El siguiente paso de BISMARCK es apartar a Austria -que domina la Confederación Germánica creada en 1815- del proceso unificador alemán. Por tanto, cuando Austria convoca, en la fecha, una reunión de gobernantes germánicos a fin de reformar la Confederación germánica, BISMARCK se niega a permitir que acuda GUILLERMO I. Y, sin Prusia, el congreso se queda en nada.

Después de muchos avatares, la unificación alemana quedará consagrada (1863-70) por obra de un poder fuerte, el prusiano, y del canciller BISMARCK. En la fecha tiene lugar un encuentro muy importante en la Residencia de Munich: el joven Príncipe LUIS de Baviera, se reúne con BISMARCK -primer ministro de GUILLERMO I de Prusia- que está llevando a cabo su política de aislamiento del imperio austríaco. Este encuentro deja huellas de amistad y admiración en ambas personalidades. Se dice que en el estudio de BISMARCK nunca faltó la fotografía de LUIS de Baviera.

El 15/11/1863, muere el rey de Dinamarca. Le sucede su primo hermano quien reinará como CRISTIÁN IX, pero se plantean varios problemas dinásticos que BISMARCK aprovecha para intervenir arrastrando a Austria que no desea quedarse al margen del beneficio moral de la intervención.Como no existe ningún contencioso previo entre Prusia y Austria que proporcione a BISMARCK el motivo para la ruptura, éste lo creará con el conflicto de los Ducados. Schleswig, Holstein y Lauenburg son tres ducados que pese a predominar en ellos la población de lengua alemana e incluirse los dos últimos en la Confederación Germánica, están unidos a la corona danesa.

El 16 de enero de 1864, BISMARCK organiza una alianza con Austria, la cual no muestra mucho entusiasmo por la iniciativa. Se envía un ultimátum a los daneses, redactado en unos términos que lo hagan inaceptable.

El 1 de febrero, las dos potencias germánicas invaden Dinamarca (Guerra de los ducados). ?En realidad es Prusia la que hace la mayor parte del trabajo, pues BISMARCK desea que el ejército se entrene, y queda muy satisfecho dejando a los austríacos en la retaguardia, como si se? escabulleran. El ejército prusiano realiza su tarea a la perfección, y Dinamarca no tiene una sola oportunidad. Los británicos tratarán de hacer la paz, pero Bismarck los manejará con habilidad y sin mayores dificultades.

Tras una corta guerra, se produce la derrota danesa, la caída del Gobierno nacional liberal y la firma, en la fecha, en Viena, de un Tratado, que coloca a los tres ducados, ya independientes, bajo la protección de Austria y Prusia. Prusia consigue la salida al Mar del Norte que le faltaba. Esta derrota, deja ondas marcas? en la identidad nacional danesa. Luego de este suceso, Dinamarca adopta una política de neutralidad que mantendrá incluso a lo largo de la Primera Guerra Mundial. BISMARCK hace saber al mundo que Prusia es ahora, por vez primera en la historia, un socio de Austria en igualdad de condiciones dentro del mundo germánico. En segundo lugar, esta declaración da pie a una situación que seguramente brindará una excusa para enfrentase a Austria en el momento que ello resulte más conveniente. BISMARCK no teme el resultado de la confrontación. Las operaciones conjuntas en Dinamarca han puesto en claro que el ejército prusiano es muy superior al austríaco.

NAPOLEÓN III recibe en Biarritz a BISMARCK. BISMARCK insinúa a NAPOLEÓN III que Francia podría aprovecharse de una derrota austríaca a manos de Prusia. NAPOLEÓN III es tan insensato como para creer a BISMARCK, y además piensa que Austria vencerá o que,? en el peor de los casos, la guerra será lo bastante larga como ?para debilitar a ambos contendientes en beneficio de Francia. Así? pues, NAPOLEÓN III se aviene a permanecer neutral.

El imperio de los Habsburgo se ha mantenido durante mucho tiempo como la gran potencia de Europa central. Habiendo sido vencidos en Italia por las tropas de VÍCTOR MANUEL II y NAPOLEON III, los austríacos quieren mantener a toda costa su influencia sobre los países germánicos. Pero Prusia decide eliminar a los Habsburgo.

El 8 de abril de 1866, BISMARCK establece una alianza con la nueva nación italiana, que detesta a Austria a causa de las pasadas opresiones, y que considera que aún queda territorio italiano bajo el yugo austríaco. (Lo llaman la “Italia irredenta”, y consiste principalmente en las ciudades de Trento y Trieste.) De este modo, Austria queda prácticamente aislada, y BISMARCK está dispuesto a encontrar una excusa para la guerra en cualquier iniciativa que Austria tome en Schleswig-Holstein.

Estalla, en la fecha, la guerra Austro-Prusiana llamada “Guerra de las Siete Semanas”. No es una guerra pedida por la opinión pública, pero el gobierno prusiano la considera necesaria. Prevista con mucho tiempo y preparada a sangre fría, su objetivo no es la conquista, la expansión territorial o la adquisición de ventajas materiales, sino el aumento de poder de Prusia y el rechazo de Austria. La mayor parte de los Estados alemanes menores, que prefieren una Austria inepta a una Prusia extremadamente eficiente, se alinean con Austria, pero su ayuda carece de efectividad. Como Prusia no tiene preocupación alguna en lo tocante al resto de Europa (en particular Francia), se mantiene firme. Cuando BISMARCK tiene el ejército suficientemente preparado y asegurada la neutralidad de Francia y Rusia y el apoyo de Italia, aprovecha el pretexto de la agitación antiprusiana en Holstein -uno de los tres ducados liberados de la dominación danesa y que es administrado por Austria- para declarar la guerra a Austria.