Lamentablemente para la causa de la paz, las ambiciones italianas en África iban a condenar el Frente de Stresa. A finales de 1935, Mussolini envió a Etiopía fuerzas de invasión. Gran Bretaña y Francia, las principales potencias coloniales en África, se vieron obligadas a imponer a Italia sanciones económicas -a través de la Sociedad de Naciones-, lo que enfureció a Mussolini.

La heroica resistencia del pueblo etíope resulta inútil. Los italianos no sólo atacan al ejército etíope, sino que se ensañan con la población civil. Miles de personas mueren víctimas de sustancias tóxicas, entre ellas el gas mostaza, diseminadas por el invasor desde sus aviones. Cae la capital Addis Abeba en poder del ejército italiano. El emperador etíope Haile Selassie, se refugia en Londres y pasea su inimitable figura por todos los organismos interfranquistas, clamando por su causa. Comparece ante la Sociedad de Naciones (antecedente de la ONU) para reclamar justicia. La Sociedad de Naciones no se deja conmover por la tragedia. Sus miembros se limitan a votar sanciones poco efectivas contra Italia. Y a Etiopía ni siquiera se le otorgan fondos para comprar armas extranjeras.

Mussolini proclama el imperio de Etiopía y coloca en su trono a Víctor Manuel III de Italia. Badoglio es el virrey

Los italianos estacionados en Etiopía y la Somalia italiana, pueden reunir una gran fuerza de unos 200.000 soldados -principalmente nativos, de recluta colonial- , bajo el mando del duque de Aosta. En la fecha, unos 26 batallones, invaden la Somalia británica, una valiosa colonia que defiende la entrada al mar Rojo, eliminando la resistencia de una minúscula guarnición británica de 1.500 hombres. Aunque la agresión italiana en la zona, se detiene después, las fuerzas británicas de las amenazadas colonias de Kenia y de Sudán se preparan para contraatacar.

Desde Kenia, en le fecha, las fuerzas británicas invaden la Somalia italiana barriendo a las débiles fuerzas italianas y llegando al decisivo puerto de la ciudad de Mogadiscio en sólo 14 días. Las fuerzas británicas ayudadas por partisanos etíopes eficaces y brutales, giraron al norte desde Mogadiscio, cortando por la Somalia italiana y entrando en Etiopía cerca de Belet Uen. Las fuerzas italianas escasamente equipadas, oponen poca resistencia al avance británico, desertando en masa las fuerzas etíopes de leva.

En Etiopía, las fuerzas británicas, tanto las que han llegado a Jijiga y las provenientes de Adén giran hacia el oeste y se dirigen hacia la capital etíope, Addis Abeba. Entre la espada y la pared, la resistencia de los italianos se endurece, lo que lleva a una batalla cerca de Dire Dawa, que cae el 28 de marzo ante las fuerzas británicas.

Addis Abeba, la capital de Etiopía, cae, el 6 de abril, a favor de los británicos. Las fuerzas británicas suben hacia Eritrea luchando contra el resto de soldados italianos en Amba Alagi (Etiopía). El ejército italiano se bate en retirada, y será derrotado dos semanas después.

Las fuerzas italianas son vencidas en Amba Alagi, su último reducto en Etiopía. Haile Selassie vuelve a sentarse en su trono de “Rey de Reyes” en Etiopía. Retorna de su exilio tras la liberación de su país, hasta entonces en manos italianas.

En Etiopía, en el siglo XX, el número de musulmanes experimenta un fuerte aumento, hasta superar al de cristianos (45/50%). La sharia, o ley islámica, alcanza reconocimiento legal. En Etiopía, la rama del cristianismo predominante es la ortodoxa copta (35/40%). Existe también el animismo (12%) y otras religiones (3/8%). En el norte de Etiopía habitan los falasha, una comunidad de judíos de raza negra.

Eritrea, que, tras diez años de mandato británico se ha convertido en un país completamente debilitado, es federado a Etiopía en 1952, a través de una resolución de las Naciones Unidas. Según los acuerdos aprobados con el emperador Haile Selassie, Eritrea debe gozar de cierta autonomía, pero muy rápidamente, el negus -en un paso auspiciado por los EEUU.- le impone una dura dominación en régimen de federación. La represión se lleva a cabo brutalmente (pueblos quemados, poblaciones masacradas) y se organiza la resistencia.