GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA. (Sucesión de Carlos II de España) (1701-1715)

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FELIPE V, rey de EspañaLa Guerra de Sucesión Española fue un conflicto internacional que duró desde 1701 hasta la firma del tratado de Utrecht en 1713, que tuvo como causa fundamental la muerte sin descendencia de Carlos II de España, último representante de la Casa de Habsburgo, y que dejó como principal consecuencia la instauración de laCasa de Borbón en el trono de España.

(Ver Genelogías de los tres pretendientes)

Inglaterra obtendrá, por el Tratado de Utrecht, privilegios comerciales y extensos territorios en América.


Inglaterra obtendrá, por el Tratado de Utrecht, privilegios comerciales y extensos territorios en América (tierras de la Bahía de Hudson -donde pueden cazarse animales de piel preciosa-, Acadia -que cambia su nombre por el de Nueva Escocia- , Saint Kitt’s y Terranova) que harán que comience su imperio colonial.

En el Tratado de Utrecht, Portugal es recompensado con la cuenca del río Amazonas.


En el Tratado de Utrecht, después de la guerra de Sucesión, Portugal es recompensado con la cuenca del río Amazonas, que pasa a formar parte del Brasil, desoyendo las reclamaciones de España al respecto. En consecuencia, el Brasil se convierte en la nación más vasta de Iberoamérica, con notable diferencia respecto de las demás.

Es convocada la Junta de los Brazos Generales de Catalunya, la Generalitat y el Consejo de Ciento.


En la última etapa de la Guerra de Sucesión, la Generalitat ocupa un lugar secundario ya que es la Junta de los Brazos Generales (miembros de los tres estamentos, sin el rey) la que tiene el mando supremo de Catalunya. En la fecha, es convocada, pues, la Junta de los Brazos Generales de Catalunya, la Generalitat y el Consejo de Ciento. Aunque los Brazos Militar y Eclesiástico y los diputados de la Generalitat, ante la desproporción existente entre las fuerzas catalanas (ya sin el apoyo de las tropas de la Gran Alianza) y las de FELIPE V, se inclinan por la aceptación del rey Borbón y de rendirse incondicionalmente, el Brazo Real o Popular decide votar a favor de la resistencia. Al fin se impondrán las tesis del Brazo Popular. Rafael CASANOVA, como ciutadà honrat participa en la votación: es partidario de la claudicación.

Se confia el mando de las tropas que han de defender la ciudad, al teniente general ANTONIO de Villarroel.


Ante la decisión del brazo popular de ir a la resistencia, la Generalitat, cuando en la fecha termina la reunión de la Junta de Brazos, una vez más hace una llamada a la defensa de la ciudad de Barcelona, para reclutar soldados y tropas. Se confia el mando de las mismas, que se compondrán de unos 12.000 hombres, al teniente general ANTONIO de Villarroel. Por su parte, CASANOVA dirigirá los aspectos políticos de la resistencia. Paralelamente, se pone en marcha una intensa actividad diplomática, enviándose embajadores a las cortes de Viena, Londres y La Haya en busca de apoyos a la “causa catalana”.

Según el Tratado de Paz y Amistad, firmado como armisticio entre Inglaterra y España en Utrecht, se cede el peñón de Gibraltar a Inglaterra.


Por el artículo X del Tratado de Paz y Amistad, firmado como armisticio entre Gran Bretaña y España en Utrecht el 13 de julio de 1713 se procede a la cesión a Inglaterra, de la ciudad y del castillo de Gibraltar que lo ha conquistado el 4 de agosto de 1704 en nombre del pretendiente austriaco a la Corona de España. Aparentemente es el precio a pagar por el reconocimiento de FELIPE V como rey de España. Se trata de una atribución inmobiliaria referente a construcciones superficiales, pero jamás del suelo que lo sustenta, no hay cesión de la soberanía, ni jurisdicción territorial, ni comunicación por tierra con el resto de España. Y además se especifica que “si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender o enajenar, de cualquier modo la propiedad de la dicha ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla”. (Por lo tanto, dado que España nunca ha renunciado a recuperar el peñón, queda excluida la salida independentista gibraltareña).

La Generalitat se dirige a todo el pueblo catalán y le pide que quiera defender la “nació catalana”.


