El 5 de noviembre, FEDERICO logra llevar al ejército francés a la batalla en Rossbach, en Sajonia occidental. Los franceses tratan de rodear el flanco izquierdo de FEDERICO, pero el ejército de éste es mucho más maniobrable. Consigue asimismo que los franceses detengan su marcha: su artillería queda apuntándolos, y su caballería cargando contra el flanco derecho del enemigo. La batalla de Rossbach aplasta a los franceses. Los que no resultan muertos huyen presa del pánico, mientras que las pérdidas de FEDERICO son muy escasas.

Nace en Arrás, Maxiniilien Robespierre, hijo de Maximilien Robespierre y de Jacqueline Carrault. Ante él temblará Francia durante el Terror.

Desde 1758 el ejército anglo-hannoveriano es mandado por Fernando de Brunswick, un brillante general prusiano, que fue quien, en la fecha, derrota en Krefeld (Alemania) a los franceses.

VOLTAIRE publica “Cándido o el optimismo”, obra que será inmediatamente condenada en Ginebra por sus irónicas críticas a la filosofía leibniziana y su chistosa sátira contra clérigos, nobles, reyes y militares. Las inocentes reflexiones del joven Cándido no dejan títere con cabeza. VOLTAIRE es un cínico, al que sólo le complace insultar y mofarse; un hombre egoísta, inmoral y avaricioso, pero de un ingenio insuperable que emboba a los «intelectuales». Con otros «filósofos» contemporáneos suyos, como Diderot y Rousseau, transforma el pensamiento europeo. Pone en tela de juicio todo lo que las generaciones precedentes han considerado «sagrado» y pone de moda burlarse de todo ello.

Un ejército aliado dirigido por el príncipe Fernando de Brunswick maniobra para impedir que los franceses logren encontrar un camino despejado hacia Hannover. No obstante, los franceses logran vadear el río Weser y se concentran en Münden, al sur de Hannover. Fernando necesita forzar al general francés, Louis George Érasme De Contades, a entrar en batalla antes de que éste pueda hacer valer su superioridad numérica. Los aliados avanzan contra los franceses y se despliegan en la llanura de Münden. El 1 de agosto de 1759, Francia es derrotada en la batalla de Münden, por tropas de Prusia entre las que se cuenta un numeroso contingente británico. También hay tropas de Hannover y Hesse. Ésta es la única contribución británica a la causa de FEDERICO II, aparte un suministro regular de dinero.

La guerra en la India entre Inglaterra y Francia se decide en el sur del país, cuando el comandante británico Eyre Coote derrota al francés Thomas Arthur en la Batalla de Wandiwash en 1760.

Los británicos habiendo dirigido sus esfuerzos a apoderarse de la base principal de los franceses, Pondichery, en la costa suroriental de la India, la consiguen el 15 de enero de 1761. Por el tratado de París, Pondichery será devuelto a los franceses, pero el afán de lucha en la India les abandona para siempre, y en lo sucesivo los británicos no hallarán más obstáculos.

CARLOS III firma con Francia el tercer pacto de familia el 15 de agosto de 1761. Una de las razones de esta alianza es la política hostil y de hechos consumados que viene practicando Gran Bretaña. En efecto, prosigue las actividades corsarias contra los barcos españoles y las poblaciones americanas, al tiempo que no permite a los pesqueros españoles faenar en el banco de Terranova. Los británicos han establecido un enclave en Honduras, del que se niegan a retirarse, y llegan a ocupar el propio territorio peninsular, en Río Tinto.

El emperador mogol, el sha Alam II carece de poder verdadero en Bengala, pero los británicos se sirven de él para dar a la conquista una apariencia de legalidad. Le convencen para que otorgue a la Compañía británica de las Indias orientales pleno control sobre la recaudación de impuestos en Bengala. Con ello la Compañía se convierte en un auténtico Estado soberano, y sus funcionarios se enriquecen escandalosamente a expensas de los indios, tal como los soberanos indios han hecho antes.

FEDERICO II es salvado oportunamente por la muerte de Isabel de Rusia (“Milagro de Brandeburgo”) y la sucesión de PEDRO III (Príncipe de origen prusiano), que firma la paz de inmediato. PEDRO III no goza de plena salud mental y es un rendido admirador de Federico II de Prusia: no sólo abandona a los aliados de Rusia, sino que ofrece a FEDERICO alinearse en su bando. Los franceses, agotados, también firman la paz con Rusia.