Se inicia la rotura del frente republicano del Ebro por Gandesa y Venta de Camposines, a cargo de la artillería y de la aviación franquista. Serán inútiles cuantos esfuerzos se hagan para apoderarse de la Sierra de Cavalls, en cuyas cimas los republicanos han emplazado un batallón de ametralladoras. Tras una dura batalla, los franquistas conseguirán -el día 7- llevarse a sus manos la población de Corbera.

Contactos entre NEGRÍN y el duque de Alba en pro de un armisticio.

Durísimo bombardeo aéreo contra Barcelona.

En el frente del Ebro, tras un breve respiro, el día 18 de septiembre, cuatro divisiones franquistas reemprenden la lucha por el Valle del Sec, con la intención de alcanzar la Venta de Camposines, distante sólo siete km. De Corbera. Durante diez días, mientras el mundo está pendiente de la respuesta que Francia y Gran Bretaña dan a la exigencia hitleriana de anexionarse parte de Checoslovaquia, se producen durísimos combates.

Ante la Sociedad de Naciones el doctor NEGRÍN pide la retirada de las Brigadas Internacionales que luchan junto con la República. De hecho, en julio de este mismo año,  el Comité de No-Intervención de Londres ha llegado a un acuerdo para la retirada de las fuerzas extranjeras. Se decide, pues, su retirada. De los hombres que han pasado por las Brigadas Intemacionales, alrededor de 10.000 han dejado su vida en los campos de batalla españoles.

FRANCO rechaza las propuestas sobre una paz negociada.

Pésimas perspectivas para el Gobierno de la República en el resultado final de la Guerra Civil, que confia salvarse mediante la internacionalización del conflicto español.

Reembarcan en Cádiz, para su tierra, 10.000 voluntarios del gran contingente italiano que lucha con los franquistas. El ABC de Sevilla aplaude las medidas antisemitas del Gobierno italiano y considera al judaísmo aliado de la anti-España.

Concentración en Barcelona de los interbrigadistas antes de abandonar nuestro suelo. La capital catalana sufre, por otra parte, un nuevo y grave bombardeo.

La carrera de PAU CASALS fue una inagotable sucesión de éxitos, reconocidos en el mundo entero. Su último contacto con el pueblo de Barcelona fue exactamente el 19/10/1938. En aquella circunstancia, la retaguardia catalana padecía los más terribles efectos de la guerra civil. Casals actuó en el Gran Teatro del Liceo, acompañado por la Orquesta Nacional de Conciertos, dirigida por el maestro Pérez Casas. CASALS, a continuación, marcha al extranjero para cumplir sus compromisos artísticos. Aquella marcha sería el inicio de un exilio en virtud del cual jamás volvería a pisar su tierra natal, por su incompatibilidad con el régimen salido de la guerra civil.