Tratado de Athis-sur-Orge entre Felipe IV de Francia y Roberto III de Flandes. El tratado fue firmado después de la Batalla de Mons-en-Pévèle. Según este pacto, las ciudades de Lille, Douai y Béthune serán adoptadas por la corona francesa. Como compensación, Francia garantizará la independencia de Flandes.
BÉLGICA / FLAMENCOS Y VALONES
Total de piezas: 52
La batalla de Cassel, enfrenta a las tropas de FELIPE VI de Francia y los campesinos de Flandes.
La batalla de Cassel, que tuvo lugar el 23 de agosto de 1328, enfrenta a las tropas comandadas por el rey FELIPE VI de Francia, primer gobernante de la casa de los Valois, contra la revuelta campesina de Flandes liderada por Nicolaas Zannekin. La batalla tiene lugar cerca de la ciudad de Cassel sobre territorio actualmente de Francia y tiene como consecuencia el fin de la revuelta popular que ha comenzado en 1323 y la puesta de Flandes bajo control francés.
Bélgica se encuentra bajo dominación española (1528-1714). Españoles defensores de la fe católica.
Bélgica se encuentra a partir de este año bajo dominación española (1528-1714). La religión constituirá la segunda gran división en los Países Bajos y en algunos aspectos aún sigue viva en la actualidad. En un principio toda la región es católica (Países Bajos y Bélgica). Por estos años, los Países Bajos se convierten en el centro comercial de la Europa Noroccidental y ejercen una gran influencia tanto en el mar del Norte como en el Báltico, controlando además la desembocadura del Rin. Tal desarrollo trae consigo la aparición de grandes ciudades (Amberes, Amsterdam, Leiden y Haarlem). Los españoles se verán a sí mismos como los defensores de la fe católica ante el avance protestante que sacude Europa. Así, se declara una guerra de independencia de la España católica, que durará 80 años, desplanzando a unos 120.000 protestantes al norte del país y polarizando en dos al país de manera permanente. Durante 300 años los Habsburgos españoles (y después los austríacos) controlarán el católico sur mientras que la dinastía protestante de Orange ejercerá su dominio en el norte.
El estado de Bélgica es creado en 1815, en el Congreso de Viena, para crear el Reino de los Países Bajos.
En el Congreso de Viena, en la fecha, se crea el Reino Unido de los Países Bajos. Para ello, se crea el estado de Bélgica en buena parte por influencia de Inglaterra, uniendo Valonia, una región de lengua y tradición cultural francesa, y Flandes, una región de lengua neerlandesa pero separada de los “Países Bajos” por la religión, pues los flamencos son católicos y los holandeses protestantes. Al crearse el nuevo Estado de Bélgica, la diferencia lingüística no parece problemática, pues tanto en Valonia, donde la lengua popular es un dialecto francés conocido por el valón, como en Flandes la lengua culta es el francés académico y ésta es también la lengua usual de la burguesía. A pesar de que Holanda y Bélgica no tienen intereses comunes ya que los holandeses que son de tradición comercial, prefieren una economía librecambista y en cambio, los belgas, reclamarán, sin duda, fuertes tasas aduaneras para proteger su agricultura y su industria, se unen Bélgica con Holanda para formar el Reino Unido de los Países Bajos. Dicho de otra manera, este Reino queda compuesto por lo que hoy viene a ser el Benelux, es decir Bélgica, Holanda y Luxemburgo.
Las reivindicaciones autonomistas dan paso, en los Países Bajos del sur, a la voluntad de secesión.
La unión de los Países Bajos del norte y lo del sur se mantiene por poco tiempo, es muy artificiosa, gestándose contradicciones, rivalidades económicas y comerciales, más las problemáticas religiosa y lingüística. El poder político está en manos de los neerlandeses, pese a que los belgas constituyen la mayoría de la población. Éstos ven necesario romper su dependencia. Cuando llegan a oídos de los belgas noticias de la Revolución francesa del mes de julio, no quieren quedarse atrás. A las pocas semanas, en la fecha, las reivindicaciones autonomistas dan paso a la voluntad de secesión. El gobierno holandés reacciona con el envío de un ejército, pero sus esfuerzos para mantener la unidad fracasan. El dominio de Valonia (sur de Bélgica) sobre Flandes (norte) es total. Se rechaza todo lo que suena a holandés, empezando por la misma lengua. Se extiende entonces el uso del francés, que hasta aquel momento habla la burguesía, y el poder económico se concentra en las minas de carbón y en la industria del acero del sur.
