ALBANIA

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Albania (el antiguo Epiro) vive un súbito, breve, y brillante momento de su historia en esa época.


Albania (el antiguo Epiro) vive un súbito, breve, y brillante momento de su historia en esa época. Jorge CASTRIOTA es un albanés que en su juventud ha sido rehén de los turcos y se ha convertido al Islam. Más tarde, regresa a su país, vuelve a abrazar el cristianismo y, a partir de 1443, expulsa a los turcos y mantiene Albania virtualmente independiente. Se le conoce como \» Skanderbeg\» (\»Señor Alejandro\») entre sus compatriotas que harán de él su héroe nacional. Entre 1443 y 1467, Skanderbeg, dirigirá en nombre de los albaneses las luchas conjuntas de serbios, búlgaros, rumanos y otros pueblos de la zona contra los turcos otomanos, convirtiéndose en el héroe nacional y un icono de la lucha contra el invasor islámico. (Antonio Vivaldi le dedicará una ópera a Skanderbeg con el mismo nombre). De esta época datan los primeros documentos escritos en lengua albanesa, en alfabeto cirílico.

JORGE CASTRIOTA, expulsa a los turcos de su país y mantiene Albania virtualmente independiente.


Albania (el antiguo Epiro) vive un súbito, breve y brillante momento de su historia en esta época. Jorge Castriota es un albanés que en su juventud ha sido rehén de los turcos y se ha convertido al Islam. Más tarde regresa a su país, vuelve a abrazar el cristianismo y, a partir de 1444, expulsa a los turcos y mantiene Albania virtualmente independiente. Se le conoce como «Skanderbeg» («Señor Alejandro») entre sus compatriotas, que hacen de él su héroe nacional.

Muerte de SKANDENBERG, el mítico príncipe de Albania.


Muerte de SKANDENBERG, el mítico príncipe de Albania.

Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria, se unen para acabar con la influencia otomana en los Balcanes. Así nace la llamada «Liga Balcánica».


Desde mediados del siglo XIX, los pueblos balcánicos van liberando sus territorios del poder otomano, mientras éste se va debilitando. En mayor o menor medida, Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria consiguen liberarse del yugo otomano, ayudados por potencias como Rusia, que ve en los pueblos balcánicos sus primos (tanto Rusia como Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria son ortodoxos, y estos tres últimos son además eslavos, como los rusos) y que además, tiene a Turquía como enemiga. A principios de siglo, sin embargo, la influencia turca aún se hace notar, tanto a nivel geográfico como político. De hecho sigue controlando Macedonia y Albania. El entonces presidente griego Eleftherios Venizelos idea que los países balcánicos ortodoxos (Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria) deben unirse para acabar por fin con la influencia otomana en los Balcanes. Así nace, en 1912, la llamada «Liga Balcánica».

Se firma en Londres el Tratado que pone fin a la «Primera Guerra Balcánica».


En la fecha, se firma en Londres el Tratado que pone fin a la «Primera Guerra Balcánica». Por otra parte se reconoce también en dicho Tratado la independencia de Albania que no incluye la región de Gjirokastër en manos de Grecia. Kosovo queda dividida, una parte para Serbia -como provincia autónoma- y otra para Montenegro. Se reduce, pues, notablemente las posesiones turcas en Europa. En ese largo período de ocupación otomana han sucedido varios hechos determinantes para la actual cultura albanesa: gran parte de la población urbana ortodoxa se ha exilado, principalmente en el sur de Italia y Grecia, mientras que la mayoría de la población que se ha mantenido en el país se ha convertido al islam, a lo largo de los siglos de ocupación. Tras la progresiva conversión al islam (por interés y supervivencia) y la asimilación turca de gran parte de los albaneses, Albania se convierte en un Estado privilegiado y leal al Imperio, alcanzando altos cargos en la administración del Imperio y también como fuerzas de choque para mantener el control sobre Grecia, Serbia, el territorio de la actual República de Macedonia y Bulgaria.

Las naciones balcánicas, vencedoras de la «Primera Guerra Balcánica» (1912-1913) no tardan en disputar entre ellas.


Los acuerdos de Londres que dan fin a la «Primera Guerra Balcánica» no han dejado satisfecho a ninguno de los protagonistas. Las naciones balcánicas, vencedoras de la «Primera Guerra Balcánica» (1912-1913) no tardan en disputar entre ellos por el reparto de las tierras conquistadas. Bulgaria que ha cosechado algunas brillantes victorias y ha perdido más hombres que el ejército griego, serbio y montenegrino, trata de llevarse la parte del león en Macedonia y sus tropas empiezan a penetrar en este país. Serbia hubiera accedido en el caso de que se le hubiera permitido anexionar Albania y, con ella, lograr una salida al mar. Pero Austria-Hungría, sin embargo, se muestra inflexible en cuanto a la independencia de Albania y al mantenimiento de Serbia como país interior (Una Serbia con salida al mar puede desarrollar un comercio marítimo y puede ganarse la amistad de Gran Bretaña). En estas circunstancias, Serbia debe asegurarse de que Bulgaria no cobre excesiva fuerza.

Durante la Primera Guerra Mundial Albania será campo de batalla entre las fuerzas de la Entente Cordiale y las de los autodenominados Imperios Centrales.


Durante la Primera Guerra Mundial el empobrecido territorio de Albania será campo de batalla entre las fuerzas de la Entente Cordiale y las de los autodenominados Imperios Centrales, y al concluir la guerra se ratificará el control serbio-montenegrino sobre Kosovo y las zonas de mayoría albanesa en la Macedonia septentrional; Grecia obtendrá hasta la Segunda Guerra Mundial el control del Epiro Septentrional (Épiro del Norte), donde la población de origen heleno (griego) constituye desde milenios la mayoría.

Esta pieza también aparece en ... GRECIA MODERNA (1832 - ………)

Control de las potencias centrales sobre la mayor parte de los Balcanes.


Toda Rumanía, Serbia y Montenegro, la mayor parte de Albania y una esquina de Grecia están sujetas al control de las potencias centrales. Desde Salónica en Grecia, los aliados incrementan lentamente sus fuerzas militares constituyendo el «Frente de Salónica».