Siguiendo la corriente misógina de la época, GAUDÍ trata mal a las mujeres, hasta límites de pura grosería. Se explicará que a una hija de GÜELL que no está de acuerdo en poner el piano donde le indica el propio GAUDÍ, le increpa que si no puede poner el piano en el sitio que el indica, que toque el violín. Pero lo cierto es que a los hombres tampoco les tiene en mayor estima. Aunque quizá es al clero al que trata peor, hasta llegar a parecer un furioso anticlerical. Cuando, en la fecha, está finalizando la construcción del Palacio Episcopal de Astorga (1889-1893), pronto resultan pésimas las relaciones con los canónigos y GAUDÍ remata la faena insultando al vicario (representante del obispo) a quien propina dos bofetadas, por lo que aquél le pone una denuncia.

Las corrientes estéticas modernas tienen una fuerte raíz laica. Por esto, bajo la influencia del obispo Torras y Bages, un núcleo de artistas católicos decide fundar una entidad dónde agruparse en el Círculo de Sant Lluc, surgido de una escisión del Círculo Artístico. Entre los artistas escindidos, están los hermanos Joan y Josep LLimona y Alexandre de Riquer, que manifiestan profundas discrepancias morales y religiosas con la trayectoria laica del Círculo. Inicialmente, el canónigo Antoni Estadella, futuro obispo de Teruel, fue el consiliario de la entidad, pero él mismo propone a Torras y Bages para sustituirlo. Torras fue el principal orientador de la entidad desde 1893 hasta 1899, momento en que es nombrado obispo de Vic. El Círculo es el centro de los ataques al modernismo. De acuerdo con sus convicciones morales y religiosas, los artistas católicos excluyen de las prácticas artísticas del Círculo el modelo femenino desnudo. El tiempo constatará, sin embargo, que el estilo artístico de los católicos no tiene grandes diferencias con el conjunto del arte considerado hoy como modernista.

Antoni GAUDÍ acaba, la construcción del Palacio episcopal de Astorga (1889-1893) Este edificio conocido actualmente como Palacio Gaudí, nunca llega a ser residencia de los obispos de Astorga y gracias a la iniciativa de uno de ellos se convierte en Museo de los Caminos. La obra le ha sido encargada en 1887 por su amigo el obispo de Astorga Joan Grau y Vallespinós y cuando éste muere en 1893 se desencadena una serie de enfrentamientos con los canónigos y GAUDÍ abandona la obra muy disgustado. El edificio se acabará de mala manera en 1907.

Aprovechando sus estancias en Astorga, Antoni GAUDÍ acepta el encargo de la Casa de los Botines, una casa de pisos en la plaza de S.Marcelo (León) 1892-1893.

En fecha tan tardía como 1893, Francesc CAMBÓ inicia la tarea de predicar el catalanismo por las tierras de Catalunya. Será él mismo quien, en sus Memorias, describirá el ambiente con que se encuentra: «En su conjunto, el catalanismo era una cosa mísera cuando, en la primavera de 1893, inicié en el mi actuación (…) Organizamos excursiones por los pueblos del Penedés y del Vallés, donde había algún catalanista aislado (…) no creo que hiciéramos grandes conquistas: los payeses que nos escuchaban no llegaban a tomarnos en serio (…) Aquél era un tiempo en el que el catalanismo tenía todo el carácter de una secta religiosa. Puede decirse que todos los catalanistas se conocían entre sí». Las palabras de Cambó serán confirmadas por Josep Pla, que añadirá: «Los catalanistas eran muy pocos. Cuatro gatos. En cada comarca había aproximadamente un catalanista: era generalmente un hombre distinguido que tenía fama de chalado».

En las asambleas anuales que celebra la Unió Catalanista se van definiendo diversos aspectos del catalanismo. Así, en Reus se define la organización política en 1893. En estas asambleas se marcan muy pronto dos líneas: los partidarios del intervencionismo y los que quieren un catalanismo que no se vincule directamente a la política.

En el primer domingo de mayo de 1893, fiesta de los Jocs Florals, Josep Morgades, obispo de Vic, que ha bajado a Barcelona para presidir el certamen, llama a mossèn Cinto después de comer a casa del marqués. De acuerdo con éste último y con el obispo Català, de Barcelona, le dice que trabaja demasiado y que le conviene descansar un poco, por lo cual le pide que al día siguiente se traslade a Vic y escoja un destino donde pasar «un par de meses». No tiene elección. Verdaguer decide irse al santuario de la Gleva, cerca de su pueblo, Folgueroles (Osona), donde estará dos años. Durante este tiempo vuelve a escribir, aunque la temática de sus obras es estrictamente religiosa. Acaba la publicación de la trilogía «Jesús Infant» y escribe y publica los libros Roser de tot l’any y Voces del buen pastor.

El pintor Santiago Rusiñol convoca entre 1892 y 1899 unos encuentros de artistas relacionados con el modernismo en la villa de Sitges. El 10 de septiembre de 1893, en la segunda de estas fiestas modernistas, se inaugura «Cau Ferrat», la casa que Rusiñol ha dispuesto para sus estancias en la villa y que se convierte en un verdadero santuario modernista. Además de inaugurarse «Cau Ferrat», en esta fiesta se representa ‘La intrusa’ de Maeterlinck. La ha traducido Pompeu Fabra y la interpretan el crítico Casellas y el mismo Rusiñol. Con esta obra se introduce en Catalunya el simbolismo, que durante años será la corriente estética más cultivada por los modernistas. La cohesión de aquel grupo de artistas será efímera y pronto empezará a dispersarse. No fue hasta la cuarta fiesta, el febrero de 1897, que, con motivo del estreno de la ópera ‘La hada’, coinciden buena parte de las personalidades modernistas, desde el anfitrión hasta el católico Alexandre de Riquer.

Para vengar a Paulí Pallàs (el autor del atentado contra Martínez Campos del pasado 23 de septiembre), el anarquista Santiago Salvador lanza al patio de butacas del Liceo, dos bombas orsini en plena representación del Liceo el día de la inauguración de la temporada. Sólo explota una de ellas causando 20 muertos y numerosos heridos. Inmediatamente empieza una represión indiscriminada contra el sindicalismo. Por el atentado del Liceo serán ejecutados el autor material, Santiago Salvador, y seis personas más. Detienen 415 personas y se encarcelan indiscriminadamente a los dirigentes obreros, la mayoría de los cuales no está relacionados con los hechos y son contrarios al terrorismo. También se cierran varias publicaciones.

Nace en Barcelona JOSEP MARÍA SEGARRA en el seno de una familia de la nobleza catalana. Muy pronto querrá ser escritor y a los 18 años ganará un premio de poesía en los Juegos Florales. Se dedicará de lleno al periodismo y a la literatura, especialmente al teatro y a la poesía. Colaborará con asiduidad en la prensa, sobre todo en La Publicidad y Mirador. Traducirá la Divina comedia de Dante, y el teatro de Shakespeare, Molière y Gogol. Parte de su poesía se inspirará en el cancionero popular y en antiguas leyendas muy conocidas, lo que le convertirá en un poeta muy popular que, en muchos aspectos, ocupará el lugar que han dejado vacío Frederic Soler, Verdaguer, Guimerà o Maragall. Morirá en Barcelona en 1961. Una buena parte de sus obras han sido traducidas a varias lenguas y algunas han sido llevadas al cine (El Café de la Marina y La herida luminosa). Lluís Llach, Guillermina Motta y Ovidi Montllor, entre otros, han musicado poemas suyos.