REINO DE SICILIA (1130 - 1285) (Desde 1194: Reino de las dos Sicilias)

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ROGER II consigue unificar el sur de Italia y la isla de Sicilia obteniendo del Papa el título de rey, que será la base de los que después se conocerá como el Reino de las Dos Sicilias.

(Ver Guía lectura)

PEDRO el Grande se convierte en la cabeza de todos los gibelinos italianos.


Los expatriados de la corriente gibelina se mueven, mientras tanto, por las diversas cortes europeas buscando aliados. Su objetivo es restaurar algún miembro de la familia Hohenstaufen en Sicilia. En este sentido intentan conseguir el soporte de Federico de Turingia. Éste, sin embargo, no puede ayudarlos. Entonces, depositan todas sus esperanzas en Catalunya y el Imperio Bizantino. Dos potencias mediterráneas que desconfían del imperialismo angevino y papal. De hecho, la rivalidad entre angevinos y catalanes renace en el centro del Mediterráneo, después del primer éxito de los franceses en Provenza. Pero ahora, la situación ha cambiado. Cuando JAIME I renuncia a Provenza, Catalunya estaba aislada y rodeada de enemigos y rivales (el papado, Francia, Navarra y Castilla). Ahora, en cambio, este asedio anticatalán subsiste, pero está contrapesado por una posible alianza de los catalanes con los sicilianos, los bizantinos y los alemanes. Además, ante la inhibición de Federico de Turingia, PEDRO el Grande se convierte en la cabeza de todos los gibelinos italianos.

El papa GREGORIO X reconoce emperador del SIRG -sin coronar- a RODOLFO I de Habsburgo.


El papa GREGORIO X reconoce emperador del SIRG a RODOLFO I de Habsburgo (fundador de la casa de los Habsburgo). GREGORIO X apoya decididamente la elección de RODOLFO I de Habsburgo como emperador, logrando al mismo tiempo calmar las desbordadas apetencias del rey de Nápoles, CARLOS I de Anjou quien tiene sus ojos puestos en el imperio. En contrapartida por el apoyo prestado a su elección, GREGORIO X obtiene de RODOLFO I la promesa de liderar una nueva cruzada… pero el Papa no llegará nunca a coronarlo.

El rey moro de Constantina (ciudad de la actual Argelia) llama en su auxilio a PEDRO III el Grande.


Las relaciones de Catalunya con los estados del norte de África son, principalmente, de carácter comercial. Hay también alianzas de carácter militar y desde el tiempo de Jaime I los soberanos de Bugia, Túnez y Tremissèn están pagando tributos a los soberanos de Catalunya. En algún caso, se da también por parte de éstos, própositos de conquista y hasta algunas expediciones. El rey moro de Constantina, ciudad de la actual Argelia, se siente gravemente amenazado debido a una serie de revueltas contra su persona. Llama en su auxilio a PEDRO III el Grande, prometiéndole, a cambio, entregarle la ciudad y hacerse cristiano.

Desde el reinado de Jaime I, el objetivo de la política exterior de la Corona de Aragón, es la expansión mediterránea.


Desde el reinado de Jaime I, el objetivo de la política exterior de la Corona de Aragón, es la expansión mediterránea. Por esta razón, el dominio sobre las Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia son un elemento clave, tanto para los catalanes como para sus enemigos. Los intereses económicos adquieren una dimensión militar decisiva. Sicilia es, probablemente, la pieza más deseada. Separa el Mediterráneo occidental del oriental; es a medio camino de las rutas comerciales de levante (Constantinopla, Antioquía, Alejandría…) y posee excedentes de trigo. PEDRO III es consciente de que, una vez cedidos por el tratado de Corbeil los territorios de Occitania al rey de Francia , la Corona de Aragón no puede consentir, de ninguna manera, que Sicilia caiga en manos de uno de los hijos del monarca francés, pues en ese caso cualquier posibilidad de expansión por el Mediterráneo quedará cerrado por completo. Sicilia es, pues, la respuesta a todas las necesidades de Barcelona: control sobre el Mediterráneo occidental, seguridad en las rutas orientales y trigo para una ciudad siempre deficitaria de alimentos.

PEDRO el Grande se prepara para invadir Túnez y tomar Sicilia en nombre de su esposa Constanza.


