Con la posible complicidad de la madrastra del recien coronado rey de León, ALFONSO IX, el rey de Castilla, ALFONSO VIII, efectúa un nuevo ataque a tierras leonesas y se apodera de Coyanza (hoy Valencia de Don Juan). Luego se reúne con ALFONSO IX en Soto Hermoso para llegar a una nueva paz. ALFONSO VIII debe viajar a Carrión para asisitir a una Curia regia, ALFONSO IX marcha con él y durante dicha curia es armado caballero efectuando el acto de vasallaje al rey de Castilla. Este acto le lleva a sentir permanente rencor contra el rey castellano.
REINO DE CASTILLA (1157-1230)
Total de piezas: 182
El Reino de Castilla fue uno de los reinos medievales de la península ibérica. Castilla surgió como entidad política autónoma bajo la forma de condado vasallo de León.
Aragoneses y navarros penetran en Castilla por Soria, mientras ALFONSO VIII lo hace en Aragón.
Como consecuencia del pacto de los cuatro monarcas contra ALFONSO VIII rey de Castilla, en 1192 aragoneses y navarros penetran en Castilla por Soria, mientras ALFONSO VIII lo hace en Aragón, aunque pronto debe desistir. León, por su parte, concentra sus fuerzas en Salamanca y Ciudad Rodrigo.
ALFONSO VIII de Castilla efectúa una nueva expedición por al-Ándalus, en la que participa personalmente.
Los reyes cristianos de la Península Ibérica, especialmente el de Castilla que es el más agresivo y mejor situado, nunca deja de acosar las posiciones almohades. Así, en la fecha, ALFONSO VIII de Castilla efectúa una nueva expedición por al-Ándalus, en la que participa personalmente.
SANCHO VII el Fuerte, rey de Navarra, intenta, ayudar a ALFONSO VIII en la batalla de Alarcos.
SANCHO VII el Fuerte, rey de Navarra, intenta, sin éxito, ayudar a ALFONSO VIII de Castilla en la desgraciada batalla de Alarcos contra los almohadeDebe tenerse en cuenta, que Alfonso VIII una vez llegado a la edad adulta, emprendió una política de engrandecimiento de Castilla que le enfrentó a los demás monarcas cristianos. Éstos trataron de que Alfonso luchara solo contra los musulmanes y de que éstos se encargaran de poner coto a sus ambiciones. Mientras tanto, el poder de los almohades crecía y acabó por amenazar a unos y otros. Ante el peligro, desistieron de abandonar a Castilla a su suerte, e incluso el Papa intervino para limar diferencias. Pero ya era tarde. Los almohades se hallaban en el apogeo de su poderío, e infligieron a ALFONSO VIII una terrible derrota.
ALFONSO VIII, impaciente, se ha lanzado al asalto contra los almohades sin esperar ninguna ayuda.
ALFONSO VIII, impaciente o desconfiado, se lanza al asalto, en la fecha, contra los almohades antes de que lleguen sus aliados y ayudado sólo por algunos caballeros portugueses que se habían unido a él. Durante gran parte de la jornada el éxito en el combate es de las tropas de ALFONSO VIII, pero luego la superioridad numérica y el asalto en oleadas sucesivas de las tropas africanas inclina la balanza a favor del califa (Batalla de Alarcos).
El califa Abu Yusuf Yaqub al-Mansur, cruza el estrecho, y parte contra Castilla.
El califa Abu Yusuf Yaqub al-Mansur, agotada su paciencia ante la actitud de los castellanos, cruza el estrecho, y parte contra Castilla. El gran peligro del inminente ataque almohade decide a los reyes cristianos a dejar de lado las luchas y rencillas mutuas para unirse frente al enemigo común. De cualquier forma, en la práctica, las desconfianzas superaron el deseo de ayuda. Los ejércitos de Abu Yusuf salen de Córdoba y se encaminan contra la frontera toledana a través de los campos de Calatrava, estableciendo su campamento en Congosto. ALFONSO VIII de Castilla se dirige hacia ellos, dispuesto a enfrentarse al enemigo antes de que éste penetrara en tierras cristianas. El rey de Castilla tiene establecido su campamento en Alarcos, mientras ALFONSO IX de León se encuentra en las inmediaciones de Talavera y SANCHO VII de Navarra se dirige también a prestar su ayuda a Castilla.
Batalla de Alarcos en la que los almohades destrozan el ejército de Alfonso VIII de Castilla.
Ante el ataque almohade, lo prudente es replegarse en busca de más desahogadas posiciones, pero el terco monarca, ALFONSO VIII, se empeña en impedir que aquellas hordas pisen suelo castellano. El ejército cristiano es aniquilado. A los errores tácticos de sus generales cabe sumar los devastadores efectos de una nueva y mortífera arma almohade: un nutrido cuerpo de arqueros turcos contratados en oriente. Estos sujetos son capaces de disparar sus flechas con impresionante potencia, puntería y cadencia de tiro desde la misma grupa de las cabalgaduras lanzadas a galope. Curiosamente, la misma táctica de los partos que en la antigüedad derrotaron a griegos y romanos. En medio de pérdidas tremendas por ambas partes, ALFONSO VIII emprende la retirada. Los almohades se apoderan del castillo de Alarcos y de otros castillos, entre ellos el de Calatrava. Esta victoria consolida el efímero poder del imperio almohade ya que recupera casi todas las zonas conquistadas por los cristianos desde hace décadas, salvo Toledo y su comarca.
Los almohades penetran en Extremadura y conquistan Montánchez, lo que provoca el abandono de muchos castillos al otro lado del Tajo.
Los almohades penetran en Extremadura y conquistan Montánchez, lo que provoca el abandono de muchos castillos al otro lado del Tajo. Después de ocupar sin lucha Trujillo y Santa Cruz, los almohades se apoderan de Plasencia y devastan todo el valle del Tajo.
PEDRO II de Aragón, ante el peligro que amenaza a la cristiandad, da su apoyo a ALFONSO VIII de Castilla.
PEDRO II de Aragón, al comprender el peligro que amenaza a la cristiandad hispana ante los enfrentamientos internos y la necesidad de que los reinos cristianos se unan, cambia de nuevo la política de su padre -posiblemente influenciado por su madre, la castellana SANCHA- y da todo su apoyo a ALFONSO VIII de Castilla.
ALFONSO VIII de Castilla logra la amistad del rey de Portugal SANCHO I.
ALFONSO VIII de Castilla logra la amistad del rey de Portugal SANCHO I. A continuación, a lo largo de dieciocho meses, se producirán diversas invasiones entre Castilla y León.