Durante dos años, los estamentos navarros se resisten a reconocer a FELIPE I de Navarra (Felipe V de Francia) y, aunque finalmente deben hacerlo, una parte importante del país sigue considerando a JUANA como a su reina. En 1318, FELIPE I concierta la boda de su sobrina JUANA con FELIPE de Evreux, un primo suyo.
FELIPE VI el Afortunado (Rey de Francia y de Navarra) (1328-1350)
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Sube al trono francés el hermano de Felipe V el Largo: CARLOS IV el Hermoso (I de Navarra).
Fallecido Felipe el Largo, V de Francia y I de Navarra, sin descendencia ya que el único hijo que ha tenido ha muerto antes que él, le sucede en el trono francés su hermano CARLOS el Hermoso (I de Navarra, IV de Francia) (1322-1328), último hijo de Felipe IV. Como JUANA y su esposo FELIPE de Evreux siguen reclamando su derecho al trono de Navarra y al condado de Champagne, debe entablar negociaciones con ellos. Pese a ello, los estamentos navarros, que insisten en reconocer a JUANA, se niegan a prestarle juramento. La situación, sin embargo, se mantiene invariable aunque la posición francesa en Navarra es cada vez más débil.
Habiendo fallecido Carlos IV, sube al trono de Francia FELIPE VI el Afortunado de la dinastía de Valois.
Habiendo fallecido Carlos IV, ¿quién iba a ser ahora rey de Francia?. Felipe IV tenía otro hermano más joven, Carlos de Valois, cuyo hijo, Felipe de Valois, es nieto de Felipe III. Sube al trono como FELIPE VI el Afortunado (1328-1350), para evitar que la corona de Francia vaya a parar al rey de Inglaterra (EDUARDO III Plantagenet), a quien correspondería la sucesión como nieto de Felipe IV y doble bisnieto de Felipe III por vía materna. Felipe de Valois, nieto de Felipe III, que ya fue nombrado regente al morir Carlos IV en espera de que naciera su hijo póstumo, es reconocido como rey por los nobles franceses. Y es que los franceses no desean un rey inglés, con independencia de los argumentos que puedan invocarse.
Matanza e incendio de las principales aljamas del Reino de Navarra.
La riqueza de los judíos navarros, amén de los elementos irracionales de siempre y las destempladas prédicas antisemitas del franciscano Pedro de Ollogoyen, dan pie a un complot que cristaliza en la terrible matanza de 1328 en diversas ciudades navarras, de las cuales, la más despiadada fue en Estella. A los judíos se les da a elegir entre bautismo y muerte. El 6 de marzo de 1328, el vacío de autoridad producido a la muerte de Carlos I el Hermoso fue la ocasión propicia que desencadena la matanza e incendio de las principales aljamas del reino. Aprovechando el interregno que supone la muerte del rey Carlos hasta que son reconocidos los derechos de JUANA y FELIPE de Evreux la banda aglutinada en torno a fray Pedro asaltará Estella, Funes, San Adrián, Tudela, Pamplona, Marcilla y Viana, saqueando y asesinando por doquier.
Las Cortes de Navarra sin la presencia de los franceses, proclaman a Juana II, como su legítima reina.
En Navarra, después de que las villas apoyen las decisiones de la asamblea de Puente la Reina, los regentes convocan a Cortes. Éstas reunidas en la misma plaza del Castillo de Pamplona, sin que se haya permitido la presencia de los embajadores franceses, proclaman a JUANA, JUANA II (1328-1349), como a su legítima reina, y con ella a su esposo FELIPE de Evreux, FELIPE III, no aceptando a FELIPE VI de Valois, heredero de la corona francesa y de la navarra. Ha empezado el reinado de una nueva dinastía y Navarra ha conseguido -en gran parte aunque no totalmente- su independencia respecto a Francia. Dada la situación de su reino, el nuevo rey francés FELIPE VI acepta la decisión de los navarros a cambio de la renuncia de FELIPE de Evreux a la posesión de la Champagne.
