Al principio de este año había en Palestina 1.035.281 habitantes; 759.712 eran musulmanes, 174.006 judíos: 92.398 cristianos y 10.101 de diversos credos. Las investigaciones posteriores de Shaw y Simpson recomiendan frenar la creación del «hogar judío». El alto comisario Chancellor apuesta entonces por un nuevo Libro Blanco que limite la inmigración y la compra de tierras por parte de los judíos; ya que la imagen, y con ella los intereses, de los británicos se está resintiendo ante los árabes. El nuevo Libro Blanco no llegará a aplicarse esta vez por la violencia desatada por los judíos.

En 1936 los judíos censados en Palestina son 400.000.

España empieza 1936 con 24.693.000 habitantes. Un 48,8 por ciento sin hombres y un 51,2 mujeres.

Por su parte, la Conferencia de Estados Árabes, reunida este mismo año, no acepta las sugerencias del informe Peel. La Conferencia declara a Palestina parte integrante del patrimonio árabe y pide la derogación de la declaración Balfour y del mandato de Inglaterra. En todo caso, dicen los árabes, Palestina debe convertirse en un Estado binacional (con mayoría árabe, por tanto). Posteriormente se presentan propuestas intermedias por parte de Inglaterra. En Palestina la población judía ha pasado a 416.000 habitantes y gracias a la protección británica, tanto la industria como la agricultura, así como la aportación de capitales judíos y la inmigración de hebreos, se han elevado ostensiblemente.

El Gobierno inglés envía una delegación, la Comisión Peel, para q?ue dé un informe sobre la situación en Palestina. El «rapport» de Peel propone la división de Palestina en dos Estados independientes, uno árabe y otro judío y con Jerusalén bajo control británico

Las tropas franquistas tras su ofensiva en el Norte de España consiguen, con ayuda de las tropas italianas, entrar en Vizcaya. El día 26 de abril de 1937 -día de mercado- la villa foral de Gernika, de unos 7.000 habitantes, es atacada por la aviación «nacional» y queda prácticamente destruida por el incendio provocado por las bombas. El ataque se inicia con una acción exploratoria de varios aviones italianos, que sobrevuelan su objetivo, a las cuatro y media de la tarde. Dos horas después el grueso de la Legión Cóndor ataca la ciudad de norte a sur lanzando sobre ella unas 23 toneladas de bombas, que destruyen aproximadamente una cuarta parte de los edificios de la villa y ocasionan un incendio, que se propaga al 70 % de los inmuebles de la localidad. Sin embargo, las bombas no alcanzan al puente, la Casa de juntas, el histórico roble, las fábricas de armas y, ni siquiera, la estación de ferrocarril que, aunque pequeña, constituye un objetivo militar.

A pesar de la guerra, Madrid, la capital, continúa su proceso de crecimiento de población que en estas fechas ronda el millón y medio de habitantes. Se ha calculado que llegó a acoger unos 500.000 refugiados, muchos de los cuales fueron posteriormente evacuados a otros puntos de España. (A finales de 1937 las cartillas de racionamiento expedidas en la capital cubrían a más de 800.000 personas.)

El coste humano de la Guerra Civil española ha sido muy importante para la demografía catalana. Han muerto unas 55.000 personas y los nacimientos, además, han bajado muchísimo. El decenio de los cuarenta será el de la lenta recuperación, con una baja natalidad, una elevada mortalidad infantil y una clara reducción de la esperanza de vida, con la reaparición de muchas enfermedades. Aun así, la inmigración conseguirá que al final de la década el incremento de población aumente en un 12%.

Censo en España: 26.014.278 habitantes.

La población judía en Jerusalén es de 97.000; de árabes musulmanes de 30.630 y de árabes cristianos 29.350.