El religioso jesuita Esteban Rodríguez va a visitar a Joan Alsina y lo confiesa; también cumple con informar al capitán Mario Carávez (al mando de la «operación limpieza» del Hospital San Juan de Dios y de la universidad Técnica del Estado) que Juan Alsina es efectivamente un sacerdote. Carávez no le cree y pide entonces a otro cura, el capellán Felipe Gutiérrez, que trabaja en el Ministerio de Defensa, que lo visite. A su regreso, Gutiérrez le dice a Carávez: «A éste, si no lo matas, él te matará a ti y a toda tu familia». Más tarde, Joan Alsina  es llevado hasta el Puente Bulnes, que cruza el Río Mapocho, en la capital chilena, donde es fusilado con una ráfaga de ametralladora por el soldado Nelson Bañados. Joan Alsina tenía 31 años.

En Chile, el 19 de Septiembre de 1973, el sacerdote Alsina, preocupado por sus compañeros de trabajo, decide ir al hospital, pese a que le aconsejan no hacerlo porque está buscado por los militares. En efecto, en este mismo día, es detenido en el propio establecimiento por una patrulla del regimiento Yungay del ejército, al mando del capitán Mario Caravés. Tras su detención, es golpeado y torturado hasta dejarlo inconsciente. Después es llevado al Internado Barros Arana, habilitado para campo de prisioneros.

Durante años, la izquierda chilena mantendrá la idea de que Allende ha sido asesinado, considerando la posibilidad del suicidio como una postura que debilitaría la figura de Allende. Así se dijo: “es más importante el aspecto político de que todo el mundo crea que a Allende lo han matado los militares”. Esta versión cuenta que Allende, encañonado por un capitán que exigía su rendición, respondió “¡Nunca!, tras lo cual recibió un disparo y una ráfaga de metralleta. Esta versión se popularizó por diversos medios, uno de ellos fue un discurso de FIDEL CASTRO dado el 28 de septiembre de 1973 en la plaza de la revolución, en donde describe una versión de la muerte de Allende, aunque en ese mismo discurso, advierte de la posibilidad de que se hubiese suicidado. La versión del asesinato fue avalada incluso por la viuda de Allende (quien había aceptado inicialmente la versión del suicidio).

Las reformas impulsadas por Allende, como la nacionalización de grandes sectores de la industria, dan marcha atrás, al mismo tiempo que muchas firmas extranjeras retiran su boicot económico a Chile tras el golpe militar y comienzan a invertir en el país. Son disueltos los partidos políticos y los sindicatos y prohibidos el derecho a la huelga y la libertad de expresión. tras el golpe militar. PINOCHET se marca como objetivo estabilizar el país, no sólo socialmente, sino también económicamente. Y para ello no duda en entregar el país a una serie de jóvenes economistas que beben de las fuentes del liberalismo económico que Milton Friedman y Larry Sjastaad imparten en la Universidad de Chicago. Así, Chile se convierte en el laboratorio de los llamados Chicago boys,en referencia a aquellos que aplican las recetas liberales que se cocinan en las aulas de aquella universidad estadounidense.

Una «delegación militar» -la Caravana de la Muerte- recorrerá el país asesinando a decenas de opositores del régimen de facto.

El ex presidente de Chile, Eduardo FREI Montalva, avala al principio el golpe de 1973.

PINOCHET proyecta su tiranía en América Latina a través de la colaboración en acciones clandestinas antisubversivas dentro de la llamada operación Cóndor, que unifica a las dictaduras del Cono Sur: Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina para eliminar opositores. También lo hace con sus planes económicos. Pinochet, con los llamados Chicago Boys, seguidores de las teorías de libre mercado de Milton Friedman, es el pionero del modelo neoliberal y privatizador en América Latina. El equipo técnico de PINOCHET diseña una serie de innovaciones de política económica que pone los cimientos del modelo liberal con el que Chile, ya en los años de la democracia, después de 1990, alcanzará niveles sin precedentes de estabilidad y crecimiento, a tasas de 6 y 8 por ciento anuales, las cuales harán posible que, en tan sólo diez años, prácticamente se duplique el producto nacional y el país gane un alto reconocimiento internacional. –

Los primeros años del gobierno de PINOCHET serán durísimos desde el aspecto económico y no se obtendrán los resultados esperados. Entre 1973 y 1976 se liberalizarán los precios, se devaluará la moneda y se adoptarán medidas para fomentar la exportación. Se reducirán los aranceles y el gasto fiscal, y se creará un IVA del 20%. Pero los resultados no llegará y la inflación se mantendrá en el 600%, lo que provocará la aplicación de un plan de choque que hará que el PIB llegue a contraerse hasta un -12% en 1975. La aplicación de unas severas medidas monetarias y fiscales, entre otras, no darán sus frutos hasta prácticamente 1982. A partir de esta fecha se aplicarán unas políticas fiscales recesivas para reducir el déficit. A ellas seguirá, en 1984, una política expansiva que tendrá por objetivo reducir el elevado paro, que llegará a superar el 30%. Y, finalmente, en 1985 se aplicarán unas políticas de ajuste de precios. Una vez conseguidos estos equilibrios, Chile consiguirá financiación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, que permitirá al país saldar su deuda externa y relanzar la economía del país. A partir de esos años empezará el llamado milagro económico, caracterizado por una baja inflación, altas tasas de crecimiento, con un promedio anual del orden del 8% del PIB, aumento de las exportaciones, superávit fiscal y alzas reales de los salarios.

Edward KENNEDY, en la fecha, ataca la política de silencio de NIXON y propone suspender toda ayuda a Chile que no sea estrictamente humanitaria. «hasta que se compruebe que el Gobierno chileno protege los derechos humanos de todos los individuos».

La CIA descubre, en la fecha, que Chile y sus aliados (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) quieren establecer una oficina encubierta en Miami para llevar a cabo las actividades terroristas de la Operación Cóndor, cuyos objetivos serán sus enemigos políticos en todo el mundo. La oficina no llegará a crearse. Sin embargo, la conspiración seguirá localizando y asesinando a los adversarios del régimen.