey HERMÉRICO (409-441) a la cabeza, un reino (411-585) en esta provincia, con capital en la antigua metrópoli romana Brácara Augusta, la futura Braga. Portocale (Oporto) es la primera plaza fuerte. Los vándalos asdingos en las tierras meseteñas situadas entre Lugo y Astorga. Los vándalos silingos en el Occidente de la provincia Bética, entre el Guadiana y el Guadalquivir. (Hay quien opinará que de los vándalos tomará la parte Sur de España el nombre de «Vandalusía» o «Andalucía», mientras otros opinan que este nombre vendrá de la palabra arábiga «Ándalus», con la que designarán los musulmanes en un principio la Bética). Los alanos en la parte central, en Lusitania y en las tierras comprendidas entre Ávila, Salamanca, Plasencia y Toledo. Es de destacar que en ningún caso los bárbaros ocuparán o habitarán las ciudades romanas de estas comarcas.
Los obispos de Hispania se reúnen en concilio y redactan una Regla de Fe contra el priscilianismo.
Los obispos de Hispania se reúnen en concilio, animados por el Papa LEON I el Magno, y redactan una Regla de Fe contra el priscilianismo.