En este año, se establecen diversas misiones jesuitas en el Brasil.

En Brasil, en un principio, el portugués sólo ha sido hablado por los colonos, pero progresivamente lo han aprendido los pobladores indígenas, cuya lengua principal, el tupí, se ha utilizado como lengua de comunicación habitual durante mucho tiempo. Muy pronto, el portugués será objeto de una enseñanza intensiva, sobre todo gracias a las escuelas que crea la Compañía de Jesús. Estos esfuerzos inmediatos por enseñar el portugués impiden posiblemente el desarrollo de las lenguas criollas en Brasil.

La principal riqueza exportadora de la inmensa colonia del Brasil es, en la fecha, la caña de azucar. Tal prosperidad y riqueza, conocidas en toda Europa, no tardan en atraer la atención de otros países, que al interés económico unen un fin estratégico para debilitar al enemigo común: el Imperio hispánico de los Austrias. Así, a partir de 1586, Bahía ha sufrido repetidos ataques de los piratas ingleses, hasta que la paz de Amberes (1604) pone temporalmente fin a los mismos. En la lucha por la independencia de las Provincias Unidas, el ataque a las colonias españolas de Ultramar pasa a ocupar un lugar destacado, y se calcula que hacia estas fechas, más de 180 barcos holandeses se acercan anualmente a estas costas con ánimo depredatorio.

Brasil se ve inmerso en la guerra de independencia que los holandeses mantienen con España. Entre 1630 y 1654, los holandeses afirman su dominio en Pernambuco, después de un intento de conquistar Bahía y sólo son expulsados por el esfuerzo común de indígenas, africanos y portugueses.

Portugal, en la fecha, consigue expulsar a los holandeses de la costa brasileña: Capitulación de Recife (1654). La devolución de Brasil holandés a Portugal será sancionada por la paz de La Haya (1661). Por otra parte, Portugal recupera sus posesiones de África en manos de los holandeses, aunque pierde la mayor parte de sus factorías asiáticas.

Las relaciones comerciales que Portugal mantiene con Brasil, interrumpidas por la ocupación holandesa de Pernambuco y la guerra luso-holandesa, se vienen desarrollando desde mediados de siglo. Después de una etapa de crisis provocada por la competencia del azucar antillano, el descubrimiento de oro en el Brasil (1696) y, posteriormente, de diamantes (1720), será un estímulo para su colonización y permitirá equilibrar la balanza comercial.

En 1696, los bandeirantes, en una de sus incursiones, encuentran los primeros filones de oro en lo que hoy es Minas Gerais (provincia de Brasil). En el siglo XVIII se alcanzará el mayor índice de productividad del metal. El ciclo del azúcar es sustituido por el ciclo del oro.

Brasil, se convierte en una gran colonia, cuya explotación se extenderá hacia el interior por los territorios reservados en el Tratado de Tordesillas a Castilla gracias al impulso de los bandeirantes.

En el Tratado de Utrecht, después de la guerra de Sucesión, Portugal es recompensado con la cuenca del río Amazonas, que pasa a formar parte del Brasil, desoyendo las reclamaciones de España al respecto. En consecuencia, el Brasil se convierte en la nación más vasta de Iberoamérica, con notable diferencia respecto de las demás.

En Brasil, la clase dominante manifiesta su deseo -que posteriormente desarrolla como proyecto político- cada vez más fuerte de prescindir de la intermediación de Portugal en su comercio con Europa. Hacia fines del siglo XVIII surgen los primeros movimientos independentistas en la colonia, los cuales son rápidamente aplastados por el poder metropolitano. El mayor símbolo de libertad de los brasileños, el alférez Tiradentes, es ejecutadol 21 de abril de 1792 por su destacada participación en la llamada Conjuración Minera, tres años antes.