En 1964, en una conferencia de la Liga árabe en El Cairo, se funda la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) cuya carta fundacional declara “ilegal el establecimiento del Estado de Israel”. Al principio es un simple instrumento en manos de los principales gobiernos, como el de Egipto, para poder manipular a los palestinos. La OLP, como otros grupos de la Resistencia, brota en el ámbito de las poblaciones refugiadas que viven en Jordania, Líbano, Siria, Kuwait, Egipto…

Esta victoria, sin embargo, plantea un viejo y siempre nuevo problema para los sucesivos gobiemos de Israel. ¿Cómo tratar a los palestinos que quedan en el interior de sus fronteras? Es cierto que hay árabes con ciudadanía y derechos en Israel. Pero no los palestinos de Cisjordania, que no pueden acceder a la condición de israelíes. Este es el problema: si no son israelíes tienen que ser alguien. Y para ser alguien necesitan un territorio, una soberanía, una identidad. En este sentido es una victoria amarga porque crea más problemas de los existentes al anexionar territorios sin asimilar a sus pobladores. Así, pues, la sociedad israelí se divide en dos. Por un lado, los “palomas”, partidarios de que los territorios ocupados puedan ser negociables. Por otro lado, los “halcones”, contrarios a devolver Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania).

Acuerdo verbal entre Jordania y la resistencia palestina que quiere libertad de acción en este país.

Miembros del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) secuestran tres aviones de compañías occidentales y los destruyen en el desierto de Jordania.

La situación en Jordania es bastante tensa entre Ejercito y resistencia. El 10/2/1970 presiones ejercidas sobre el monarca hachemí van a implantar una reglamentación estricta y severa de las actividades de los palestinos. Se prohíbe llevar armas en público, almacenar explosivos y municiones en domicilios, publicar periódicos sin autorización y organizar manifestaciones sin autorización del Ministerio del Interior. La resistencia censura estas medidas como la ruptura del acuerdo verbal de 11/1968 y aprovecha la ocasión para crear ese mismo día, un Mando Unificado de la Resistencia Palestina MURP, que agrupa a las diez organizaciones palestinas existente. Seguirá el 11/2 una manifestación no autorizada organizaciones palestinas y el 14 de este mismo mes, HUSSEIN reconocerá como error las medidas impuestas en el día de hoy.

Los palestinos logran la destitución de los ministros jordanos más abiertamente proisraelíes y pronorteamericanos y siguen presionando para gozar de plena actuación dentro de los estados árabes.

En los primeros días del mes de junio tienen lugar choques violentos en las inmediaciones de Amman entre los palestinos y las Fuerzas especiales jordanas que se desbordarán hacia la capital. La tensión se complicará con el atentado a mano armada sufrido, en la fecha, por HUSSEIN de Jordania que las autoridades jordanas atribuyen a combatientes palestinos. Propuesta de paz americana aceptada por Israel, Egipto y Jordania. Reunión extraordinaria del Consejo Nacional Palestino que no acepta la propuesta.

En 1970, los enfrentamientos entre los palestinos refugiados en Jordania y el ejército jordano desembocan en su sangrienta expulsión a Líbano, el septiembre negro. La debilidad, la incuria del poder central facilita que los palestinos impongan a la república libanesa los famosos acuerdos de El Cairo, por los que obtienen prácticamente el derecho de extraterritorialidad, no sólo en los núcleos de población refugiada sino en una zona limítrofe con Israel donde podrán establecer sus bases para hostigar al Estado judío. Sera el tiempo en que la OLP se convertirá en una suerte de estado dentro del Estado en Líbano. Serán los años de la llamada tierra de Al Fatah, como a veces se denominará esta franja territorial fronteriza guerrillera. Cada acción a partir de estas bases desencadenará las represalias del ejército israelí, el Tsahal, que también provocará estragos en la población libanesa.

Después de secuestros de aviones que los “comandos” de Georges Habache hacen estallar en el desierto jordano, el rey HUSSEIN -que ha escapado el primero de setiembre a un nuevo atentado- siente su trono amenazado por la pujante fuerza de los guerrilleros, que no sólo hostigan a Israel a través de su frontera, sino que han conseguido construir un “Estado dentro del Estado”. HUSSEIN ordena a los soldados beduinos de su Legión árabe que los aplasten y expulsen de su territorio nacional. Los palestinos niegan su responsabilidad en el nuevo atentado y llegan a denunciar “una invención para justificar la agresión criminal contra nuestro pueblo”. En los enfrentamientos armados que se producen, son muertos unos veinte mil refugiados. Es el “septiembre negro” que ensangrenta las colinas de Amnan, donde se encuentran los “campos de refugiados palestinos”, convertidos en fortalezas militares. Al ser expulsados, los combatientes se establecen con armas y bagajes en el Líbano. Detrás de los “fedayines” queda en Jordania la población civil refugiada, que ahora constituye la mayoría de sus habitantes.

Durante estos años Irak mantiene por regla general una actitud hostil hacia Occidente y de amistad con la URSS. Las posiciones de cada uno de los países árabes con respecto a Israel causan fricciones entre Irak y sus vecinos; así, en 1971, cierra su frontera con Jordania y propone su expulsión de la Liga Árabe, debido a los intentos jordanos para aplastar el movimiento guerrillero palestino que opera en su territorio.