En la fecha, la Generalitat se dirige a todo el pueblo catalán y le pide que quiera defender la “nació catalana” y “nostra amada pàtria”, lo cual quedará “en eterna memòria de nostres advenidors”.

Catalunya pierde sus instituciones políticas debido a la Guerra de Sucesión Española.


Si en el siglo XVII Catalunya había sufrido las consecuencias de la Guerra de los Treinta Años con la pérdida de su territorio más septentrional, en el siglo XVIII pierde sus instituciones políticas debido a un conflicto de sucesión dinástica al trono de España que acabará convirtiéndose en una guerra de carácter internacional. Para algunos países europeos la sucesión al trono de España podía modificar el equilibrio de poderes en Europa. Para Catalunya la sucesión era decisiva para la conservación de sus derechos y libertades. FELIPE IV y su sucesor CARLOS II (1665-1700) habían sido los últimos monarcas de la dinastía austríaca de los Habsburgo. Y si bien el reinado de CARLOS II señala el punto de máxima decadencia de la monarquía hispánica, había suavizado las tensiones con Catalunya, de modo que no resulta extraño que al plantearse la cuestión sucesoria los catalanes desconfiasen del absolutismo de la dinastía francesa y se inclinasen por la austríaca.

Navarra, al igual que las provincias vascas, fieles a FELIPE V, conservan sus fueros.


Durante la Guerra de Sucesión Española, Navarra (a pesar del fiero sentimiento antifránces del pueblo) se ha posicionado a favor de FELIPE el duque de Anjou (futuro Felipe V) en lugar del archiduque Carlos de Austria (como lo hicieron los reinos de la Corona de Aragón). Es por ello por lo que tanto Tudela como Sangüesa fueron ocupadas por las tropas austracistas. A la finalización del conflicto, Navarra, al igual que las provincias vascas, conservan sus fueros frente a los reinos de la Corona de Aragón, declarados traidores por FELIPE V y despojados de sus prerrogativas forales por los Decretos de Nueva Planta.

El duque de Popoli en más de una ocasión pide a la población de Barcelona que se rinda para evitar pérdidas inútiles de vidas.


Las tropas de FELIPE V con el refuerzo de unidades frances llevan unos meses sitiando a Barcelona. Popoli en más de una ocasión pide a la población que se rinda para evitar pérdidas inútiles de vidas. Los sitiados no dejan negociar al mariscaI VILLARROEL, que es quien tiene a su mando la defensa de Barcelona y que se quiere rendir. Durante los primeros meses de sitio a Barcelona, el duque de Popoli, que dirige al ejército franco-español, puede comprobar la decidida resistencia de la ciudad, porque prácticamente el esfuerzo de los asaltantes no progresa en ninguna dirección. Por otra parte, a principios de 1714 la resistencia vuelve a recrudecerse en diversas comarcas, con combates como el de Sant Martí de Sarroca, Caldes de Montbui, Arbúcies y Balsareny. Los catalanes, pues, continúan luchando solos contra las tropas borbónicas.

El emperador CARLOS VI (CARLOS III de Aragón) inicia las negociaciones de paz con LUIS XIV.


A pesar del Tratado de Utrecht, la lucha aún sigue entre Francia y el Imperio. El emperador CARLOS VI firma el 6 de marzo el Tratado de Rastatt. Este tratado se suele incluir también dentro de la serie de tratados de Utrecht y será ligeramente modificado por el Tratado de Baden del 7 de septiembre. Supondrán el fin de la Guerra de Sucesión Española entre Francia y Austria. CARLOS VI no renuncia a sus derechos, pero al retirarse de la lucha, deja, de hecho, la corona a su oponente FELIPE V. Con este Tratado las tropas austriacas abandonan Catalunya, y también lo hacen diversos altos funcionarios reales, empezando una corriente de exiliados catalanes a Viena, que continuaría en los años siguientes y que afectó también a los austracistas de los otros reinos hispánicos. Barcelona no acepta los acuerdos y sigue empeñada en tener al archiduque como Rey, cuando ya el emperador Carlos VI no quiere tener ningún derecho sobre Catalunya. (Hasta 1729 se mantendrá un Consejo de España en Viena)