Desde mediados del siglo XIX, los pueblos balcánicos van liberando sus territorios del poder otomano, mientras éste se va debilitando. En mayor o menor medida, Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria consiguen liberarse del yugo otomano, ayudados por potencias como Rusia, que ve en los pueblos balcánicos sus primos (tanto Rusia como Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria son ortodoxos, y estos tres últimos son además eslavos, como los rusos) y que además, tiene a Turquía como enemiga. A principios de siglo, sin embargo, la influencia turca aún se hace notar, tanto a nivel geográfico como político. De hecho sigue controlando Macedonia y Albania. El entonces presidente griego Eleftherios Venizelos idea que los países balcánicos ortodoxos (Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria) deben unirse para acabar por fin con la influencia otomana en los Balcanes. Así nace, en 1912, la llamada «Liga Balcánica».
GUERRAS BALCÁNICAS I y II (1912-1913)
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Serbia forja una alianza con Bulgaria contra Turquía.
Serbia forja una alianza con Bulgaria contra Turquía el 13 de marzo de 1912 y Grecia firma un convenio militar con Bulgaria en mayo del mismo año.
Bulgaria envía una petición a los turcos en la que reclama la concesión de la autonomía de Macedonia.
La tensión ha ido incrementándose progresivamente en la península Balcánica a lo largo del verano de 1912, especialmente después del 14 de agosto, fecha en la que Bulgaria envía una petición a los turcos en la que reclama la concesión de la autonomía de Macedonia, una provincia turca en aquella época.
Montenegro declara la guerra al Imperio otomano.
Montenegro declara -en la fecha- la guerra al Imperio otomano por la discriminación que sufre la población no islámica en la zona europea de Turquia. El hecho de que tome la iniciativa el más pequeño de los Estados balcánicos constituye todo un gesto de desafío para los demás Estados balcánicos. En efecto, diez días después, los países aliados de Montenegro en la Liga Balcánica -Bulgaria, Grecia y Serbia- se unen a la lucha. Debilitado por dificultades políticas internas y por la guerra de Trípoli contra Italia, el Imperio otomano opone escasa resistencia a los ataques. En pocas semanas, el «hombre enfermo del Bósforo», perderá todas sus posesiones europeas, a excepción de una pequeña región próxima a Constantinopla.
Primera Guerra Balcánica (1912-1913). Anticipo de la Primera Guerra Mundial.
La Liga Balcánica (Serbia, Bulgaria, Montenegro y Grecia) une sus ejércitos contra el sultán turco, y estalla la Primera Guerra Balcánica, anticipo de la Primera Guerra Mundial, y logra expulsar a los turcos relegándolos a una pequeña región en la punta suroriental de la peninsula balcánica (esta región aún pertenece a Turquía, y sigue siendo reclamada tanto por Grecia como Bulgaria). El ejército griego, además, logra liberar el Epiro del Norte (una región del sur de Albania en la que viven griegos), el sur de Macedonia con la ciudad de Tesalónica y la mayoría de las islas del Egeo. Esta guerra será conocida como la Primera Guerra Balcánica (8/10/1912-30/5/1913). Esta guerra producirá una gigantesca oleada de refugiados: unas cien mil personas de origen turco-musulmán huirán del ataque de los ejércitos de la Liga de los Balcanes, en dirección a Constantinopla.
Un grupo nacionalista radical toma el poder en el Imperio otomano a través de un golpe de Estado.
El 23 de enero, un grupo nacionalista radical toma el poder en el Imperio otomano a través de un golpe de Estado, por lo que la lucha se reanuda al cabo de una semana. En las siguientes contiendas, Grecia toma Jannina (actualmente la región de Epiro, situada al noroeste de Grecia) y Bulgaria conquista Adrianópolis (actualmente Edirne, perteneciente a Turquía).
Los turcos, que han perdido la guerra, firman un armisticio con Bulgaria, Grecia y Serbia.
Los turcos, que han perdido la guerra, firman un armisticio con Bulgaria, Grecia y Serbia. Montenegro acepta la tregua pocos días después.
Se firma en Londres el Tratado que pone fin a la «Primera Guerra Balcánica».
En la fecha, se firma en Londres el Tratado que pone fin a la «Primera Guerra Balcánica». Por otra parte se reconoce también en dicho Tratado la independencia de Albania que no incluye la región de Gjirokastër en manos de Grecia. Kosovo queda dividida, una parte para Serbia -como provincia autónoma- y otra para Montenegro. Se reduce, pues, notablemente las posesiones turcas en Europa. En ese largo período de ocupación otomana han sucedido varios hechos determinantes para la actual cultura albanesa: gran parte de la población urbana ortodoxa se ha exilado, principalmente en el sur de Italia y Grecia, mientras que la mayoría de la población que se ha mantenido en el país se ha convertido al islam, a lo largo de los siglos de ocupación. Tras la progresiva conversión al islam (por interés y supervivencia) y la asimilación turca de gran parte de los albaneses, Albania se convierte en un Estado privilegiado y leal al Imperio, alcanzando altos cargos en la administración del Imperio y también como fuerzas de choque para mantener el control sobre Grecia, Serbia, el territorio de la actual República de Macedonia y Bulgaria.
Las naciones balcánicas, vencedoras de la «Primera Guerra Balcánica» (1912-1913) no tardan en disputar entre ellas.
Los acuerdos de Londres que dan fin a la «Primera Guerra Balcánica» no han dejado satisfecho a ninguno de los protagonistas. Las naciones balcánicas, vencedoras de la «Primera Guerra Balcánica» (1912-1913) no tardan en disputar entre ellos por el reparto de las tierras conquistadas. Bulgaria que ha cosechado algunas brillantes victorias y ha perdido más hombres que el ejército griego, serbio y montenegrino, trata de llevarse la parte del león en Macedonia y sus tropas empiezan a penetrar en este país. Serbia hubiera accedido en el caso de que se le hubiera permitido anexionar Albania y, con ella, lograr una salida al mar. Pero Austria-Hungría, sin embargo, se muestra inflexible en cuanto a la independencia de Albania y al mantenimiento de Serbia como país interior (Una Serbia con salida al mar puede desarrollar un comercio marítimo y puede ganarse la amistad de Gran Bretaña). En estas circunstancias, Serbia debe asegurarse de que Bulgaria no cobre excesiva fuerza.
Los búlgaros, incapaces de enfrentarse a Serbia, solicitan un armisticio que les es concedido.
El 30 de julio, los búlgaros, incapaces de enfrentarse a esta coalición, solicitan un armisticio que les es concedido. En efecto, Bulgaria muy agotada por la primera contienda no puede resistir el ataque y capitula. También esta segunda guerra balcánica está jalonada por discriminaciones y conversiones forzosas de grupos de distinta lengua y confesión, así como por expulsiones y asesinatos masivos perpetrados contra la población civil. La política hostil y represiva contra las minorías reafirmará la ideología nacionalista dentro de los diferentes países balcánicos y reavivará el odio entre las distintas nacionalidades.