Tratado de Monteagudo: JAIME II el Justo intenta conseguir una paz con SANCHO IV de Castilla para poder resolver libremente el problema siciliano. Ambos monarcas, SANCHO IV y JAIME II el Justo, deciden, en la fecha, en Monteagudo que la reconquista debe continuar en África y, en consecuencia, se reparten las zonas de posible actuación: Marruecos, considerada una prolongación de Andalucía, se reserva a Castílla, mientras que la zona al este de la desembocadura del río Mulaya corresponderá a la expansión de la Corona de Aragón. Castílla, sin embargo, ayudará a los aragoneses si éstos son atacados por Francia. Por otra parte, JAIME II se compromete en matrimonio con la infanta ISABEL, una híja de pocos años, de SANCHO IV. En el acuerdo se establece que Aragón participará en la toma de Tarifa y que además SANCHO IV se ofrece a efectuar una labor de mediación para un posible acuerdo franco-aragonés. La alianza es aprobada por el rey de Francia, por lo que los infantes de la Cerda quedan solos. Con todo ello, en este año, la crisis sucesoría, iniciada en 1275 al morir FERNANDO dela Cerda, había prácticamente concluido.

JAIME II el Justo es un monarca legalista, muy respetuoso con los acuerdos y convenios establecidos con sus súbditos a los que frecuentemente convoca a Cortes. Durante este reinado crece el prestigio de la institución parlamentaria, cuya composición y funcionamiento el monarca reglamenta. Se adoptan entonces medidas que refuerzan la sumisión de los particulares a la ley y el control de los funcionarios públicos, con lo que se fortalecen las instituciones y los reinos se hacen más gobernables.

DIONISIO I de Portugal suscribe con Inglaterra un tratado llamado a durar largo tiempo.Y lo que es más importante, estimula la construcción naval con ayuda de expertos de Venecia y Génova, lo que inicia la tradición marinera de Portugal. Funda la Universidad de Lisboa, más tarde trasladada a Coimbra.

Se pretende alcanzar en el Mediterráneo un reequilibrio entre los reyes de Francia y los Anjou, por un lado, y la Corona de Aragón, por el otro. Por otra parte, JAIME II el Justo, rey de la Corona de Aragón, no puede mantener por más tiempo la lucha que tiene abierta en distintos frentes, por lo que decide aceptar -en la fecha- el Tratado de Anagni, proclamado por el papa BONIFACIO VIII y destinado a conseguir aquel reequilibrio. Por este acuerdo, JAIME II se casará con BLANCA, hija de su rival en Sicilia, CARLOS de Nápoles. Por otra parte, JAIME II renunciará a Sicilia que deberá ser entregada al Papa. También se compromete a devolver las Islas Baleares a su tío JAIME II de Mallorca. Por su parte, FELIPE IV el Hermoso, rey de Francia, renunciará a sus pretensiones sobre Aragón. Una cláusula secreta estipula que, a cambio, el papa encomienda al Rey de Aragón la conquista de Córcega y Cerdeña, por lo que Sicilia seguirá estando bajo la influencia catalana. Lógicamente, FEDERICO de Sicilia, hermano menor de JAIME II, está en pleno desacuerdo con los términos de este tratado. Así también la reina madre CONSTANZA.

Entretanto en el Magreb central y oriental, JAIME II el Justo conjuga la diplomacia y la presión militar y aviva las rencillas entre los cabecillas de la zona y los conspiradores para ampliar las ventajas comerciales y la dependencia tributaria, lo que, hipotecado por el conflicto siciliano ha conseguido a duras penas. El Tratado de Anagni al desviarlo y liberarlo de la presión internacional, le permite concentrar fuerzas en otros ámbitos.

Tratado de Le Perthus, entre Francia y Aragón.

El plan de JAIME II consiste, primero en enfrentarse a Castilla (debilitada por la minoridad de FERNANDO IV el Emplazado), arrastrando en la contienda a Granada y, después, llevar a Castilla contra Granada, al mismo tiempo que se neutraliza a Marruecos, donde los benimerines han conseguido ampliar su dominio. De acuerdo con la primera parte de este esquema, el rey nazarí y el aragonés firman -en la fecha- un tratado de paz y de ayuda mutua contra Castilla. En esta misma línea, JAIME II el Justo da soporte a ALFONSO de la Cerda en sus pretensiones al trono, porque le hace fuertes cesiones: Cuenca y otras villas por un lado y Murcia por el otro.

El conde de Flandes, Guido de Dampierre, desafía al rey de Francia FELIPE IV el Hermoso, con la firma, en 1297, de un tratado de alianza con EDUARDO I de Inglaterra. La réplica no se hace esperar y las tropas francesas, al mando de CARLOS de Valois, hermano del rey, invaden Lille, Courtrai, Béthune y Cassel. Guido de Dampierre se refugia en Gante mientras su aliado, el rey de Inglaterra, sin siquiera advertirle, firma una tregua de dos años con FELIPE el Hermoso. Flandes es una región que se extiende en este tiempo por la costa de lo que hoy es Bélgica y el noroeste de Francia. Flandes estaba vinculado económicamente a Inglaterra, que producía la lana que se tejía allí.

Después de haber participado, junto con otros reinos de la Península, en un plan bélico para destruir la unión entre Castilla y León, DIONISIO I de Portugal firma, en la fecha, con FERNANDO IV de Castilla y León, un tratado de paz. A cambio de su promesa de ayuda, el rey portugués recibe pequeñas concesiones territoriales. La paz se sella con dos futuros matrimonios: FERNANDO IV casará con CONSTANZA de Portugal (1302) y BEATRIZ, hermana del rey castellano, lo hará con el heredero de DIONISIO I, don Alfonso.

JAIME II el Justo, rey de la Corona de Aragón, dentro del “Tratado de Anagni” ha aceptado la devolución a su tío JAIME II de las islas Baleares -como feudatario suyo- que le habían sido arrebatadas por Alfonso el Liberal. Así, en la fecha, en la misma iglesia de Santa Eulalia de Palma en que había sido jurado JAIME II como heredero de Mallorca, en 1256, se efectúa la devolución oficial de las Islas a su soberano, quedando reconocido como tal el Reino de Mallorca.