Las provincias belgas se independizan de los Paises Bajos.
GUILLERMO I, rey de los Países Bajos, impulsa diversas reformas contrarias a la Iglesia Católica. Esta política le atrae el descontento de las provincias belgas. En efecto, el pueblo de Bruselas expulsa a las tropas holandesas y el 4 de octubre las provincias meridionales, católicas, agrícolas e industriales, pero poco interesadas por el comercio internacional y, por tanto, decididamente proteccionistas, se declaran independientes de la monarquía holandesa.
Gran Bretaña persuade al resto de Europa para que acepte la independencia belga.
Los Países Bajos realizan algunos esfuerzos para obligar a Bélgica a volverse atrás en su decisión, pero tropiezan con la oposición de Francia y Gran Bretaña, de modo que la tentativa no puede tener éxito. El 17 de octubre, los holandeses bombardean Amberes, y tras este episodio ya no hay posibilidades de reconciliación. Gran Bretaña no desea que los belgas se vuelvan en busca de ayuda hacia la Francia nuevamente revolucionaria. Así, pues, persuade al resto de Europa para que acepte la independencia belga, aunque ello contravenga las decisiones del Congreso de Viena de 1815. Rusia que puede ser la más difícil de convencer, se encuentra muy lejos, y tiene sus propias dificultades en Polonia.
Los valones imponen en el gobierno y en la administración de Bélgica, el usó del francés.
Tras la proclamación de la independencia de Bélgica en 1830, los valones imponen en el gobierno y en la administración el usó del francés, hablado por menos de dos millones de personas, frente a los casi dos millones y medio de habla neerlandesa. La libertad de idioma reconocida en la Constitución queda así en papel mojado. Para corregir esta discriminación surgirá el movimiento flamenco. La lucha de los nacionalistas flamencos se centrará, en un primer momento, en el ámbito de la cultura. Los llamados “enamorados de la lengua” intentarán fortalecer su idioma con la creación de nuevas publicaciones y la fijación de normas ortográficas. Su objetivo se limitará a alcanzar la igualdad del flamenco y el francés en Flandes. Tras una primera negativa gubernamental, diversas leyes establecerán la igualdad lingüística. El camino del bilingüismo legal al real resultará más largo de lo previsto, debido la fuerte hegemonía del francés.
Se acepta la propuesta inglesa de nombrar rey de los belgas a un alemán. Es elegido Leopoldo de Sajonia.
Nueva Constitución en Bélgica que se declara monarquía constitucional. Dado que la independencia del país es apoyada económica y militarmente por franceses, la comunidad internacional interviene para que Bélgica no sea anexada a Francia, aceptándose la propuesta inglesa de invitar a un noble de un tercer país como Alemania para encabezar la monarquía del nuevo país, honor que es depositado en LEOPOLDO de Sajonia Coburgo casado con la hija de Jorge IV. Es importante subrayar que el título de los monarcas no es rey de Bélgica sino rey de los belgas.
El político socialista francófono Jules Destrée afirma que ya no existen belgas, sólo valones y flamencos.
En Bélgica, el movimiento flamenco se ha radicalizado. Primero reclama un sistema federal y luego la independencia. Mientras tanto, surge una corriente nacionalista valona en defensa de la lengua francesa y contraria a la unión con Flandes. ¿Está en peligro la unidad del Estado?. En 1912 el político socialista francófono Jules Destrée presenta a ALBERTO I “la horrible verdad” de que reinaba sobre dos pueblos imposibles de fundir bajo el Estado unitario y francófono, por la lengua de su élite, que es Bélgica. Afirma que ya no existen belgas, sólo valones y flamencos.