Se inaugura el I Concilio de Toledo, con representantes de toda la Iglesia Hispánica. Finalizará en el 400. En él se condena el arrianismo, la doctrina priscilianista de la inaccesibilidad del Hijo, según la cual la oración a Cristo sería inútil. Varios obispos acusados de priscilianismo se ven obligados a abjurar de dicha doctrina. Muchos de los cánones se refieren a las ordenaciones de los diversos ministros. Las obligaciones celibatarias se matizan y se extienden más. Se obliga a los clérigos a la asistencia diaria a misa. Las religiosas no pueden tener familiaridad con varones, ni asistir solas a banquetes, ni ir de visita a casa de los lectores, etc, etc. Por otra parte, se considera un gran error doctrinal dar autoridad y venerar otras escrituras que las que recibe la Iglesia Católica, creer en la astrología y en las matemáticas, execrar el matrimonio, etc. Conforme queda constatado en las actas del Concilio de Toledo del año 400 el Cristianismo, para esta fecha, ya se encuentra extendido por todas las provincias de la península e incluso en la islas Baleares.

Muere MARTÍN de Tours, el «gros» (316-397). Será el patrón de la antigua caballería catalana y de los propios caballos, quizá porque iba a caballo cuando se origina su famoso milagro: Mientras que Martín era todavía un soldado en el ejército romano y desplegado en la Galia (actualmente Francia), experimentó la visión que se convirtió en la historia más repetida sobre su vida. Un día, mientras se acercaba a las puertas de la ciudad de Amiens se encontró con mendigo desnudo. Impulsivamente cortó su propia capa por la mitad y la compartió con el mendigo. Esa noche, Martín soñó con Jesús llevando la mitad de la capa que había regalado. El oyó a Jesús decir a los ángeles: «Aquí está Martín, el soldado romano que me ha vestido.» ( Sulpicio, capítulo 2 ). Este manto fue preservado entre la colección de reliquias de los merovingios reyes de los francos. Se construyeron pequeñas iglesias para guardar fragmentos de la reliquia y la gente comenzó a referirse a ellas por este concepto «a capella». Con el tiempo se perdió esta asociación con la capa y todas las iglesias pequeñas empezaron a ser conocidas como Capillas.

HONORATO, de Navarra, segundo obispo de Toulouse, convertido y bautizado por SATURNINO (primer obispo de Toulouse), confiere la unción episcopal a FERMÍN -asimismo de Navarra- primer obispo de Amiens.

Fallece Evagrio Póntico. Ha sido el primer monje autor de obras que disfrutarán de influencia en el cristianismo desde el siglo IV hasta el XV, e incluso el XX. Está considerado el fundador del misticismo monástico. Con todo, se perderá gran parte de su obra, ya que será condenado como origenista por los concilios ecuménicos quinto y sexto.

Fallece el Papa SIRICIO.

ANASTASIO I -papa- (27.11.399-19.12.401). Natural de Roma, gobernará la Iglesia con sabiduría y prudencia, reconciliará las Iglesias de Roma y Antioquia tras diecisiete años de separación (Después de los incidentes del II Concilio Ecuménico ( I de Constantinopla).

A finales del siglo IV, HONORATO de Arlés funda un monasterio en la isla de Lérins, cerca de Marsella, en la costa francesa mediterránea, que todavía existe. Será abad Juan CASIANO. El lugar está santificado por mil quinientos años de oración ininterrumpida, y muchos grandes hombres franceses pasarán por allí. También a lo largo del siglo V, surgirán monasterios en Vercelli, Milán, Aquileya, etc.

Apocalipsis de Tomás. Compuesto a finales del siglo IV en griego o latín, será descubierto en 1907 en un manuscrito de Múnich. Su contenido es gnóstico maniqueo y fue utilizado por los priscilianistas. En Inglaterra será conocido con anterioridad al s. IX.

A finales del siglo IV, las fiestas de Navidad y Epifanía- se celebran en uno u otro lugar. En Occidente, la Navidad está reservada para la celebración del nacimiento en Belén, y la Epifanía a las otras manifestaciones de Jesús: la visita de los magos, el bautismo y el primer milagro en Caná. Por otra parte, el culto a los mártires experimenta un desarrollo exuberante, tomado a veces de la antigua religiosidad pagana: por ejemplo, el «refrigerium», ofrenda de alimento sobre los sepulcros. Sobre los restos de los mártires se construyeron inmensas basílicas (San Pedro del Vaticano). La gente aspira a ser enterrada en los alrededores. El gusto por las reliquias está en el origen de descubrimientos cada vez más sensacionales: la cruz de Cristo, restos de san Esteban, de los apóstoles, etc. Se las distribuye por toda la Iglesia. Hay un creciente interés por los lugares de la historia bíblica y de la vida de Cristo. De ahí nacen las peregrinaciones, la más conocida de las cuales es la de Egeria, monja nacida en Coca (Segovia), a Jerusalén en el año 381. La credulidad de los peregrinos facilita la tarea de los guías, que «descubren» recuerdos cada vez más numerosos.

Alrededor de este año, se funda un colectivo monástico por el abad Alejandro en Constantinopla que se conocerá por los acemetas. Los monjes deben vivir en absoluta pobreza. No realizar ningún trabajo corporal y mantener una perpetua alabanza mediante una sucesión ininterrumpida de cantos corales. La atracción que ejerce el nuevo movimiento provoca las envidias de otros monasterios y los acemetas con expulsados de Constantinopla. Defensores de la ortodoxia frente a los monofisitas, caerán en el nestorianismo siendo condenados en el 534. Probablemente existirán hasta el siglo XII.