CORONA DE CASTILLA (1230-1716)

Total de piezas: 625

Por primera vez, los puertos vascongados obtienen el reconocimiento de su derecho a navegar sin obstáculos por el golfo de Vizcaya.


En marzo de 1375 se firma en Brujas una tregua general: es la primera vez que los puertos vascongados obtienen el reconocimiento de su derecho a navegar sin obstáculos por el golfo de Vizcaya. Tribunales arbitrales se encargarán de regular los actos de piratería. Con el tiempo el dominio marítimo se extenderá a toda la costa. Por otra parte, se desarrolla con fuerza la flota pesquera vasca, que llegará hasta Terranova y Groenlandia.

Tratado de Almazán: Tratado de paz entre ENRIQUE II y PEDRO IV el ceremonioso.


Un nuevo intento de PEDRO el Ceremonioso, esta vez por vía política, para conseguir lo prometido por ENRIQUE II, recibe como respuesta la movilización del ejército castellano. En efecto, ENRIQUE II efectúa un alarde con su ejército en Bañares, aunque PEDRO no cree en la posibilidad de un ataque castellano ya que, efectivamente, ENRIQUE II está más interesado en los asuntos atlánticos. Allí, junto a los franceses, continúa acosando a los ingleses. Finalmente, PEDRO renuncia a sus demandas territoriales -las tierras que ENRIQUE II había prometido cuando era pretendiente a la corona- y el 12 de abril de 1375 se firma el tratado de paz -Tratado de Almazán-.

Acuerdo de tregua para la libre navegación entre ingleses, flamencos, franceses y castellanos.


En Brujas, el 27 de junio de 1375 los ingleses, de cuya delegación forma parte el duque de Lancaster llegan a un acuerdo de tregua con flamencos, franceses y castellanos para la libre navegación. El duque de Lancaster protesta inútilmente de que se otorgue a ENRIQUE II el título de rey. Éste esperará hasta después de la victoria de Bourgueuf -donde sus naves hundirán 39 buques ingleses- para ratificar con su firma el acuerdo de tregua.

Terminada la tregua, Enrique II lanza furibundos ataques navales contra los ingleses.


Cuando dos años después termina la tregua firmada en 1375 entre ingleses, flamencos, franceses y castellanos, ENRIQUE II lanza furibundos ataques navales contra los ingleses. Como respuesta los ingleses intentan que el duque de Lancaster vuelva a entrar en Castilla con la ayuda de Navarra y Aragón. Los planes secretos son descubiertos y el envío a Navarra de tropas inglesas es mínimo.

El infante CARLOS de Navarra encabeza una embajada para parlamentar con CARLOS V de Francia.


El infante CARLOS de Navarra (futuro Carlos III), en 1378, por orden de su padre, CARLOS II, encabeza una embajada para parlamentar con CARLOS V de Francia. Este último le apresa y ordena el embargo de las posesiones navarras en Francia, salvándose sólo el inexpugnable Cherburgo. En el interrogatorio se descubren los planes del rey navarro para conseguir la villa de Logroño.

Definitivo pacto entre Vizcaya y la Corona de Castilla.


El definitivo pacto entre Vizcaya y la Corona de Castilla tiene lugar en 1379. La Casa de los López de Haro se ha extinguido años antes, por lo que el señorío recae sobre los Lara y posteriormente en los Manuel, a los que pertenecía Juana Manuel, esposa del rey Enrique II de Castilla.

El señor de Vizcaya en 1379, Juan de Haro, se convierte en rey de Castilla asumiendo los títulos de Hispaniarum Rex y señor de Vizcaya.


El señor de Vizcaya en 1379, Juan de Haro, se convierte en rey de Castilla. Vizacaya unida a título personal, conserva su soberanía, como lo demuestra el juramento ritualmente prestado en Gernika por los reyes de Castilla y de Vizcaya. Todas las regiones vascongadas han obtenido unos fueros sin los cuales hubiese sido imposible su pertenencia a Castilla. Este reino supo entender (frente al centralismo navarro) el fuerte arraigo de la identidad alavesa, guipuzcoana y vizcaína, dotándoles de unos fueros para que se pudiesen autogobernar dentro del Reino de Castilla. Juan de Castilla asume los títulos de Hispaniarum Rex y señor de Vizcaya.

CARLOS II de Navarra es obligado, por ENRIQUE II de Castilla, a firmar el Tratado de Briones.


Alertado el rey ENRIQUE II el de las Mercedes de Castilla, ordena la invasión de Navarra, obligando a CARLOS II el Malo a firmar el Tratado de Briones. Tras un invierno de escaramuzas, el 31 de marzo de 1379 se alcanza el tratado de Briones que representa el comienzo del dominio castellano sobre Navarra, ocho de cuyas villas pasan a Castilla.  Navarra  queda convertida, en la práctica, en un protectorado de Castilla. Pero ENRIQUE II no llega a firmar este tratado. Se encuentra en su lecho de muerte y es JUAN, su heredero, quien se encarga de hacerlo cuando él muere. El infante CARLOS será liberado en 1380.