Los primeros años del reinado de CARLOMAGNO estarán caracterizados por las campañas militares que lleva a cabo. Así, entre 772 y 804 realizará diversas campañas contra los sajones en Alemania, a quienes somete y obliga a convertirse al cristianismo.
CARLOMAGNO (Rey de los francos, 768-771 y 771-814) (Emperador, 800-814)
Total de piezas: 73
Carlos I, llamado «el Grande» y más conocido como Carlomagno, fue rey de los francos desde 768 hasta su muerte, rey nominal de los lombardos y emperador de Occidente.
Ver Genealogía de la Dinastía Carolingia del Reino de los francos
ADRIANO I es nombrado Papa.
ADRIANO I -papa- (9.2.772-25.12.795). Romano y de familia noble. Era diácono que había servido a Pablo y a Esteban III. Es elegido fácilmente y sin notable oposición. El principal problema al que tiene que enfrentarse es, por supuesto, la enmarañada y peligrosa relación con el lombardo DESIDERIO, ahora más complicada aún por la muerte de Carlomán y la disputa por la sucesión al trono de los francos. Los nobles se apiñan en torno a CARLOMAGNO, pero la viuda de Carlomán apela a DESIDERIO en busca de ayuda. ADRIANO, por su parte, no tiene el más mínimo interés en favorecer los planes de una casa que últimamente parece haberse desentendido de los compromisos adquiridos por Pipino.
El lombardo DESIDERIO se levanta contra el Papa. Éste pide ayuda a CARLOS.
DESIDERIO, el rey lombardo, quiere que el papa intervenga contra los francos, para defender los derechos de su hija GERBERGA y el honor de su otra hija ERMENGARDA, pero el papa ADRIANO I teniendo en cuenta las antiguas pretensiones de los lombardos, y porque CARLOS (Carlomagno) ya estaba casado cuando se unió con ERMENGARDA, no favorece su política. Entonces DESIDERIO se levanta contra Roma. Ante las amenazas lombardas, el papa ADRIANO amenaza con la excomunión (la primera vez que la excomunión se utiliza con propósitos políticos) y ordena reforzar las puertas de San Pedro mientras envia un aviso urgente a CARLOS en demanda de auxilio. CARLOS, seguro ya de ser el sucesor de su hermano, responde favorablemente y trata de persuadir a DESIDERIO de que respete las resoluciones tomadas con anterioridad. El fracaso de aquellas negociaciones proporcionará a CARLOS la excusa que probablemente ha estado esperando para invadir Italia.
CARLOS con dos ejércitos, acude personalmente a Italia y se bate con los lombardos.
CARLOS, al cabo de unos meses, con dos ejércitos, acude personalmente a Italia y se bate con los lombardos. La guerra se prolongará entre los años 773 y 774. Al final, CARLOS obligará a DESIDERIO -rey de los lombardos- a refugiarse en Pavía, y a su hijo Adelquio en Verona. El papa, ADRIANO I, consigue recuperar las tierras que formarán los Estados Pontificios pero las amenazas continúan en la península Itálica.
CARLOS da un fuerte impulso a la educación y a las artes: «Renacimiento carolingio».
CARLOS que ya está en Italia, va a Roma, con ocasión de las fiestas pascuales siendo recibido, en la fecha, por el Papa ADRIANO I y el pueblo con gran honor. En tal circunstancia, se ratifica el Pacto de Quiercy de 754. Esto significa el definitivo reconocimiento del Estado Pontificio. CARLOS, que no sabe escribir, da un fuerte impulso a la educación y a las artes, solicitando el concurso de los obispos para organizar escuelas en torno a sus catedrales. La escritura, la copia de libros, el arte, las obras arquitectónicas y el pensamiento de los hombres educados en la catedral y en las escuelas monásticas, propician un importante cambio cualitativo y cuantitativo de la vida intelectual. El resultado de este aliento de la educación y de las artes es lo que se conoce como el «Renacimiento carolingio», que abarca desde el reino de CARLOS hasta el de su hijo Luis el Piadoso. CARLOS reforma vigorosamente la Iglesia franca. Escoge juiciosamente a los obispos, a los que considera como altos funcionarios y con respecto al clero secular favorece el establecimiento de comunidades de canónigos. Se imponen los libros de la liturgia romana.
