REFERENCIAS DE LA BIBLIA

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La Biblia nunca dice que habrá una apostasía universal y completa en los primeros años de la Iglesia.


La Biblia nos advierte que vendrán falsos profetas, pero vemos que la palabra de Dios nunca dice que habrá una apostasía universal y completa. En Mt 24, 10-11 se dice que “engañarán a muchos” pero no a todos. Igual en 2 Pedro, donde leemos que, aún en el peor momento de apostasía, en el tiempo de Lot (vv. 4-6), siempre hubo personas santas que Dios supo proteger del error: “y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados… sabe el Señor librar de tentación a los piadosos…” (vv. 7 y 9). Tampoco Hch 20 dice todos, sino algunos “de vosotros”. Y finalmente, 1 Ti dice “algunos apostatarán”. Otros hermanos añaden 2 Ts 2, 3, y Ap 13, 4 y 6-9. Pero ambos textos hablan de la apostasía del fin del mundo como signo y anticipación de la segunda venida de Cristo y no de los primeros años de la Iglesia Primitiva. Ver el contexto de 2 Ts (1, 7-9 y 2, 1-2).

El culto a la cruz es desconocido con anterioridad al siglo IV.


El culto a la cruz es desconocido con anterioridad al siglo IV. De hecho, es condición indispensable para ser discípulo de Jesús tomar la cruz diariamente (Lc 9;23). El sentido de esta expresión -contra una opinión errónea muy generalizada- no es el de que el cristiano debe aceptar con resignación las desventuras que le sobrevengan sino, por el contrario, que debe estar dispuesto diariamente a sacrificar su vida por ser fiel a Jesús.

La infalibilidad de la Iglesia en su conjunto se supuso asimismo desde el siglo IV, pero no antes.


Históricamente,el concepto de infalibilidad se vincula durante los primeros siglos a la Iglesia en su conjunto alegando a favor de esta tesis pasajes de la Biblia tal como (Jn 16;13) o (Hech 15;28). Esta infalibilidad se supuso asimismo desde el siglo IV, pero no antes, vinculada a las decisiones de los concilios ecuménicos. De hecho las tesis conciliaristas afirmaron la superioridad del concilio sobre el papa. La situación permanecerá inmutable hasta el concilio Vaticano I

ULFILAS, obispo arriano, es el primero en traducir la Biblia al idioma de los godos.


ULFILAS, obispo arriano, es el primero en traducir la Biblia al idioma de los godos, para lo cual tendrá que inventar un alfabeto. Aunque se sabe que ULFILAS es arriano, no está clara su posición exacta dentro del arrianismo. El hecho de firmar en el 360 en Constantinopla una fórmula similar a la de Rímini servirá a algunos autores para considerarlo moderado. Otros empero, lo encuadrarán en una postura radical debido a los fragmentos de su obra escrita, e incluso no faltarán los que le atribuirán un arrianismo específico. Así, el arrianismo sobrevivirá en Europa -gracias, principalmente, a los godos que serán evangelizados por ULFILAS- hasta el siglo VI.

El Sínodo de Roma encarece a DÁMASO I la confección de un nuevo texto latino de las Escrituras.


Se celebra, en la fecha, un Sínodo en Roma. Rechaza el canon tercero del Primer Concilio de Constantinopla celebrado el pasado año e insiste en que la primacía de Roma proviene de las palabras de Cristo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». Por otra parte se considera que los cristianos, emplean la versión griega de la Biblia llamada de los Setenta, preparada seiscientos cincuenta años antes. El Sínodo de Roma encarece al pontífice DÁMASO I, la confección de un nuevo texto latino de las Escrituras. El papa, elegirá para esta ímproba y trascendente tarea a JERÓNIMO, quien ya es conocido en Oriente como hombre de gran saber y valía.

San JERÓNIMO elaborará una versión de la Biblia al alcance del pueblo occidental.


Cumpliendo el encargo del Papa DÁMASO I, JERÓNIMO inicia la traducción de la Biblia hebrea al latín elaborando una versión al alcance del pueblo occidental, donde el cristianismo es más débil, con lo que contribuirá a su crecimiento.

JERÓNIMO de Estridón muere a los 80 años.


JERÓNIMO de Estridón muere el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años. Con tremenda energía ha escrito contra las diferentes herejías. La Iglesia Católica reconocerá siempre a JERÓNIMO como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que lo nombrará patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender la Biblia; por extensión, se le considera el santo patrono de los traductores.

Apocalipsis de Juan. Libro apócrifo.


Apocalipsis de Juan.- Existen dos apocalipsis apócrifos atribuidos al autor del canónico. El primero sigue muy de cerca el texto del bíblico y se centra en el fin del mundo y la descripción del Anticristo. El segundo, editado por F. Nau a partir de un manuscrito parisiense, contiene un diálogo entre Juan y Cristo relativo a la celebración del domingo, el ayuno, la liturgia y la doctrina de la Iglesia. Apocalipsis de la Virgen. Son los más tardíos y entrocan ya plenamente con el Medievo. En ellos se nos narra cómo la virgen recibe revelaciones sobre el sufrimiento de los condenados en el infierno e intercede por ellos.Su fuente principal parece encontrarse en las leyendas relativas a la Asunción.

Se registra en Edesa el descubrimiento de una imagen de Jesús llamada acheropita (Mandylion).


Los Evangelios relatan que el manto que envolvió a Jesús se encontraba plegado. El manto habría sido recogido y custodiado por los cristianos. (Para los hebreos, el manto que había rodeado un cadáver era un objeto impuro que no podía ser expuesto). En el Siglo II, existen registros de que en Edesa (actual Urfa – Turquía) existía una imagen de tela con el rostro de Jesús. Ya en 525, durante la restauración de la Iglesia de Santa Sofía, de Edessa se registra el descubrimiento de una imagen de Jesús llamada acheropita (no hecha por mano humana) llamada Mandylion (pañuelo). Numerosos testimonios la relacionan con el Sudario, sobre todo porque los puntos de coincidencia entre los rasgos de las copias del Mandylion –que fue profusamente reproducido- y la Sábana superan los 100.

Los monjes de los monasterios benedictinos copian una y mil veces los antiguos rollos de pergamino.


En los monasterios fundados por los hijos espirituales de BENITO, los grandes tesoros de la literatura, la filosofía y la teología de unos tiempos idos serán copiados y protegidos mientras los pueblos bárbaros arrasan y destruyen los viejos centros de la civilización y la cultura; unos pueblos analfabetos que, además se envanecen de serlo. Ni siquiera el rey Teodorico el Grande, amo y señor de Italia, sabe leer y escribir (y tampoco Justino I, el emperador romano de Oriente). Que hayan llegado hasta nosotros no sólo los escritos de la primitiva cristiandad -incluida la Biblia-, sino también los de los clásicos antiguos -los poemas de HOMERO, CÁTULO y HORACIO, los dramas de ESQUILO, SÓFOCLES y EURÍPIDES, los relatos históricos de TUCÍDIDES y TITO LIVIO, los tratados filosóficos de PLATÓN y ARISTÓTELES (es decir la incomparable herencia del pensamiento greco-romano)- se lo debemos a estos monjes de los monasterios benedictinos que copian y recopian una y mil veces los antiguos rollos de pergamino y los conservan celosamente para preservarlos de los peligros de un mundo asolado por las guerras y las invasiones. Parte de estos monjes son presbíteros, pero la mayoría son simples legos (profesos sin opción a las sagradas órdenes), aunque los votos de pobreza, castidad y obediencia a sus superiores rigen para todos ellos.