El gobierno de la Generalitat lucha contra la escasez de moneda fraccionaria que circula durante la guerra, provocada por el atesoramiento o acaparamiento de los particulares. Varios centros económicos oficiales y privados, ayuntamientos y sindicatos se ven en la necesidad de realizar emisiones de moneda fraccionaria. Normalmente se trataba de billetes de papel, aun cuando también se emiten sellos municipales con un timbre y monedas de cartón y de varios metales (zinc, latón, cobre, níquel o hierro). También se da el caso de empresas privadas que emiten vales que se utilizan como forma de pago. La mayor parte de los textos están redactados en catalán, y en una proporción notablemente inferior, en castellano.

Tiene lugar en París, la Exposition International des Arts et Techniques a la que concurrieron los principales países europeos. No era una exposición de artes plásticas, pero el pabellón español acogió una muestra bastante amplia de lo que se estaba haciendo en España y contó con algunas obras maestras como el «Gernika» de Picasso y «La Montserrat» de Julio González. Ambas han devenido, con distinto alcance, símbolos de la cultura de resistencia al fascismo.

La doctrina totalitaria del falangismo propugna la desaparición de todo conflicto entre empresarios y trabajadores. El nuevo modelo social debía basarse en un supuesto interés general que está por encima de los intereses de grupo. Su concreción es el denominado sindicalismo vertical, en el cual deben convivir armónicamente obreros y patrones. El sindicato recibe el nombre de Central Nacional-Sindicalista (CNS), organizada por ramas de producción y en la cual la afiliación de todos los que intervienen en la producción es obligatoria y que dependerá directamente de Falange. Lógicamente, este modelo conducirá a la preeminencia de los intereses de los empresarios, que integrarán la CNS a las patronales preexistentes, como el Fomento del Trabajo. En el campo agrario, el paralelo a la CNS serán las ‘Hermandades de Labradores y Ganaderos’.

Durante la Guerra Civil española, el Coronel portugués Rodrigo Pereira Botelho se manifiesta dispuesto a ocupar Olivenza. El Regimiento de Cazadores 8, de Elvas, está preparado para tomar Olivenza, pero se lo impide el Estado Portugués. Un grupo de legionarios portugueses tiene la misma intención. A los oliventinos que huyen de la guerra y entran en Portugal se les da refugio, con dos o tres excepciones, siendo los españoles devueltos fríamente a su país. En España, algunos oliventinos defensores de la reintegración a Portugal, son eliminados, aprovechando la confusión de la guerra civil.

En la guerra civil, Tortosa juega de nuevo un importante papel. Los italianos, contrariados en su deseo de llegar al mar los primeros en la ofensiva del frente aragonés, quedan retenidos por la resistencia de Tortosa. (El monumento tortosino a la batalla del Ebro ha sido transformado y reedificado últimamente.)

Desde los primeros meses de 1937 hasta el final de la guerra, las bombas de la aviación italiana, que tiene la base en Mallorca caen sobre la mayoría de las comarcas catalanas. Hace falta destacar los bombardeos sobre Barcelona que causan más de 2.500 muertos. Este trágico balance y la penuria alimentaria hacen muy dramáticos los últimos meses de la guerra en Catalunya. Otras poblaciones bombardeadas son: Tarragona, Lleida, Tortosa, Reus, El Vendrell, Badalona, Granollers, Girona y Figueras.

La Generalidad de Catalunya crea el Racionamiento de Guerra.

AZAÑA, que se encuentra en Barcelona, instala en Valencia la Presidencia de la República.

El 5 de febrero de 1937 se firma en Moscú, el acta de recepción definitiva del oro de España, según la cual el envío está integrado por 510 toneladas de oro compuestas por monedas de 16 países, 64 lingotes y 4 paquetes con recortes, lo que equivale a las tres cuartas partes de las existencias que había en Madrid al inicio de la guerra. Allí, lejos de España, se fundirá y se utilizará para hacer pagos por las compras de armamento a la URSS y para la compra de divisas en París.

La Unión Soviética no actúa precisamente guiada por un criterio de solidaridad idealista. STALIN obtiene grandes beneficios derivados de los negocios producidos por el armamento facilitado a la República, al que aplica muchas veces precios muy superiores al coste real, gracias al cambio del rublo/dólar impuesto por Moscú. Las facturas de armamento siempre son realizadas por los soviéticos en dólares, con el cambio siempre a favor del rublo. La República depende totalmente de la URSS para abastecerse de armamento, teniendo que aceptar sus precios e incluso pagar por adelantado. Incluso en los últimos meses de guerra, el entonces jefe de Gobierno republicano, NEGRÍN, se verá obligado a recurrir al crédito, lo que implicará que las reservas metálicas estarán agotadas. Y es que la suma global invertida por la República en material de guerra excederá al volumen del oro movilizado.