CARLOS remata su lucha contra los lombardos. Conquista Pavía -su capital- y Verona.
CARLOS en la lucha que tiene entablada con los lombardos, conquista, en la fecha, Pavía -su capital-, también Verona tiene que ceder. Adelquio -el hijo de DESIDERIO- huye a la corte de Bizancio, mientras DESIDERIO es capturado y recluido en un monasterio de Francia. En la fecha, abdica y su reino queda incorporado al de los francos. Sólo el ducado de Benevento, en el sur de la península, mantiene la independencia. Para consagrar su victoria CARLOS asume el título de rey de los lombardos (774-814) haciéndose coronar en Pavía con la Corona de Hierro lombarda y a partir de este momento, empieza a utilizar el tútulo de «Patricio de los Romanos», otorgado a su padre, pero que no lo ha utilizado jamás. El pontífice ADRIANO I proporciona una extraordinaria acogida al vencedor. Libre de este peligro puede dedicarse a sus menesteres religiosos.
La segunda esposa de CARLOS, rey de los francos, es Hildelgarda, mujer noble de origen suabo.
La segunda esposa de CARLOS, rey de los francos, es Hildelgarda, mujer noble de origen suabo con la que tuvo 9 hijos, cuatro varones -CARLOS, PIPINO y LUDOVICO entre ellos – y cinco mujeres – Rotrudis, Berta y Gisela son las que se conocen-.
El duque de Fruil, Rodgauso, se rebela. CARLOMAGNO vuelve a Italia para acabar con la revuelta.
El duque de Fruil, Rodgauso, se rebela en el año 776. CARLOS vuelve a Italia para acabar con la revuelta.
La Dieta de Paderborn impone el catolicismo a toda la estirpe sajona. 4.000 prisioneros son degollados.
Con más tenacidad que ningún otro pueblo alemán, los sajones, -pueblo germánico que ocupa el territorio situado entre el Elba y el mar del Norte-, por razones políticas, se aferran al paganismo. Aceptar el cristianismo para ellos suponía someterse al rey de los francos. Al subir al trono CARLOS, se ve obligado a reprimir las incursiones de rapiña de los sajones en su territorio. Vencidos en 777, la Dieta de Paderborn impone el catolicismo a toda la estirpe sajona y CARLOS le envÍa misioneros. Pero los sajones se sublevarán y asesinarán a los predicadores del Evangelio, obligando a renegar de la fe a los que se habían convertido. Vencidos nuevamente por CARLOS, hace degollar en Verdún a más de cuatro mil guerreros prisioneros. Algunos de los consejeros eclesiásticos del emperador, como ALCUINO y Paulino de Aquilea, critican su postura tan tajante.
CARLOS inicia una contundente expedición en el norte de la Península Ibérica.
CARLOS (Carlomagno) quiere iniciar de una vez la formación de la Marca al sur de sus territorios, que le distancie del Emirato Omeya de Córdoba y que abarque desde los Pirineos hasta el río Ebro. Así, en el año 777, aprovecha una petición de ayuda por parte de los árabes de Barcelona, Zaragoza y Huesca (los Banu Quasi) en contra del emir de Córdoba e inicia una contundente expedición en el norte de la Península Ibérica. Dos grandes ejércitos atraviesan los Pirineos y se unen ya en Hispania. De hecho, los cristianos que han escapado de la invasión musulmana se encuentran refugiados en las montañas de los Pirineos. Allí han edificado castillos y fortalezas en las que se han defendido de los musulmanes. CARLOS alienta a estos pobladores a resistir y les proporciona protección y ayuda militar.