La reivindicación aluita toma nuevos derroteros coincidiendo con la intención del gobierno del PSOE de impulsar los estatutos de autonomía de Ceuta y Melilla, contemplados en la constitución española y que desde Marruecos se han interpretado como una iniciativa para enraizar aún más ambas ciudades en el marco jurídico español. En 1987, HASSAN II está decidido a pisar el acelerador y aprovecha una visita del ministro del Interior, José Barrionuevo, para sugerir al gobierno español la creación de una «célula de reflexión» sobre el futuro de Ceuta y Melilla. Con ello se pretende forzar a que España reconozca la existencia de un contencioso e iniciar un diálogo directo entre ambos países para negociar su soberanía. El referente ya no es Gibraltar, sino el proceso de descolonización seguido en los enclaves chinos de Hong Kong y Macao, en mano de Gran Bretaña y Portugal, respectivamente. Hong Kong será devuelto a la soberanía china en 7/1997, después de 157 años de dominio británico, mientras que Macao lo será en 12/99.

La Constitución española de 1978 establece que si así lo deciden los respectivos ayuntamientos, Ceuta y Melilla pueden convertirse en ciudades autónomas. Así, pues, durante la redacción, en la fecha, del borrador del estatuto de autonomía de Ceuta se considera que la isla de Perejil pertenece a la zona española. Las presiones de Marruecos -que no reconoce la soberanía española sobre la isla- obligan a suprimir esta referencia. En efecto, para no enturbiar las relaciones con Marruecos, PSOE y PP pactan retirar del borrador del estatuto de Ceuta, cualquier referencia al islote de Perejil como perteneciente a España.

Hasan II propone por primera vez las creación de una «célula de reflexión hispano-marroquí sobre el futuro de Ceuta y Melilla».

La ONU insta, en la fecha, a las partes implicadas en el tema del Sáhara Occidental, a entablar negociaciones directas con objeto de lograr un alto el fuego, necesario para poder celebrar un «referéndum libre», que necesitaría un mínimo de seis meses para su preparación.

Resolución del Parlamento Europeo sobre el Sáhara Occidental en el que se reconoce «los arrestos de docenas de hombres y mujeres saharauis por las fuerzas policiales marroquíes», así como «las torturas sufridas por esas personas». Protesta, además, por las «detenciones arbitrarias» llevadas a cabo y pide que «esas personas sean liberadas inmediatamente y que sus derechos sean respetados».

Tras reanudar, en la fecha, las relaciones entre Marruecos y Argelia, rotas desde 1976, Marruecos acepta el plan de paz para el Sáhara presentado por la ONU. Se trata simplemente de establecer negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario para pactar un alto el fuego. Y, luego, celebrar un referéndum en los territorios ocupados tras la retirada del ejército, administración y colonias marroquíes, bajo el control de la ONU. Son las mismas condiciones que HASSAN exigía a España, cuando reivindicaba para sí la colonia en 1975.

Marruecos y el Frente Polisario aceptan el plan de la ONU que prevé un alto el fuego y un referéndum de autodeterminación. En este momento, se encuentran refugiados en Argelia, en el área de Tinduf, cerca de 200.000 saharauis y más de ochocientos se encuentran encarcelados o desaparecidos desde 1975.

La ONU reafirma el derecho inalienable del pueblo saharaui a la libre autodeterminación y a la independencia, e insta a las partes a negociar. La ONU diseña un Plan de Paz que tenía previsto la celebración de un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental. Este Plan de Paz fue aceptado por las diferentes partes implicadas en el conflicto.

Inicio de conversaciones entre Marruecos y el Frente Polisario. Hace 15 años el enemigo del Frente Polisario era España y su principal preocupación, la independencia. Ahora, su enemigo es HASSAN II y su problema principal, la supervivencia. Da lo mismo hablar de Pueblo Saharaui, de Frente Polisario o de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Todo se halla confundido en la misma lucha por recuperar el territorio y por sobrevivir en un inhóspito desierto al sud-oeste de Argelia.

HASSAN II se reúne, en la fecha, con mandatarios de Mauritania, Argelia, Tunicia y Libia para constituir un Magreb de carácter económico