Importantes incursiones de francos y alamanes sobre el territorio de las Galias donde producen una gran devastación.

El emperador PROBO liberará las Galias y hará retroceder a los alamanes allende el Rin en 277.

La revuelta de los “bagaudas”, integrados por numerosos soldados desertores, campesinos pobres y esclavos que recorren el Imperio aprovechando la desorganización provocada por las guerras civiles, se extiende por toda la Galia. Los “bagaudas” se sublevan repetidas veces contra el poder romano o el de sus federados germánicos. Será fuertemente reprimida.

En el siglo III dC., cuando el Imperio romano comienza a declinar, la Galia romana se ve afectada por una serie de problemas: inestabilidad política, disminución del abastecimiento de esclavos, plagas, aumento de la inflación con la consiguiente inseguridad económica, presión de las tribus germánicas a lo largo de la frontera y ruptura general de la ley y el orden. El emperador DIOCLECIANO, desde su residencia imperial en Tréveris (actualmente en Alemania), impone reformas militares y fiscales que posibilitarán un periodo de relativa estabilidad.

Aparición del nombre “Francia” para designar los territorios ocupados por los francos entre el mar del Norte y la región de Colonia.

Nuevas incursiones de alamanes y francos que invaden las Galias. Un ejército de 35.000 hombres se establece entre el Rin y el Mosela y avanza hasta Troyes, Sens y Autun, en la Galia.

HILARIO de Poitiers, alma del concilio de París que se celebra en la fecha, opta por una postura conciliadora que elimina la influencia del arrianismo.

Los Obispos dirigen sus esfuerzos a la evangelización de las aldeas, que siguen vinculadas a la religión de las fuerzas de la naturaleza. El más famoso de estos misioneros del campo, MARTÍN, es elegido -en la fecha- obispo de Tours (380-397), funda el monasterio de Marmoutier, cerca de Poitiers (Francia), por lo que se le considerará el introductor de la vida monacal en Francia. La leyenda exagerará ampliamente su acción. La evangelización del campo tiene como consecuencia la creación y la multiplicación de parroquias, territorios autónomos confiados a presbíteros desligados de la ciudad episcopal. En muchas regiones que están poco cristianizadas a comienzos del siglo IV, las sedes episcopales se multiplican a lo largo del siglo. En el norte de Italia, de cinco o seis en el año 300 se pasará a cincuenta en el año 400. En la Galia son veintidós en el 314 y serán setenta en el 400.

En las Galias, Armórica (que incluye Bretaña y las zonas adyacentes del noroeste) y buena parte de la región central de la provincia es controlada, a partir del 410, por los enclaves bárbaros establecidos localmente y también por algunos grupos de “bagaudas”.

Los hérulos que en el siglo II ocupaban el litoral septentrional del Mar Negro realizan -empujados por los hunos- incursiones puntuales por distintos lugares del centro de Europa. En la fecha aparecen por la Galias aprovechando la situación confusa del momento, pero son repelidos.