Los anglofranceses conquistan Sebastopol después de un asedio de más de un año. Austria amenaza de nuevo a Rusia con la guerra si se niega a firmar la paz, por lo que ha de ceder.
AUSTRIA
Total de piezas: 386
Tensión entre Austria, Cerdenya y Francia por la reunificación de Italia que desemboca en una guerra.
El reino de Cerdenya, que controla la zona continental de Saboya, en Italia, se constituye en paladín de la reunificación italiana. Algunos de los adversarios son poco poderosos para el ejército de Cerdenya, pero otros, como Austria que controla casi toda la zona norte de Italia, son fuertes. A fin de lograr su empeño el reino de Cerdenya llega a un acuerdo secreto con Francia. NAPOLEÓN III, emperador de Francia pretende la hegemonía en Europa continental y Austria es un adversario para tal intento. Además, la creación de un reino italiano aliado sirve para reforzar la posición francesa con vistas a un enfrentamiento con Prusia. Así las cosas en 1859 crece la tensión entre Austria, Cerdenya y Francia desembocando en una guerra. En efecto, el 23 de abril de 1859 Austria solicita la desmovilización de Cerdenya. Esta se niega, y así empieza la guerra de unificación italiana.
Se declara la guerra de Francia contra Austria.
Se declara la guerra de Francia contra Austria. Tras las victorias de Magenta (4 junio) y Solferino (24 junio), Napoleón III adelantará el armisticio de Villefranche (12 julio), que concede la Lombardía al Piamonte pero deja Venecia a Austria.
Se desarrolla otra batalla entre franceses y austríacos en Solferino, cerca de la frontera veneciana.
El 24 de junio se desarrolla una batalla donde franceses y sardos se enfrentan a los austríacos en Solferino, cerca de la frontera veneciana. Los franceses llevan la mejor parte. El fundador de la Cruz Roja Henri Dunant, se encuentra en Italia en viaje de negocios. En la tarde del día de la batalla en Solferino, más sangrienta que la batalla de Waterloo, Dunant se da cuenta de que los 40.000 heridos quedan en un abandono casi total y se indigna al ver morir a tantos hombres a su alrededor a causa de la impericia de la intendencia, y de que los servicios de sanidad son casi inexistentes. Esta batalla, entre tropas franco-sardas y austrohúngaras, retrasa la independencia de Italia.
Conclusión de la guerra franco-austríaca de 1859 en apoyo al proceso de unificación italiana.
La conclusión de la guerra franco-austríaca de 1859 en apoyo al proceso de unificación italiana queda finalmente de la siguiente manera: Lombardía deja de ser austríaca para pasar a Cerdeña, Venecia sigue en manos de Austria, el propio NAPOLEÓN III se asegura la anexión de Niza y Saboya, cuna de la dinastía Sarda, a cambio de que Francia reconozca la inclusión de Módena, Parma, Toscana y la parte más septentrional de los Estados Pontificios en el territorio de su aliado. Por lo tanto, Francia se atrae la indignación y el rechazo de los italianos. En otras palabras, Napoleón III ha conseguido reforzar su poder en su frontera sudoriental, y de paso hacerse con un enemigo. La unificación de Italia no se detiene una vez Francia ha puesto fin a la guerra. Ahora Cerdeña ha duplicado su superficie y su fuerza con la absorción de Lombardía. A fin de evitarse problemas, Cerdeña solicita las bendiciones de NAPOLEÓN III, y éste no tiene más remedio que aceptar la situación.
Creación de la Asociación Nacional Alemana (Nationalverein) para la formación de un partido nacional.
Los liberales, reconocen la necesidad de un Estado fuerte, como Prusia, para realizar el programa de la unificación política. Consecuencia de este clima es la creación, en septiembre de 1859, de la Asociación Nacional Alemana (Nationalverein) que, al estilo de la Sociedad Nacional italiana, se empeña en tareas de propaganda para la formación de un partido nacional en los Estados alemanes. Sus objetivos son a la vez liberales y nacionales: quieren una Alemania unida alrededor de Prusia, no de Austria, y gobernada por un sistema parlamentario. Pero la Asociación se encuentra en una posición difícil ante la contradicción entre su liberalismo y la realidad política prusiana, evidentemente alejada del régimen parlamentario. Los liberales alemanes esperan salir de esta contradicción con un proceso simultáneo de unificación y liberalización.
FRANCISCO JOSÉ I propone hacer surgir un federalismo histórico que nunca ha existido.
Se redacta el Acta de Octubre, como un proyecto constitucional mandado redactar por el emperador FRANCISCO JOSÉ. El Acta da la victoria a la vieja nobleza conservadora por la vía de hacer surgir un federalismo histórico que nunca ha existido. Las dietas, consolidadas por la aristocracia terrateniente, serán establecidas en las provincias históricas y gozarán de poder legislativo sobre todos los súbditos. Así, tras trescientos años de extensión del poder de los Habsburgo y setenta años después de la Revolución Francesa, se propone desmembrar el Imperio de los Habsburgo y entregar los fragmentos a la nobleza terrateniente a cambio de la seguridad de que la nobleza protegerá al Imperio contra el liberalismo.
Los grupos nacionales empiezan a mostrarse activos en Hungría y Bohemia.
Ante la oposición que provoca la implantación de un sistema federalista, el emperador FRANCISCO JOSÉ lo sustituye -en la fecha- por un proyecto centralista que tampoco da satisfacción a los grupos nacionales, que empiezan a mostrarse activos en Hungría y Bohemía. Esta política acentúa la pugna entre Austria y Prusia, que desembocará en la guerra austro-prusiana (1866).
El siguiente paso de BISMARCK es apartar a Austria del proceso unificador alemán.
El siguiente paso de BISMARCK es apartar a Austria -que domina la Confederación Germánica creada en 1815- del proceso unificador alemán. Por tanto, cuando Austria convoca, en la fecha, una reunión de gobernantes germánicos a fin de reformar la Confederación germánica, BISMARCK se niega a permitir que acuda GUILLERMO I. Y, sin Prusia, el congreso se queda en nada.
El joven Príncipe LUIS de Baviera, se reúne con BISMARCK, primer ministro de GUILLERMO I de Prusia.
Después de muchos avatares, la unificación alemana quedará consagrada (1863-70) por obra de un poder fuerte, el prusiano, y del canciller BISMARCK. En la fecha tiene lugar un encuentro muy importante en la Residencia de Munich: el joven Príncipe LUIS de Baviera, se reúne con BISMARCK -primer ministro de GUILLERMO I de Prusia- que está llevando a cabo su política de aislamiento del imperio austríaco. Este encuentro deja huellas de amistad y admiración en ambas personalidades. Se dice que en el estudio de BISMARCK nunca faltó la fotografía de LUIS de Baviera.

