CELESTINO II -antipapa- . En la fecha, los cardenales nombran al cardenal-presbítero Teobaldo Buccapecus el legítimo sucesor de Calixto II. El elegido se impone el nombre de CELESTINO II. Pero el mismo día de su designación, los matones del clan Frangipani le caen encima.

A la mañana siguiente de su nombramiento, renuncia CELESTINO II, en tanto que los Frangipani manipulan a la gente para que apoyen a su candidato, el cardenal – obispo de Ostia, Lamberto de Fiagnano. Este acepta enseguida y asume el nombre de HONORIO II. Los cardenales no tienen más remedio que ratificar la elección y designar a CELESTINO II un antipapa.

HONORIO II -papa- (21.12.1124 -13.2.1130). Lamberto Fagnani, obispo de Ostia es ungido papa como candidato de compromiso entre las poderosas y enfrentadas familias romanas de los Pierleoni y los Frangipani. Su nombre es HONORIO II. Excluida la intervención del emperador en la elección de los papas, ésta sufre el influjo de las más poderosas familias romanas.

Habiendo fallecido Enrique V, los príncipes, al anular el principio hereditario que no es de su agrado, pasan por alto a sus sobrinos, Federico y Conrado Hohenstaufen. El canciller imperial, el arzobispo de Maguncia, ve en LOTARIO un buen candidato para ocupar el trono: era un terrateniente poderoso y respetado, duque de Sajonia, pero al ser viejo y sin hijos podría ser fácilmente aceptado por la nobleza. El Papa, HONORIO II, por haberse comprometido a respetar fielmente el Concordato de Worms, apoya asimismo a LOTARIO que, en la fecha, es coronado rey de Alemania (1125-1137) como LOTARIO II. Enseguida estalla una guerra civil entre LOTARIO y la casa de Hohenstaufen. Los Staufens, además de las tierras sálicas que les corresponden históricamente, quieren retener también todas las tierras que la Corona ha incorporado bajo los reinados de los reyes sálicos Enrique IV y Enrique V. Cuando LOTARIO intenta hacerse con las tierras, los hermanos Federico y Conrado se sublevan con el apoyo de sus ducados y de algunas ciudades del Imperio.

El Papa HONORIO II confirma la Orden del Temple en el Concilio de Tours en 1127. S.BERNARDO ea uno de los más valiosísimos consejeros del papa HONORIO II para resolver con éxito enfrentamientos entre los poderes eclesiástico y temporal en diversas partes de Europa.

En 1127 los rebeldes eligen en Nuremberg a CONRADO como antirrey, y éste cruza los Alpes para hacerse coronar rey de Italia por el arzobispo de Milán. Pero los esfuerzos de CONRADO para obtener apoyos en Italia no fructifican, lo que el emperador LOTARIO II aprovecha para apoderarse de dos de las principales ciudades opositoras: Nuremberg y Espira.

BERNARDO de Claraval obtiene del sínodo de Troyes el reconocimiento de la Regla de los caballeros templarios.

El clero, que engloba a muchos nobles, difunde la fe, proporciona la educación y ejerce funciones de gobierno en numerosos territorios. Los monasterios como Reichenau (Ratisbona), Fulda, Echternach y Saint Gall son centros importantes. Los monjes transcriben obras latinas (como la Walthariuslied, basada en una leyenda germana) y traducen textos bíblicos y otros cristianos al alemán clásico. Sus manuscritos, ilustrados con imágenes, imitan el arte clásico antiguo y bizantino. Las iglesias, notablemente la de San Miguel en Hildesheim y las catedrales de Maguncia, Spira y Worms, son basílicas sobrias y abovedadas con torres y pequeños vanos formados con arcos de medio punto. Sus muros están adornados con pinturas murales y esculturas expresivas en madera y bronce.

La doctrina de los cátaros o catarismo, que más que herética es anticristiana, cuaja con fuerza en el Languedoc, al sur de Francia, donde predica un tal Pere de Bruins. Aunque ha empezado a crecer entre los miembros de las clases más desheredadas, poco a poco ha ido conquistando a miembros de la incipiente alta burguesía e incluso de la alta nobleza, entre otras razones porque la doctrina de los cátaros al negar a la Iglesia el derecho de poseer bienes terrenos, justifica su despojo. También se introduce el catarismo entre los artistas e intelectuales.

Santa Rosalía, hija de un noble del séquito de la corte normanda de Roger II, vivió entre 1130 y 1170, eligiendo una vida de retiro en el Monte Pellegrino.