GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)

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En España, dimite Manuel AZAÑA.


En carta, fechada en Collonges-sous-SaIève (Francia) y dirigida al Presidente de las Cortes, Martínez Barrio, por el Presidente de la República, don Manuel AZAÑA, éste dimite. El reconocimiento que ha recibido el Gobierno de Burgos de Gran Bretaña y Francia influye decisivamente en el hecho de que AZAÑA presente su dimisión irrevocable ante Martínez Barrio.

Durante tres semanas de febrero de 1939 el Gobierno republicano sigue errando, sin sede fija.


Durante tres semanas de febrero el Gobierno de la República con NEGRÍN al frente, sigue errando, sin sede fija. Por fin, se instala en una finca de los alrededores de Elda, llamada El Poblet y que, siguiendo los hábitos castrenses del momento, es denominada “posición Yuste”. Allí se reúne el Gobierno, el 28 de febrero, tras enterarse de la dimisión el día anterior del presidente de la República, Manuel AZAÑA.

En España, Martínez BARRIO es, en la fecha, elegido presidente, cargo al que inmediatamente renuncia.


En España, Martínez BARRIO es, en la fecha, elegido presidente, cargo al que inmediatamente renuncia.

Mandos republicanos dan tan sólo tres días a Negrín para que se rinda y abandone el Gobierno.


El 4 de marzo, desde Cartagena, el almirante Buiza y buena parte de los mandos republicanos que quieren poner término a cualquier precio a la guerra, dan tan sólo tres días a NEGRÍN para que se rinda y abandone el Gobierno. Así, la conspiración contra el Gobierno es iniciada por elementos republicanos, pero su divisa (Por España y la paz) pronto es sustituida por gritos a favor de FRANCO de quienes quieren aprovechar la ocasión -entre ellos el coronel Armentia- para cambiar de bando. Por un momento, las baterías de la costa son franquistas y la flota republicana. Para acabar de complicar la situación, en cuanto se tiene noticias de lo que sucede, FRANCO dispone la realización de un desembarco en Cartagena o cerca de ella. Se toman las disposiciones para ello de manera algo precipitada (por ejemplo, no formando convoy y enviando los buques de transporte sin escolta y algunos hasta sin radio), embarcando a las fuerzas en Castellón.

El coronel Segismundo CASADO constituye el denominado Consejo Nacional de Defensa. Juián Besteiro, entre otros, forma parte de él.


Tras la caída de Catalunya el coronel Segismundo Casado constituye, el 4 de marzo de 1939, el denominado Consejo Nacional de Defensa con el objetivo de negociar la paz con los franquistas, en contra de la política de resistencia que propugna el gobierno de NEGRÍN. Es un golpe de estado contra la República. El general Miaja, Besteiro, Wenceslao Carrillo, González Marín y el propio Casado -este último como presidente- constituyen este Consejo.

La sublevación es aplastada en Cartagena por unidades que, en teoría, obedecen al Gobierno de NEGRÍN.


Pero el día 5 la sublevación es aplastada en Cartagena por unidades que, en teoría, obedecen al Gobierno de NEGRÍN. Paradójicamente, los soldados mandados a este efecto toman por asalto las baterías y el arsenal. Poco después cae también el parque de Artillería, donde encuentra la muerte el coronel republicano Armentia, que viene así a morir defendiendo una causa por la que no quería luchar, la franquista. Fue una paradoja más de la confusa Cartagena de aquellos días.

El almirante Moreno, dirige los buques enviados por FRANCO, desiste de desembarcar en Cartagena.


El 6 de marzo de 1939, el almirante Moreno, que dirige los buques enviados por FRANCO, enterado del cambio de situación, desiste de desembarcar en Cartagena dando orden a las embarcaciones de regresar a Castellón. Pero dos de ellas que carecen de radio ignoran la contraorden; el Castillo de Olite y el Castillo de Peñafiel. El primero de ellos entra confiado en el puerto y es literalmente volado por los disparos de la baterías republicanas, pereciendo los 2.223 hombres que van a bordo. El segundo navío, aunque también entra en el puerto y es alcanzado por un disparo de batería, puede dar media vuelta y llegar hasta Ibiza. De esta manera una sublevación que se había liquidado con poco derramamiento de sangre acaba con centenares de muertos.

El coronel Casado comunica al gobierno de Franco su deseo de firmar la paz.


El coronel Casado comunica al gobierno de FRANCO su deseo de firmar la paz. Pero todos los intentos de negociación de la paz resultarán inútiles ya que los documentos redactados por el Consejo Nacional de Defensa son rechazados por FRANCO. El Gobierno de Burgos no está dispuesto nada más que a aceptar la rendición incondicional. Miles de personas se dirigen hacia los puertos levantinos para salir de España.