La batalla de Cassel, enfrenta a las tropas de FELIPE VI de Francia y los campesinos de Flandes.
La batalla de Cassel, que tuvo lugar el 23 de agosto de 1328, enfrenta a las tropas comandadas por el rey FELIPE VI de Francia, primer gobernante de la casa de los Valois, contra la revuelta campesina de Flandes liderada por Nicolaas Zannekin. La batalla tiene lugar cerca de la ciudad de Cassel sobre territorio actualmente de Francia y tiene como consecuencia el fin de la revuelta popular que ha comenzado en 1323 y la puesta de Flandes bajo control francés.
JUANA II y su marido FELIPE III de Evreux juran el fuero.
JUANA II y su marido FELIPE de Evreux III juran el fuero. A continuación, son coronados, en la fecha, reyes de Navarra (1329-1349). Las Cortes establecen que, en caso de que JUANA II muera antes que su esposo, serán herederos del trono los hijos de ésta. Con ellos entra a reinar en Navarra la tercera dinastía extranjera: la Casa de Evreux. Durante el reinado, que recaerá principalmente en FELIPE de Evreux III y que será ejercido por medio de lugartenientes, se produce un cierto retorno a la normalidad y a la tranquilidad interior. Los nuevos monarcas restablecen el orden e imponen fuertes multas a los concejos por haber sido incapaces de defender a los judíos.
En Navarra, las Cortes aprueban el llamado Amejoramiento del Fuero que corrige las disposiciones del Fuero general navarro.
En Navarra, el gobierno de JUANA II y su marido FELIPE III de Evreux es muy destacado en los aspectos legales, especialmente en la reforma o «amejoramiento» de Fuero general. En la fecha, las Cortes aprueban el llamado «Amejoramiento del Fuero». El «amejoramiento» se divide en treinta y cuatro capítulos e incluye una serie de preceptos legales que ha promulgado el monarca para corregir las disposiciones del Fuero general navarro.
BENEDICTO XII, está decidido a actuar independientemente de FELIPE VI de Francia, pero al fin, cede.
Aunque BENEDICTO XII, está decidido a actuar independientemente de FELIPE VI de Francia, éste tiene generalmente éxito en someter al Papa a su política. Esto ayuda a evitar el regreso a Roma. También frustra sus deseos de hacer la paz con el Emperador LUIS IV de Baviera a quien Juan XXII había excomulgado por fomentar la sedición en Italia, proclamándose a sí mismo rey de los romanos y nombrando un Antipapa. Deseoso de absolverlo, solo tenía que someterse a la Iglesia, BENEDICTO expone a los delegados de LUIS unos términos generosos para la paz (Julio, 1335) pero FELIPE VI de Francia, animado por los cardenales, convence al Papa de que su generosidad fomenta la herejía y la rebelión. BENEDICTO cede.
EDUARDO III reclama su derecho a ocupar el trono de Francia. Guerra de los Cien Años.
Cuando el rey francés intenta hacer efectiva su soberanía feudal sobre Guyena (Aquitania) que es una posesión inglesa, reclamando las apelaciones de los juicios que en ella se producen, EDUARDO actúa y encuentra el modo de dañar a FELIPE: uno de los parientes del rey francés, Roberto de Artois, se ha rebelado, y EDUARDO lo acoge como a un hermano en su corte inglesa. La reacción de FELIPE VI es drástica: en un golpe de mano rápido y perfecto, invade y se anexiona la región de Guyena, feudo del rey inglés. EDUARDO responde reclamando, por primera vez, su derecho a ocupar el trono de Francia por ser nieto de Felipe IV el Hermoso. Este conflicto provoca, la que se llamará Guerra de los Cien Años. En la motivación del conflicto ocupan también un lugar capital los asuntos de los Países Bajos: la lana inglesa, principal riqueza del país, abastece a la industria belga, con lo que Flandes, vasalla feudal de Francia, se encuentra bajo la dependencia económica de su proveedor inglés, que procura apartar a esta rica región de la órbita francesa y convertirla en una potencia aliada.