CONSTANTINO I cae en un vicio muy frecuente entre los que gobiernan: el recelo, la sospecha. Su mujer, FAUSTA, intenta seducir a CRISPO, hijo de un anterior matrimonio de su esposo. No lo logra, pero se venga denunciando a CRISPO como conspirador ante su padre. CONSTANTINO la cree y lo manda ejecutar, pero cuando descubre que la acusación es falsa, ordena que la encierren en su baño y que llenen la habitación de vapor hirviendo; FAUSTA, lógicamente, muere asfixiada.

CONSTANTINO I el Grande hace construir la Iglesia de S.Pedro del Vaticano sobre la tumba del apóstol Pedro en la colina Vaticana. Las dificultades con que tiene que enfrentarse el emperador CONSTANTINO para construir la basílica vaticana son tantas y tan complejas, que sólo la firme creencia de que está levantando un monumento sobre la tumba de S.Pedro puede explicar su decisión de emprender la tarea. La existencia de un cementerio en el solar, el terreno difícil y las diferencias de nivel son razones poderosas contra la ejecución de la empresa. Nada demuestra que los obispos MELQUIADES y SILVESTRE que ocupan la sede durante el reinado de CONSTANTINO, tengan alguna relación con la construcción de la iglesia de «Pedro». La personalidad de CONSTANTINO domina por completo la escena.

Fallece ELENA, madre de CONSTANTINO I el Grande. No ha logrado la conversión de su hijo, pero sí el que éste depusiera la actitud perseguidora contra los cristianos que había caracterizado los reinados anteriores, con especial virulencia en el caso de Diocleciano. ELENA siguió intentando acercar al emperador a su fe con pláticas, ruegos y oraciones que se intensificaban en los momentos en que CONSTANTINO se encontraba más agobiado por los problemas bélicos. (Una gran estatua de Sta. Elena puede admirarse en la Basílica de S.Pedro, en Roma. También en lo más alto del cimborio de la catedral de Barcelona hay una imagen de Sta Elena).

Bizancio la capital del imperio reunificado de Oriente y Occidente, se ha convertido en nueva Roma y posteriormente en Constantinopla (hoy Estambul) en honor de su fundador. Su reconstrucción desde 324 ha durado hasta el 330. En la fecha, se celebra la ceremonia que ratifica la creación de la ciudad de Constantino: Constantinópolis (Constantinopla).

CONSTANTINO, promulgará una serie de leyes contra el culto pagano, prohibiendo los sacrificios a los dioses del paganismo y castigando a los infractores con la pena de muerte (no hay testimonio histórico de mártires del paganismo. El imperio queda transformado en monarquia absoluta. El grandioso florecimiento de iglesias y de edificios cristianos promovido por CONSTANTINO coronará su política con el admirable sello del arte. En cambio, el paganismo resistirá aún con bastante fuerza en los pueblos del campo, hasta el punto de que esta obstinada supervivencia merecerá a la antigua religión ese nombre de «paganismo» que hoy todavía ostenta (de «pagus», pueblo). Roma, poco a poco, se situará bajo la influencia eclesiástica.

Los godos serán considerados como el pueblo germánico más romanizado, debido principalmente a haberse convertido en una especie de ejército federado de Roma. Así, por ejemplo, en 332, firman un pacto según el cual lucharán para los romanos allá donde se les necesite. Los «bárbaros» habían atravesado las fronteras ocasionalmente y en calidad de pueblos devastados. Ahora se trata de algo cualitativamente distinto: la federación. Una realidad que los romanos ya han ensayado con los francos y que va a vertebrar los últimos años del otrora esplendoroso Imperio, testimonio, además, de la necesidad que el Estado de Roma alberga de reunir a otras instancias para prolongar su agonía. Es, pues, la federación una alternativa, funcional, provisional, momentánea, a la gran decadencia romana, amenazada ya de muerte.

Los melecianos acusan a ATANASIO -obispo de Alejandría- ante CONSTANTINO, de haber impuesto tributos especiales a los fieles. CONSTANTINO le hace venir a Nicomedia para que se defienda. En aquella circunstancia resplandece la inocencia de ATANASIO

El emperador CONSTANTINO, habiendo apoyado completamente el credo niceno, cambia de actitud preocupado por apaciguar a los orientales. Se desencadenan actos de violencia y arreglos de cuentas. CONSTANTINO levanta el castigo al hereje ARRIO, gracias, en gran parte, a la influencia de EUSEBIO de Cesárea. ARRIO es readmitido en su rango clerical. ATANASIO, obispo de Alejandría, que no quiere reintegrar a ARRIO, es depuesto por el Concilio de Tiro en el 335 y exiliado a Tréveris por el emperador, en la frontera con Germania. ATANASIO tendrá que permanecer escondido -a veces en el fondo de una cisterna seca- sin dejar por eso de gobernar a su rebaño.

Fallece en Nicomedia, a la sazón capital de Bitinia (actual Izmit, Turquia), mientras prepara una campaña contra los persas, el emperador CONSTANTINO I el Grande. Es bautizado «in articulo mortis por EUSEBIO de Nicomedia, convirtiéndose en el primer emperador romano cristiano, aunque en su vida privada y pública ha estado muy lejos de realizar los ideales cristianos. Quizá los asesinatos de su esposa y de su hijo han influido en la evolución religiosa del emperador llevándolo al bautizo en el lecho de muerte, por remordimiento o reconvención de los clérigos. Por otra parte, ha hecho ejecutar a su suegro y a tres de sus cuñados. El hecho de bautizarse en el último momento no es de ningún modo desusado, pues pocos cristianos creen en un segundo perdón de los pecados: los hombres pecadores o mundanos, especialmente los que desempeñan funciones públicas consideradas incompatibles con la virtud cristiana, a menudo retrasan el bautismo hasta el último momento.

La muerte de CONSTANTINO I, provoca la división del Imperio entre cinco herederos: sus hijos CONSTANTINO II, CONSTANTE I y CONSTANCIO II y sus sobrinos Dalmacio y Anibaliano. Se suscitarán una serie de luchas por el poder principalmente entre sus hijos. CONSTANCIO II, recibe el Imperio de Oriente (337-361) y se declara arriano, imponiendo el arrianismo en la Iglesia. CONSTANTE I recibe las provincias de Iliria, Italia, y África. CONSTANTINO II (337-361) pasa a ser emperador de Occidente, gobernando Galia, Britania, España y parte de África. El ejército se cuida de eliminar a los sobrinos. CONSTANTINO II será aún más resuelto que su padre en dar su apoyo y favorecer al cristianismo.