ENRIQUE IV (III Rey de Navarra 1572-1610)(IV Rey de Francia 1589-1610)

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ENRIQUE considerando que «París bien vale una misa», vuelve al catolicismo.


ENRIQUE IV de Francia comprende que, aunque él y sus seguidores son protestantes por convicción, la mayoría de los franceses siguen siendo fieles católicos, por lo que en 1593 se convierte públicamente al catolicismo. ENRIQUE comprende que no se siente inclinado a inmolar su vida en combate, así que en 1593, considerando que «París bien vale una misa», vuelve al catolicismo. El hábil canciller de ENRIQUE IV, Maximilien de Bethune, duque de Sully, se mantendrá como hugonote pero continuará sirviendo a su rey.

ENRIQUE de Borbón, abjura solemnemente del “calvinismo” en la abadía de Saint Dennis (París).


El Papa CLEMENTE VIII declara resueltamente: «Queremos la paz para Francia, pero sin fomentar las ambiciones de una potencia extranjera». Es decir, que el Papa no quiere convertirse en capellán del rey de España. Así, pues, ENRIQUE de Borbón, abjura solemnemente -en la fecha- del “calvinismo” en la abadía de Saint Dennis (París), tras pronunciar la frase histórica de “París bien vale una misa” y se convierte al catolicismo. Así se establece la dinastía de los Borbones en el trono francés.

ENRIQUE de Navarra, rey de Francia, es coronado en Chartres (ENRIQUE IV) y entra en París el 22/3.


ENRIQUE de Navarra, rey de Francia, es -en la fecha- coronado en Chartres (ENRIQUE IV) y entra en París el 22/3. Enseguida declarará la guerra a FELIPE II de España ENRIQUE IV de Francia.

En la óptica de FELIPE II, el gobierno de ALBERTO e ISABEL CLARA debe pacificar los Países Bajos.


Una vez más FELIPE II mantiene el proyecto, pero buscando un nuevo archiduque para marido de su hija ISABEL. El elegido es ALBERTO, otro sobrino del anciano monarca español. En la óptica de FELIPE II, el gobierno de ALBERTO e ISABEL CLARA, conocidos por los historiadores como “los archiduques”, debe pacificar los Países Bajos y permitir la reincorporación de las provincias holandesas rebeldes. La separación, por lo menos nominal, de España y los Países Bajos, debe facilitar también la conclusión de una paz con ENRIQUE IV de Francia

Clemente VIII absuelve solemnemente al rey converso, lo reconoce como rey legítimo de los franceses y lo admite sin restricciones en el seno de la Iglesia.


Dos años después, el 25 de julio de 1595, Clemente VIII absuelve solemnemente al rey converso, lo reconoce como rey legítimo de los franceses y lo admite sin restricciones en el seno de la Iglesia.

Los españoles toman a los franceses la plaza de Cambray.


Los españoles toman a los franceses la plaza de Cambray

Enrique IV de Francia por medio del Tratado de Greenwich se alía con países protestantes contra España.


ENRIQUE IV de Francia por medio del Tratado de Greenwich se alía con Inglaterra, Suiza, Las Provincias Unidas, Saboya y los protestantes alemanes, contra España.

FELIPE II busca la paz con ENRIQUE IV, rey de Francia y de Navarra.


FELIPE II busca la paz con ENRIQUE IV, rey de Francia y de Navarra, pero prepara obstinadamente una nueva invasión de Inglaterra y en los astilleros y puertos de Cádiz se construyen lanchas, bajeles y embarcaciones con destino a Calais, lugar del que la armada habría de partir en su día para desembarcar en Irlanda.

La primera composición musical que puede integrarse en el género de ópera, es “Dafne”.


La primera composición musical que puede integrarse en el género de ópera, es “Dafne”, compuesta en 1598 por los italianos Giulio Caccini y Jacopo Peri. Dos años después estrenan en Florencia una segunda obra de características similares, titulada “Eurídice”, realizada para la boda de Enrique IV de Francia y MARÍA de Médicis. No obstante el verdadero precursor del género es Claudio Monteverdi, seguidor de Peri.

ENRIQUE IV de Francia promulga el edicto de Nantes, que autoriza todos los cultos.


En Francia, los calvinistas llamados “hugonotes”, han tenido que sostener interminables “guerras de religión” contra los católicos, hasta que ENRIQUE IV de Francia (ENRIQUE de Borbón de Navarra) tiene la excelente idea de promulgar -en la fecha- el edicto de Nantes, en virtud del cual se tolera a los hugonotes en determinadas ciudades y se les protege de la persecución efectiva, con tal de que se mantengan alejados de París y de otros lugares concretos. De este modo, las guerras civiles religiosas en Francia concluyen, después de treinta y cinco años de luchas inútiles. El reinado de ENRIQUE IV, a partir de 1598, supone para Francia un periodo de recuperación tras las guerras de Religión y el comienzo de un crecimiento económico renovado. La mayor parte de este período transcurrirá en paz y las finanzas reales se restablecerán. Este edicto fue derogado el 28/6/1629