El 22 de abril se ordena que todos los oficiales presten acatamiento al nuevo régimen. En el plazo de cuatro días, deben firmar un pliego donde, bajo palabra de honor, prometan servir lealmente a la república, defenderla con las armas y quienes no lo hagan causarán baja en el Ejército. Solamente se niegan cuatro miembros de la familia real, cinco militares de carrera y un oficial procedente de tropa. Es urgente transformar el Ejército. No sólo para evitar el pretorianísmo, sino para contar con una defensa eficiente. La proporción entre oficiales y soldados es cuatro veces superior a la francesa.

La fiesta pomposa, institucional y de exaltación del idioma español, se convierte en 1931, por el acuerdo del gobierno Berenguer, al coincidir por primera vez en Barcelona con la entonces llamada Fiesta de San Jorge, en una fiesta popular y republicana con Francesc Macià a la cabeza. La celebración arraiga rápidamente en Barcelona y se extiende por toda Catalunya, aunque el propósito oficial se irá diluyendo poco a poco al coincidir con el día del santo Patrón, conocido como Diada de Sant Jordi (Día de San Jorge), mientras en otras zonas la fiesta se mantiene con escasa importancia o incluso desaparece. Con el tiempo se hace tradicional en Catalunya el intercambio y regalo de rosas y libros entre parejas y personas queridas en esa fecha, convirtiéndose en una de las jornadas populares más celebradas. En España se toma en cuenta esta fecha para la entrega anual de los Premios Cervantes, el mayor galardón realizado a los autores hispanos. Algunos países realizan actos semejantes en otras fechas. En Reino Unido e Irlanda el primer martes de marzo realizan el llamado World Book Day (Día Mundial del Libro).

Fallece ISABEL -La Chata- en un convento de Auteuil (París) a los cinco días de partir hacia el destierro. Con la proclamación de la II República, “La Chata” fue el único Borbón que recibió la petición de que no abandonara el país. Sin embargo, la infanta ISABEL, mayor y enferma, había decidido acompañar a su familia en el exilio a París. En 1991, sus restos serán traidos a España para ser enterrados en La Granja.

Por decreto de 28/4/1931, del Presidente MACIÀ, se estructura la Generalitat provisional y se nombra su primer Gobierno con mayoría de Esquerra Republicana de Catalunya. La Generalitat queda integrada por un Consejo o Gobierno provisional, por una Asamblea o Diputación provisional (cuarenta y cinco diputados elegidos por los regidores de todos los municipios catalanes) y por unos comisarios delegados del Gobierno encargados de los servicios de las desaparecidas diputaciones provinciales catalanas. Una de las primeras acciones del gobierno del Presidente MACIÀ es la supresión de tales corporaciones, por no responder a una organización territorial autóctona. Así comienza un nuevo capítulo histórico no exento, sin embargo, de graves dificultades. De inmediato, se encarga a la Generalitat la elaboración de un anteproyecto de estatuto de autonomía que habrá de ser consultado en plebiscito a Catalunya y ratificado por las futuras cortes constituyentes españolas. La Generalitat provisional designa una asamblea o diputación, que nombra una ponencia redactora presidida por Jaume Carner.

La Lliga, después de haber sido el principal partido catalanista, se encuentra excluida del primer gobierno catalán, que nombra MACIÁ. La composición de ese gobierno provisional, con la inclusión de un radical y uno del PSOE, al lado de la mayoría de ERC, muestra que MACIÁ no piensa llevar al extremo su proclama. No hay en Catalunya un clima de revuelta independentista, sino una enorme confianza en la República Española,

En la fecha, José Ortega y Gasset firma, con Marañón y Pérez de Ayala, el Manifiesto de los intelectuales, que apoya la instauración del régimen republicano. José Ortega y Gasset es elegido diputado.

Casi desde su nacimiento, la Segunda República española ha de enfrentarse con la oposición del anarquismo utópico, cuya aspiración es el comunismo libertario.

El autoritarismo fracasa en España durante la década de 1920, pero los conflictos de la segunda República, en la fecha, no tardarán en adoptar un creciente tinte radical. En Madrid empieza a emerger, por más que con debilidad, un auténtico fascismo español; y tanto en la derecha como en la izquierda se habla cada vez más de soluciones drásticas y autoritarias. La mayoría de las organizaciones políticas constituyen movimientos juveniles, muchos de ellos con camisas distintivas, y se hace alarmantemente frecuente la práctica de diversas formas de “acción directa”.

En España, en la primavera de 1931, el Ejecutivo promulga numerosos decretos, que luego ratificará como leyes el Parlamento. El conjunto de estas normas anticipa las grandes líneas del reformismo republicano y las preocupaciones sociales que alientan los representantes de la izquierda burguesa y socialista. Así, la República dentro de su política de igualdad entre sexos, suprime del código penal el delito de adulterio, autoriza la propaganda y venta de anticonceptivos, anula muchas disposiciones de los contratos laborales que discriminan a las mujeres (especialmente por lo que se refiere a la maternidad) y establece, con poco éxito, el principio de un sueldo igual para un mismo trab

Ramiro Ledesma Ramos y Onésimo Redondo, en mayo, intentan incrementar su reducida capacidad organizando escuadras, pequeños grupos de asalto que desarrollan actuaciones violentas contra los estudiantes republicanos y algunas organizaciones izquierdistas. Pero la enérgica actuación policial, que detendrá poco después a gran parte de la exigua militancia jonsista, frena la pretendida progresión del movimiento que, por otra parte, no logrará rentabilizar las simpatías de algunos monárquicos -José Mª de Areilza, José Félix de Lequerica- bien relacionados con los medios del capitalismo vasco.