PEDRO está casado con CONSTANZA Hohenstaufen, nieta de Federico II, que ha sido emperador de Alemania y rey de Sicilia. Y como que todos los descendientes masculinos de Federico han sido exterminados por los francopapales, la única superviviente es, precisamente, CONSTANZA. Por tanto, ella y su marido pueden reclamar el trono siciliano, que la Santa Sede ha entregado a los franceses. En consecuencia, PEDRO el Grande se prepara para a la vez invadir Túnez  – en ayuda de la ciudad de Constantina-  y tomar Sicilia en nombre de su esposa CONSTANZA. Los astilleros de Barcelona trabajan a pleno rendimiento preparando una gran flota. Mientras, se actúa políticamente para que se produzcan revueltas, tanto en Sicilia como en Túnez, objetivos distintos pero que PEDRO engloba en la misma expedición.

Cuando falta poco para que la flota dispuesta por PEDRO el Grande se haga a la mar, llega la noticia de la sublevación en Palermo.


CARLOS de Anjou no es un rey popular. Ha Llevado consigo a funcionarios franceses que tratan despóticamente a los sicilianos, y trasladado su capital a Nápoles, titulándose rey de Nápoles. Cuando falta poco para que la flota dispuesta por PEDRO el Grande se haga a la mar, llega la noticia de la sublevación en la capital siciliana Palermo contra CARLOS I de Anjou. De hecho, el 30 de marzo es Lunes de Pascua. Como de costumbre los palermitanos acuden a los prados que circundan la iglesia de S. Spirito, donde celebran la fiesta. Soldados franceses, a causa de la prohibición a los sicilianos de llevar armas, cacheaban a los hombres que participaban en la fiesta. Imprudentemente, querían realizar la misma cosa con las mujeres presentes, rebuscando en los vestidos. La reacción de los hombres fue inmediata ante tanto insulto. Los franceses presentes fueron despedazados y la chispa de la revuelta se propagó rápidamente por toda Sicilia. Pocos franceses sobrevivieron al exterminio y aquéllos que lograron conservar la vida fueron expulsados de la Isla.  A esta sublevación se conoce con el nombre de “Visperas sicilianas” (Matanza que hicieron los sicilianos de 8.000 franceses, o angevinos, el lunes de Pascua de 1282 al toque de vísperas). Se dice que, para reconocer luego a los franceses disfrazados, les hacían decir el vocablo italiano “cicciero” cuya pronunciación es difícil a los extranjeros.

A Pedro III el Grande le es denegada por Martín IV la solicitud de cruzada para la expedición a Túnez.


PEDRO III el Grande se dirige al papa, MARTÍN IV, solicitando la bula de cruzada para la expedición a Túnez, que el Sumo Pontífice deniega. Pese a ello, la escuadra de PEDRO III el Grande, rey de Aragón, de ciento cincuenta naves, mandada por Roger de Llúria, sale, en la fecha, de Port Fangós, en la desembocadura del Ebro (Tarragona) (Además de Port Fangós en el mar, Tortosa tiene dos puertos en el río Ebro, el Grao y la Riba de Rec en la propia ciudad.)

Cuando la escuadra de PEDRO el Grande llega a Al-Coll (Túnez), la sublevación ha sido ya dominada.


Cuando la escuadra de PEDRO el Grande llega a Al-Coll, cerca de Constantina (Túnez), la sublevación ha sido ya dominada. Los ejércitos catalanes se limitan a algunas escaramuzas.

Una embajada siciliana ofrece a PEDRO el Grande el trono siciliano si jura los privilegios de la isla.


En agosto, una embajada siciliana ofrece a PEDRO el Grande el trono siciliano si jura los privilegios de la isla. Éste -enfrentado a los Anjou- acepta la oferta de convertirse en rey de Sicilia. Hacia allí se dirige. Para esta aventura, PEDRO recluta a almogávares.

Pedro III es acogido entusiásticamente por la población siendo homenajeado como rey de Sicilia.


En la fecha, PEDRO el Grande desembarca su ejército de almogávares en el puerto siciliano de Trápani. PEDRO, que hace a caballo el trayecto Trápani-Palermo mientras la flota sigue por la costa, es acogido entusiásticamente por la población recibiendo el homenaje de la nobleza y representantes de las ciudades como rey de Sicilia.