La acción del Consejo Supremo Musulmán, que preside el Mufti de Jerusalén, Hadj Amin el Husseini, jefe espiritual y político de los palestinos, empieza a ser importante en 1929. Este año promueve huelgas, motines, manifestaciones, desórdenes, ataques contra acuartelamientos británicos y contra colonias judías. La reacción británica es muy enérgica cobrándose la vida de varias decenas de personas, principalmente en Hebrón y Safed y la captura y destierro del muftí de Jerusalén. Por otra parte, encarcela a cuantos halla culpables de intervención en las revueltas, pero no corta el origen del conflicto.

Al principio de este año había en Palestina 1.035.281 habitantes; 759.712 eran musulmanes, 174.006 judíos: 92.398 cristianos y 10.101 de diversos credos. Las investigaciones posteriores de Shaw y Simpson recomiendan frenar la creación del “hogar judío”. El alto comisario Chancellor apuesta entonces por un nuevo Libro Blanco que limite la inmigración y la compra de tierras por parte de los judíos; ya que la imagen, y con ella los intereses, de los británicos se está resintiendo ante los árabes. El nuevo Libro Blanco no llegará a aplicarse esta vez por la violencia desatada por los judíos.

Las migraciones anteriores han desequilibrado la zona, ya que la producción judía en cooperativas permite una mejor comercialización de sus productos en detrimento del campesinado árabe, que utiliza métodos rudimentarios. Éstos, arruinados, se ven obligados a vender sus tierras a los judíos para subsistir. La nueva aliyá, que supondrá la llegada a Palestina de 217.000 judíon en sólo siete años, desequilibrará aún más la situación, pues gran parte de los nuevos inrnigrantes son universitarios y técnicos. Llegarán universitarios, médicos, ingenieros, licenciados en derecho, filosofía, literatura, etc…, técnicos en quimica, física, mecánica o agronomía, millares de especialistas industriales e incluso se reunierán los suficientes músicos para formar una gran orquesta sinfónica auspiciada por el gran violinista Hubermann.

Como en otras ocasiones, la violencia empieza cuando, en la fecha, tres judíos son asesinados por árabes y al día siguiente lo son dos palestinos en represalia. En estos años los palestinos comienzan a actuar como guerrilla. Poco a poco los británicos van perdiendo el control de los núcleos urbanos árabes. Sólo recuperan algunas zonas gracias al apoyo del clan de Raguib al Nashashibi. Éste, rival del muftí, mantiene relaciones con ABDULLAH, hijo del jerife HUSSEIN Ibn Ali de La Meca, rey de Transjordania -Estado creado por los británicos en 1923-, que ambiciona unir bajo su Corona a la Palestina que no está en manos judías.

Al término de la guerra, en Palestina había 550.000 judíos frente a 1.240.000 árabes. Los judíos tienen el 12,75 % del territorio y sólo el 5,67 % de las tierras cultivables. En el Reino Unido gobiernan los laboristas. Siempre simpatizaron con la causa sionista pero ahora en el poder aprecian que la solución no es tan sencilla. La guerra fría se echa encima y la influencia soviética avanza en la zona. Si las tropas británicas deben retirarse de Suez, sólo les queda Palestina para reagruparse.

En 1946, la lucha se generaliza. Los árabes que han asistido impotentes y estupefactos al incremento de la violencia entre judíos y británicos y que padecen los estados de sitio impuestos por la potencia administradora, deciden pasar a la acción. En febrero se decreta en Palestina una huelga general. reafirmándose el carácter árabe de Palestina. Posteriormente la Liga Árabe reunida en Bludán (Siria) alcanza acuerdos contra los intereses norteamericano-británicos en sus tierras, caso de no ser atendidas sus reclamaciones sobre Palestina.

Los ingleses al mismo tiempo que cierran las puertas a los judíos, en cambio permiten o bien ignoraron una masiva entrada ilegal a Palestina occidental de inmigrantes provenientes de países árabes como Jordania, Siria, Egipto y África del Norte. Gran Bretaña impotente ya ante el peligro que se avecinaba en el Oriente Medio, plantea, en la fecha, ante las Naciones Unidas, la cuestión de Palestina, anunciando que entregará su Mandato sobre Palestina a las Naciones Unidas. Se tiende a creer que los árabes llevaban tiempo viviendo en Palestina y que los judíos vinieron después a “desplazarlos”. Lo cierto del caso es, que la reciente inmigración árabe a Palestina fue la que realmente “desplazó” a los judíos. El uso común de estadísticas sobre población árabe y judía en Palestina raramente toma en consideración la pregunta de cómo las proporciones poblacionales se obtuvieron. Un factor fue, sin duda, la política inglesa de mantener alejados a los judíos mientras se traían e introducían los árabes a Palestina. Otro factor fue la violencia utilizada para asesinar o expulsar a los judíos donde quiera que estos estuvieran establecidos, por ejemplo: asesinato de la comunidad judía de Hebrón en 1929.

En la fecha, las fuerzas judías se apoderan de la Galilea Oriental. En 1947 los judíos censados en Palestina son 600.000 sobre un total de casi 2.000.000.

La misma resolución contiene la abolición de la ley que impide la compra de tierras en Palestina a los judíos. El resultado de la votación es: 33 votos a favor, entre ellos los de EEUU. -el gran aliado de Israel- y la Unión Soviética; 13 en contra y diez abstenciones. Esta resolución no convence a los judíos y mucho menos a los árabes. Ello, y la inmigración ininterrumpida a Palestina de judíos que proceden mayormente de Europa y América, hace que madure el conflicto que no tardará en estallar entre las dos partes contendientes.

Para forzar a los palestinos a abandonar sus tierras, algunos grupos sionistas recurren al terrorismo. El 9 de abril de 1948 un destacamento de la organización Irgun, al mando de Menahem Begin, penetra en la aldea de Deir Yassin y da muerte a 254 civiles. El terror provoca el éxodo de varios miles de palestinos.