Por estas fechas encontramos una serie de tribus y pueblos de origen preibérico, ibérico, celta y celtíbero distribuidas por el nordeste de la península: los “ilercavones” y los “ilergetas” (en las zonas de Castellón, Ebro y Balaguer, Lleida, Tortosa); los “cosetanos” (Tarragona); los “layetanos” (Barcelona); los “lacetanos” (Cuenca del Llobregat); los “ausetanos” (Girona y Vic); los “indigetas” (Ampurdán); los “caretanos” (Zona Pirenaioriental).

A finales del siglo VI aC., los escitas dominan el territorio actualmente ocupado por Ucrania (la planicie que se extiende hacia el oeste, desde los mares Negro y de Azov hasta la desembocadura del río Danubio. Subyugan a los campesinos que viven en las márgenes de la estepa y valles fluviales, y someten a las colonias comerciales asentadas en las riberas septentrionales del Mar Negro (Ponto Euxino), tales como Oliva, Tiras y Teodosia. Los habitantes de estas ciudades llaman “Escitia” a este enorme territorio gobernado por esos pueblos nómades, y “escitas” a sus jinetes.

En los siglos posteriores (del siglo VI aC en adelante), el territorio de Polonia es objeto de varias invasiones: desde el Este irrumpen las tribus escitas y sármatas; desde el Oeste, las celtas y las germánicas. Los invasores con frecuencia se integran, asentándose en los terrenos conquistados. Esas invasiones, aparte de la destrucción, también traen a estas tierras los logros del mundo civilizado. Estos territorios también suscitan el interés de los mercaderes: las primeras huellas de la llamada “ruta del ámbar” (desde el Báltico hasta Roma) están fechadas en el siglo V aC.

De las poblaciones de la región de Granada del período ibérico apenas si ha quedado rastro al ser destruidas por las invasiones y, únicamente, en el sitio llamado Castillejo (Montefrío), se hallan interesantes ruinas, muestras del foco de vida que es entonces esta región. Bastetanos, oretanos, túrdulos, bástulos y celtas pueblan su territorio, extendiéndose los primeros por Baza y Guadix; los segundos por Baza y Zalona; los bástulos por la costa y los celtas por la serranía de Ronda (Málaga). Los más civilizados, que son los túrdulos, ocupan el oeste de Jaén y la mayor parte de Granada.

Se producen importantes migraciones de pueblos celtas a Italia y a la región del bajo Danubio.

Una nueva corriente, esta vez de pueblos emparentados con los mayas, viene de Guatemala y Chiapas (-400) a Oaxaca, y se supone que de su mezcla con los olmecas que están allí desde el -900, tiene origen el pueblo zapoteco. En Monte Albán, los zapotecos erigirán nuevas construcciones ahora ya con cierta planificación del centro ceremonial.

El poder de los escitas decae en el siglo III aC y su lugar en las estepas occidentales va siendo ocupado por unos nuevos nómadas: los sármatas. Los vencidos escitas probablemente no son exterminados, sino absorbidos por los sármatas. La práctica de asimilar a los pueblos rivales derrotados explica tanto el rápido crecimiento de los pueblos de las estepas como su rápida extinción. La cantidad de miembros de una tribu victoriosa aumenta con la suma de los enemigos asimilados y con la de otras tribus que se unen voluntariamente a ella para compartir el prestigio y el botín de los vencedores. Por las misma razón, un pueblo aparentemente poderoso y numeroso puede desaparecer de la noche a la mañana. Aunque son muy destructivos, los ejércitos nómadas muy raramente hacen conquistas duraderas más allá de las zona de las estepas. Éstas son el único lugar donde hay pastos suficientes para alimentar las ingentes cantidades de caballos que necesitan los ejércitos nómadas. En las zonas que conquistan de manera duradera más allá de las estepas, como la India y China, los nómadas abandonan su modo de vida y se asimilan a la cultura de la más numerosa población establecida.

Según las crónicas de la antigua China, los xiongnu son un pueblo nómada de pastores y guerreros que vive en las estepas de Asia centro-oriental, al norte de la Gran Muralla China. Forma una confederación dominada por los pueblos de origen turco. Su líder es MOTUN (209 – 174 aC). Muchos historiadores modernos piensan que los xiongnu mencionados en las crónicas chinas son el mismo pueblo que aparecerá siglos más tarde en Europa e invadirá el Imperio romano bajo el nombre de los hunos.

Una gran cantidad de pueblos han habitado Mongolia desde épocas prehistóricas. En el 209 a. C., justo tres años antes de la fundación de la dinastía Han, los xiongnu se reunen en una poderosa confederación bajo un nuevo Shanyu llamado Modu transformándose, por su unidad política, en un enemigo formidable. Se sugerirá que la reunificación de China empuja a los nómadas a reunirse alrededor de un centro político con el objetivo de reforzar su posición. El Shanyu Modu se convierte en la amenaza más grande para China durante los tres siglos siguientes; la Gran Muralla de China será construida en parte como defensa contra el Shanyu. De hecho, el mariscal Meng Tian del Imperio de Qin dispersará a más de 300.000 soldados a lo largo de la gran muralla para prevenir una invasión del norte.

La presión de las tribus del Asia central -los Yue Qi- desplazan a los habitantes de Bactria hacia el sur y el este, dentro de Gandhara, en el Punjab. Los dos reinos griegos en que se divide Bactria tendrán que enfrentarse al dilema de destruir a los sunga de la India, o unirse a ellos, ante la amenaza de los Yue Qi que ya apunta en el noroeste.