Alemania fué el primer país en adoptar el cambio de horario en verano en 1916. En 1973 la mayoría de los países industrializados adoptaron el cambio de hora para mejorar su situación, que debido a la crisis del petróleo era energéticamente muy complicada. En España durante la guerra civil ya se comenzó a adoptar el cambio de hora, pero de forma caótica, resultando en diferentes horarios en las zonas nacional y republicana. En 1974 finalmente se estableció el cambio de hora en todo el territorio español.

Habiendo desaparecido Carrero BLANCO a fines de 1973, los nuevos equipos dirigentes en el Gobierno español emprenden en 1974, el camino dubitativo de una independencia tutelada del Sáhara Occidental.

La dictadura franquista obliga a mantener en los partidos de la oposición una militancia separada entre los que se han habido de exiliar y los que pueden vivir dentro del país. En el caso del Partido Socialista Obrero Español esta dicotomía tiene también un carácter generacional que empieza a hacerse insalvable. El año 1970, el núcleo del interior, dirigido por Felipe González, tiene un primer enfrentamiento serio con la dirección del exilio, liderada por Rodolfo Llopis, pero es derrotado. El año 1974, en el congreso celebrado en Suresnes, en las afueras de París, la situación cambia, y los jóvenes del interior, especialmente el núcleo sevillano, el madrileño y el vasco, promueven Felipe González a la secretaría general del PSOE. Los postulados aprobados en este congreso son bastante radicales. Así, el PSOE propugna el neutralismo en política internacional, la defensa de la forma de gobierno republicana y hace gala de un decidido anticapitalismo.

La ONU, el Tribunal Internacional de La Haya y Argelia piden un plebiscito de autodeterminación en el caso del Sáhara Occidental. Accediendo a estas presiones, el Gobierno español y el Frente Polisario acuerdan, en la fecha, realizar en la primavera de 1975, un referéndum sobre la autodeterminación del Sáhara español. Pero ello disgusta al rey de Marruecos, HASSAN II, que pretende la anexión de la colonia española a su territorio exhibiendo para ello derechos históricos y se muestra contrario a la realización del referéndum.

El fuerte crecimiento económico promovido por el desarrollismo supone, en el terreno del uso energético, un gran aumento de la dependencia española. El potencial eléctrico se desarrolla
lentamente, la industria nuclear apenas empieza y el peso del incremento de las necesidades energéticas pasa por el aumento de consumo de petróleo, que se ha de importar. Por esto cuando, a partir de 1973, a raíz de la tercera guerra araboisraelí, los países productores incrementan geométricamente el precio del crudo, la economía española empieza a retroceder. El año 1974 empiezan a experimentarse las primeras consecuencias de esta dependencia: la inflación se dispara y el producto interior bruto se estanca, con un número de desempleados que el 1975 es ya de medio millón.

En la fecha, Carlos ARIAS NAVARRO, presidente del gobierno, pronuncia un discurso ante las cortes, transmitido a toda la nación, presentando un giro aperturista en la política del gobierno. Promete la creación de sindicatos y de asociaciones políticas tuteladas por el Consejo General del Movimiento, que los cargos de alcaldes y presidentes de las diputaciones serán electivos y anuncia la promulgación de una ley de incompatibilidades. El «espíritu del 12 de febrero» o intento de reforma lenta no es recibido por la opinión pública con demasiado entusiasmo, primero, por no creer en las promesas y segundo porque lo que se quiere es una verdadera democracia.

Monseñor Añoveros, obispo de Bilbao, publica una pastoral en la que hace un llamamiento para que se reconozca la identidad cultural y lingüística del pueblo vasco. Esto se hace pocos meses después del asesinato por miembros de ETA del almirante Luis Carrero Blanco. Añoveros es acusado de lanzar ataques subversivos contra la unidad nacional. El nuevo presidente del gobierno, Arias Navarro, presionado por la extrema derecha (el llamado búnker), reduce a Añovero y a su vicario general, monseñor Ubieta López, a arresto domiciliario. No se acepta ninguna reconciliación y se intenta expulsar a Añoveros de España. El obispo se niega a abandonar el país, alegando que sólo lo hará bajo órdenes directas del Papa Pablo VI. Una expulsión forzada sería considerada una violación del Concordato y se llega a amenazar con la excomunión (asunto importante, dada la semi-confesionalidad del régimen). El asunto atrae mucha expectación y se convierte en cuestión extremadamente delicada para el Gobierno español. Arias se ve forzado, finalmente, a retirar la orden. Añoveros no es expulsado pero su sentido común le hará \»desaparecer\» por algún tiempo.

El programa reivindicativo de ETA ante la nueva democracia no es mucho más radical que el de algunas formaciones políticas convencionales: constitución de la República de Euskadi y confederación con los poderes surgidos en el Estado español, bilingüismo, sustitución de las fuerzas armadas en el País Vasco por otras vernáculas, integración de los inmigrantes en la realidad nacional vasca y respeto de los derechos de los que no deseen integrarse, nacionalzación de la industria básica y amnistía. Se crea un partido para que intervenga legalmente en la lucha política, el EAS, con militantes de la organización y elementos de la izquierda vasca,

Además de los partidos, sindicatos y asociaciones, el antifranquismo catalán también cuenta con pequeños núcleos más radicalizados, dispuestos al uso de la lucha armada para hacer frente a la dictadura. Hacia el año 1972 se ha formado el Movimiento Ibérico de Liberación, más conocido por las siglas MIL, grupo muy reducido y activo de orientación libertaria, convencido de la necesidad de una praxis revolucionaria. En 1973, uno de sus miembros, Salvador PUIG ANTICH, es detenido acusado de la muerte de un inspector de policía. Su juicio en forma de consejo de guerra, lo condena a muerte. Es el último sentenciado por el franquismo a morir en el garrote vil. Las peticiones de clemencia que llegan a FRANCO son muchísimas, pero no son atendidas y, en la fecha, es ejecutado al garrote vil, el mismo día que el delincuente común Heinz Chez y a un mes escaso de haberse proclamado el «espíritu del 12 de febrero» Las esperanzas puestas en el proceso de apertura política quedan pronto rotas.

Con la «Revolución de los Claveles», en la fecha, la dictadura de FRANCO recibe un golpe psicológico muy importante al ser derribada, por ella, la dictadura homóloga portuguesa. Esta revolución ha sido impulsada, precisamente, por un grupo de militares hartos de la guerra colonial y contrarios al régimen. Por unos días, el ejército y el pueblo confraternizan y, en vez de reprimir con fusiles, los soldados reciben claveles. Es una revolución incruenta que acaba con una dictadura más larga que la española y que se produce a cuatro pasos de Madrid. Los franquistas se ponen nerviosos y la oposición entiende que no puede seguir fraccionada.