AGATOCLES, tirano de Siracusa, se suicida. Ante estos hechos, los cartagineses firman la paz, pero están atemorizados porque creen que su dios les es hostil. En efecto, aquellos que antes sacrificaban al dios los mejores de sus hijos compran secretamente niños que alimentan y después envían al sacrificio. Se descubre que muchos niños sacrificados lo han sido en lugar de otros, y considerando estas cosas, tienen el temor de haber descuidado los honores tradicionales debidos a su dios. Para reparar el error escogieron doscientos niños de los de mejor familia y los sacrificaron en nombre del Estado. Después de Agatocles, gobernarán en Siracusa: Hicetas II, Toinón, Sosístrato II, Hieron II, Gelón II, Jerónimo, Adranodoro e Hipócrates y Epicicles (Hasta 212 aC)

En el bienio 278-276 aC. Pirro, rey de Epiro, se encuentra en Sicilia, ya que ha sido llamado para imponer la causa de las ciudades griegas contra los cartagineses. En un breve periodo de tiempo consigue conquistar casi todos los territorios púnicos de la isla. Pirro hasta es nombrado rey de Sicilia.

La situación en Sicilia se desvanece cuando PIRRO abandona la isla para adentrarse en la península Itálica. Cartago, en efecto, reanuda las hostilidades y reconquista buena parte de las posiciones perdidas, acercándose al estrecho después de haber expulsado a los mercenarios Mamertini, pueblo originario de Campania, instalados desde hace tiempo en Mesina y en los territorios circundantes.

Sicilia, rica en cereales, está poblada por prósperas colonias griegas, muchas de las cuales están dominadas por los cartagineses. Sin embargo, una de ellas, Messina, ciudad siciliana situada en el estrecho entre Italia y la isla, decide llamar en su auxilio a los romanos para que expulsen a la guarnición cartaginesa que controla la ciudad.

Los romanos son conscientes de que enviar ayuda militar a la ciudad de Messina desencadenará un terrible enfrentamiento con Cartago, cuyas últimas consecuencias son imprevisibles. Pero al final los romanos ceden y atienden la petición de ayuda lanzada por Messina. Este hecho es la causa directa de la Primera de las llamadas Guerras Púnicas. Durante veintitrés años, entre 264 y 241 aC, romanos y cartagineses se enfrentarán por tierra y por mar. Es admirable que los romanos, pueblo de campesinos sin tradición naval, sean capaces de improvisar una escuadra de guerra copiando una nave enemiga naufragada en sus playas. (A los que pertenecen a Cartago se les llama púnicos. Esta palabra “Púnico” proviene del griego “Phoinikoi”, término que utilizaban los helenos para denominar a los fenicios. “Phoinikoi” es el fruto de la palmera, el dátil. Los fenicios se asentaban en la zona de las actuales Israel y Palestina, muy rica en estos frutos. Así que los griegos conocían a los que allí vivían como “dátiles”).

Roma –que poseía sólo una pequeña flota- apenas tenía experiencia en batallas navales. Así que, al principio, en su enfrentamiento con los cartagineses, estos destruían con facilidad las naves que enviaban los romanos, mal dirigidas por sus inexpertos almirantes. Pero cada derrota enseñaba a los romanos algo nuevo. Al final, se percataron de que su infantería era superior a la cartaginesa, y decidieron aprovechar esa ventaja. Para ello, diseñaron unas pasarelas de madera terminadas en garfios, con las que los legionarios podían cruzar hasta las naves enemigas. Los cartagineses sabían manejar mejor sus trirremes, pero sus marineros no estaban preparados para combatir cuerpo a cuerpo, y terminaron siendo derrotados. Después de veinte largos años de guerra, en el año 241 a.C., los romanos se han convertido en los únicos dueños de Sicilia a excepción de Siracusa que consigue mantenerse independiente.

La Primera Guerra púnica (264 a 241 aC) tiene como consecuencia la pérdida por los cartagineses de sus posesiones en Sicilia y Cerdeña. Las tropas cartaginesas están dirigidas por AMÍLCAR BARCA, célebre general. Los términos de la rendición son gravosos para los cartagineses: Cartago, además de ceder Sicilia y Cerdeña, se obliga a desarmar su escuadra y a satisfacer durante años una crecida indemnización. El Mediterráneo va camino de ser el Mare Nostrum de los romanos.

Siracusa que durante la Segunda Guerra Púnica se ha  aliado con Cartago, es conquistada por los romanos después de tres años de una larga resistencia que se prolonga gracias a los geniales medios de defensa ideados por Arquímedes. El cónsul M. Claudio Marcello, al mando de las tropas romanas,  advierte a sus soldados que, al pasar a cuchillo a los siracusanos, respeten la vida de ARQUIMEDES, uno de sus defensores y considerado uno de los científicos más importantes de la antigüedad. Pero no es así y ARQUIMEDES es pasado por la espada. Sicilia se convierte  en la primera provincia romana y será considerada el Granero de Roma. Por otra parte, se convierte en la sede del magistrado romano prepuesto en el gobierno de la isla.

PUBLIO CORNELIO ESCIPION es nombrado gobernador de Sicilia obligando a ANIBAL a abandonar Italia después de deambular por el sur de la península durante 16 años.

Se supone que las condiciones de vida de un cierto estrato de la población de Sicilia es mísera ante el dominio romano, dando lugar a diversas insurrecciones de los esclavos y campesinos. Así, en la fecha, estalla una rebelión de esclavos en Sicilia -Primera Guerra Servil- dirigidos por Eumo en Enna y se precisan tres años para reducirla (137 – 134). Se levantan 200.000 esclavos armados, y al final 20.000 de ellos son crucificados: una forma de ejecución muy común que se aplica en Roma a quienes se rebelan contra el Estado. Es la primera de las tres rebeliones de esclavos que asolarán la República romana. La segunda ocurrirá en Agrigento, en (104 – 101) dirigida por Cleone. La última, la que será comandada por Espartaco, será la más importante. De todas maneras, la Sicilia romana con un periodo de vida plurisecular, no puede ser juzgada solamente a través de periodos históricos negativos puntuales. También hubo muchos de positivos en el esplendor de diversas ciudades, y en el campo de la cultura y de la arquitectura.