HUGONOTES (Calvinistas de Francia)

Total de piezas: 38

Gregorio XIII, mal informado, manda celebrar la “victoria” sobre los hugonotes con un solemne Te Deum.


Parece probable que GREGORIO XIII no tomase parte directa en el horror de la “Noche de San Bartolomé”, con independencia de la constante financiación por parte vaticana de las guerras religiosas francesas. Parece que la corte del rey de Francia informa al Papa tergiversando los hechos y GREGORIO XIII, convencido de que ha sido un acto de legitima defensa de los católicos frente a un levantamiento protestante manda celebrar la “victoria” con un solemne Te Deum, la tradicional antífona de acción de gracias al Altísimo cuando éste dispensa a la cristiandad mercedes de gran trascendencia. El pontífice hace grabar una medalla conmemorativa que lleva en una cara su propia efigie y en la otra un ángel con la espada desenvainada matando hugonotes bajo el lema «Ugonotiorum strages» (la destrucción de los Hugonotes). Con el mismo título representó Vasari el fausto suceso en uno de sus frescos por encargo del papa. Los historiadores anticatólicos aprovecharán la ocasión para acusar al Papa de celebrar un asesinato en masa e incluso de formar parte del complot.

A las tres de la madrugada de San Bartolomé, Gaspar de Coligny es asesinado junto con toda su familia.


En París, hacia las tres de la madrugada del 24.8.1572, día de S. Bartolomé, los católicos ENRIQUE I de Guisa, el duque de Aumale y el bastardo de Angulema van con espadachines a la residencia del almirante GASPAR de Coligny, jefe de los hugonotes. Allí asesinan a toda su familia y a él lo apuñalan y lo arrojan por la ventana. Las campanas de Saint Germain dan la señal para el comienzo de una tan atroz como injustificada matanza de hugonotes. Es la “Noche de San Bartolomé”. De todas partes sale gente a la calle. Entran violentamente en las casas donde se encuentran hugonotes y los degüellan, los estrangulan o los matan a tiros. Las estrechas plazas y callejas están llenas de ruido de muerte, gritos de auxilio y estallidos de disparos. El drama se extiende rápidamente. En un balcón del palacio de Louvre se ve a CARLOS IX rodeado de sus amigos de Guisa disparando mosquete tras mosquete sobre los hugonotes que huyen a la sombra del palacio real, como si se tratara de una cacería…. Enrique de Navarra salva la vida porque se apresura a anunciar su conversión al catolicismo.

Paz de Bergerac que termina con la Sexta guerra de los hugonotes (1575-1577)


El Edicto de Poitiers, confirma la paz de Bergerac que, a su vez, había terminado hacía unas semanas con la Sexta guerra de los hugonotes (1575-1577).

Esta pieza también aparece en ... PROTESTANTISMO (1517- ……….) • VALOIS EN FRANCIA (1328-1589)

El protestante Enrique III de Navarra se convierte en heredero del trono de Francia.


El último hermano y heredero de Enrique III de Francia, FRANCISCO de Alençon, muere en 1584 por lo que el protestante ENRIQUE de Navarra, descendiente de Luis IX y dirigente de los hugonotes, pasa a ser el heredero del trono, toda vez que la ley sálica imperante en Francia le coloca como primero en la línea de sucesión. Rechazado por la perspectiva de ser un rey herético, algunos de los miembros del partido católico conspiran para impedir esta sucesión mediante la sustitución del rey ENRIQUE III por ENRIQUE I de Guisa, católico dirigente de la Liga Santa.

ENRIQUE de Navarra (Borbón) (ENRIQUE IV) hace valer sus derechos al trono de Francia con las armas.


ENRIQUE de Navarra (Borbón) (ENRIQUE IV de Francia) tiene que hacer valer sus derechos al trono de Francia con las armas, enfrentándose a la Liga Católica en Arques (1589). (Es el primer Borbón que sube al trono de Francia). De hecho sólo es reconocido por los hugonotes. FELIPE II de España, decide la campaña contra ENRIQUE de Navarra. El monarca español presenta la candidatura de su hija predilecta, la infanta ISABEL CLARA EUGENIA, nacida de su matrimonio con la princesa francesa ISABEL de Valois. En los planes de FELIPE, ISABEL ha de casarse con su primo el archiduque ERNESTO, el hemano del emperador RODOLFO II, y ambos deben ser los reyes de Francia. ENRIQUE IV, es el último conde de Foix por lo que los derechos del Principado de Andorra pasan a la Corona francesa (de la que la Republica se declarará sucesora, aunque su derecho se basará en la fuerza y aún no ha encontrado un reconocimiento jurídico aceptable). Desde entonces, los jefes de Estado de Andorra serán el obispo de Urgell y el rey de Francia (hoy, el presidente de la República Francesa). Tal estructura es la que ha permitido que Andorra conserve su independencia.

ENRIQUE considerando que «París bien vale una misa», vuelve al catolicismo.


ENRIQUE IV de Francia comprende que, aunque él y sus seguidores son protestantes por convicción, la mayoría de los franceses siguen siendo fieles católicos, por lo que en 1593 se convierte públicamente al catolicismo. ENRIQUE comprende que no se siente inclinado a inmolar su vida en combate, así que en 1593, considerando que «París bien vale una misa», vuelve al catolicismo. El hábil canciller de ENRIQUE IV, Maximilien de Bethune, duque de Sully, se mantendrá como hugonote pero continuará sirviendo a su rey.

ENRIQUE IV de Francia promulga el edicto de Nantes, que autoriza todos los cultos.


En Francia, los calvinistas llamados “hugonotes”, han tenido que sostener interminables “guerras de religión” contra los católicos, hasta que ENRIQUE IV de Francia (ENRIQUE de Borbón de Navarra) tiene la excelente idea de promulgar -en la fecha- el edicto de Nantes, en virtud del cual se tolera a los hugonotes en determinadas ciudades y se les protege de la persecución efectiva, con tal de que se mantengan alejados de París y de otros lugares concretos. De este modo, las guerras civiles religiosas en Francia concluyen, después de treinta y cinco años de luchas inútiles. El reinado de ENRIQUE IV, a partir de 1598, supone para Francia un periodo de recuperación tras las guerras de Religión y el comienzo de un crecimiento económico renovado. La mayor parte de este período transcurrirá en paz y las finanzas reales se restablecerán. Este edicto fue derogado el 28/6/1629

El reinado de Enrique IV, a partir de 1598, supone para Francia un periodo de recuperación.


El reinado de ENRIQUE IV, a partir de 1598, supone para Francia un periodo de recuperación tras las guerras de Religión y el comienzo de un crecimiento económico. La mayor parte de este periodo transcurrirá en paz y las finanzas reales se restablecerán. En beneficio del campesinado, que supone más del 90% de la población, ENRIQUE anula los atrasos debidos por arriendos y los impuestos sobre la tierra, prohíbe que los acreedores embarguen el ganado o las herramientas, pone en venta las tierras públicas por debajo del precio de mercado y restringe los derechos de caza de los nobles sobre los campos cultivados. Para promover el comercio, construye canales, puentes y carreteras y draga ríos. Atrae a Francia a artesanos extranjeros para desarrollar nuevas industrias e introduce el cultivo de las moreras, de las que se alimentan los gusanos de seda, para asegurar el abastecimiento de seda en bruto para la industria de este sector. A finales de la primera década del siglo XVII, la economía será floreciente y la autoridad real estará de nuevo firmemente establecida. El clero católico se opone a la tolerancia oficial hacia los hugonotes.