Hay al Norte del golfo de Corinto numerosos pueblos que están cansados ya de la dominación de los griegos de las tres principales ligas, estas regiones están habitadas por etolios, pueblo guerrero de sencillas costumbres. Este pueblo está dividido en numerosas aldeas que a menudo hacen la guerra entre ellas pero finalmente forman una alianza perpetua, se reúnen a menudo en Thermon donde un Consejo de Estados etolios decide sobre lo que ha de hacerse, finalmente todos los etolios formarán una liga y obedecerán a este Consejo, el gobierno será regido por un general de infantería estratega, un general de caballería hiparca, y un secretario. Posteriormente se irán aliando con otros griegos que soliciten entrar en la liga, también extenderán sus dominios por medio de conquistas. El año 250, es el momento de mayor poderío, comprenden en aquel entonces las regiones de Grecia central, partes del Peloponeso, la Élida y la Arcadia.

Frente al territorio etolio, al norte del Peloponeso, habitan los aqueos (Acaya) que en realidad no son más que pequeñas aldeas unidas por una alianza perpetua, se reúnen anualmente en el santuario de Poseidón. Varias ciudades de Acaya han tenido la idea de unirse para mejor defenderse de los macedonios, luego el resto de las ciudades aqueas pronto entrarán en la liga, de esta manera quedará fundada la liga aquea; está organizada de igual forma que la de los etolios, y hay también una Asamblea general donde acuden los ciudadanos más ricos que son siempre los que gobiernan. La Liga Aquea se hará muy poderosa e intentará conseguir el control de toda Grecia. La liga aquea se aliará a la liga etolia para expulsar a los macedonios de Grecia.

Esparta hace ya muchos años que se halla sumamente debilitada, ha perdido todas sus costumbres guerreras y el pueblo espartano lo conforman unos pocos ciudadanos ricos que viven holgadamente, la leyes de Licurgo hace tiempo han desaparecido, y el resto de los moradores de la Laconia son campesinos que trabajan de mala gana para los espartanos, a menudo son reclutados para los ejércitos pero pelean con poco esmero. AGIS IV asciende al trono espartano. Es un joven rey de veinte años que se propone restablecer las antiguas leyes espartanas, para ello sacrifica toda su fortuna. Pero al poco tiempo el ejército espartano se rebela aprovechando una ocasión en la que AGIS no se encuentra en la ciudad y Leónidas vuelve a ser proclamado rey, a AGIS se le manda degollar (-241) a su regreso y a su esposa se le perdona solo por su riqueza pero con la condición de que se case con CLEÓMENES, hijo de Leónidas.

CLEÓMENES III, inicia su reinado en Esparta. Se embarca en un plan de reformas. Empieza por encabezar su ejército y derrotar a la Liga aquea. Cleómenes ha sido discípulo de un filósofo que le ha enseñado a despreciar los bienes materiales, toma tanto aprecio a su esposa que llega a admirar al fallecido Agis, decidiendo seguir adelante con los proyectos de aquél. Se restablece entonces el antiguo régimen de Esparta, o sea: comidas en común, ejercicios militares y educación pública. Cleómenes se hace de un ejército mercenario para conquistar algunos antiguos dominios espartanos que le han sido arrebatados. Continúa cosechando victorias y, durante un increible momento, parece que la ciudad restablece su poder en el sur de Grecia.

Aprovechando un momento de confusión interna de la liga aquea, CLEÓMENES, de Esparta, ataca a las ciudades de esta liga y logra vencer consiguiendo que se reconozcan aliados de Esparta. Arato, jefe de la Liga etolia, tiene miedo de CLEÓMENES y va a pedir ayuda a su peor enemigo, Antígono III el rey de Macedonia (280-221 aC). Los espartanos se hallan sitiando Corinto cuando saben que Arato es ahora general de la liga contra Esparta. La mayor parte de los helenos lucharán contra los espartanos. CLEÓMENES se defenderá durante dos años, pero, finalmente, los macedonios entrarán en el Peloponeso y CLEÓMENES deberá huir al desfiladero de Selasia donde guerreará contra los demás griegos. CLEÓMENES les presentará batalla pero después de una sangrienta lucha huirá a Esparta con su caballería donde permanecerá unas pocas horas, escapará nuevamente a Egipto a pedir ayuda contra los macedonios, pero el rey desconfiará de CLEÓMENES y lo mandará matar.

Finalmente, los romanos, con el apoyo de la Liga Etolia, vencen a las fuerzas macedonias en el 206 aC., y consiguen importantes posiciones en Grecia.

En el año 200 aC., siendo ya Roma la potencia dominante de Italia y el Mediterráneo Occidental, Rodas y Pérgamo le piden ayuda ante el expansionismo de Macedonia y ante la alianza de FILIPO V con ANTÍOCO III de Siria para repartirse (al amparo de los problemas suscitados por la sucesión de Tolomeo IV) el dominio de Egipto. Roma, que no olvida el episodio de la alineación de FILIPO V de Macedonia con Cartago en la Segunda guerra púnica (214 aC) exige a FILIPO su retirada completa de Grecia. Para conseguirlo, el Senado envía al cónsul Tito Quincio Flaminino, al mando de dos legiones de más de 6.000 infantes y 300 jinetes. Así comienza la Segunda Guerra Macedónica (200 aC – 197 aC).

Grecia, ansiosa por liberarse de la dominación macedonia, se une a Roma, en la segunda guerra macedónica, que acepta como sus aliadas las ligas etolia y aquea, Pérgamo, Atenas y Rodas.

Como remate de la Segunda guerra macedónica, el general romano y cónsul TITO QUINTO FLAMINIO penetra hacia Tesalia y vence a FILIPO V de Macedonia en Cinoscéfalos (“Cabezas de perro” grupo de montañas en Tesalia), teniendo que aceptar éste duras condiciones de paz, como son: renunciar a la hegemonía sobre Grecia, reconocer por tanto la independencia de los estados griegos, y obligarse a pagar 1.000 talentos en concepto de reparaciones de guerra, entregando la flota (excepto seis naves). Esta batalla es decisiva para poner fin al poder de Macedonia y esta victoria abre las puertas al dominio romano de Grecia. Al mismo tiempo, un segundo ejército macedonio es derrotado por ATALO I, rey de Pérgamo, en Asia Menor.

En los Juegos Istmicos, el cónsul victorioso en la Segunda Guerra macedónica, TITO QUINTO FLAMINIO, que ha vencido a FILIPO V de Macedonia, proclama la libertad de todos los estados griegos, aunque en realidad pasan de la hegemonia macedónica a la romana. En efecto, la primera muestra que dan las ciudades griegas de su “libertad” consiste en rogar a Roma que acabe con NABIS, el generoso Tirano de Esparta, que ha desligado a los esclavos de su servidumbre pero ha luchado unido a FILIPO de Macedonia contra los romanos. Obligados por esta petición, los romanos expulsan a NABIS de Esparta, y esta ciudad deja de ser un Estado independiente.