DINASTÍA DE LOS SABOYA EN EL REINO DE ITALIA (1849-1946)

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Tres Pactos lateranenses o Pactos de Letrán entre la Santa Sede y el reino de Italia.


Después de que en 1870, el reino de Italia ocupara el resto de los Estados Pontificios, de que Roma se convirtiera en la capital de la Italia unida y de que el Papa se declarara preso en el Vaticano se llega, en la fecha,  a una solución de la cuestión romana a través de la celebración de los Pactos de Letrán. Estos son firmados por el cardenal Gasparri, en representación de la Santa Sede, y Mussolini, jefe del Gobierno italiano. Existen tres pactos diferentes: 1) Un pacto que reconoce la independencia y soberanía de la Santa Sede y que crea el Estado de la Ciudad del Vaticano, 2) Un concordato que define las relaciones civiles y religiosas entre el gobierno y la iglesia en Italia, y que se resume en el lema «Iglesia libre en Estado libre». A través de este concordato, el Papa acordó enviar a los candidatos para el obispado y el arzobispado al gobierno de Italia, requerir a los obispos que jurasen lealtad al Estado de Italia antes de tomar el cargo y prohibir al clero tomar parte en la política. Italia acordó acomodar las leyes sobre el matrimonio y el divorcio a las reglas de la Iglesia Católica Romana y declarar a los miembros del clero exentos de tomar parte en el servicio militar obligatorio. Estos pactos garantizaron a la Iglesia Católica Romana el estatus de iglesia oficial del estado de Italia, así como un poder sustancial en el sistema educativo italiano, y 3) Una convención financiera que proporciona a la Santa Sede una compensación por sus pérdidas en 1870.  (Cuando los papas establecieron de nuevo su sede en Roma, prefirieron instalarse en la Basílica de Santa María en Trastevere, trasladándose luego a la Basílica de Santa María la Mayor y finalmente a la Ciudad del Vaticano). El Estado de la Ciudad del Vaticano no es una continuación de los desaparecidos Estados Pontificios, sino que surge como un nuevo sujeto de derecho internacional.

En virtud del Tratado de Letrán, suscrito entre la Santa Sede y el Reino de Italia se reconoce la soberanía del Estado del Vaticano.


En virtud del Tratado de Letrán, suscrito entre la Santa Sede y el Reino de Italia -gobernada por Benito Mussolini- se reconoce la soberanía y personalidad jurídico-internacional del Estado de la Ciudad del Vaticano. Este estado se constituye como un ente distinto a la Santa Sede (el primero es el órgano de gobierno de la Iglesia Católica, y el segundo el territorio físico sobre el que se ejerce ese gobierno). Se logra así la consolidación de la autoridad política del sumo pontífice. Estado soberano cuyo jefe es el papa (0,44 Km2). Doce edificios romanos (entre ellos las basílicas mayores) y la residencia de verano de Castelgandolfo gozan de derechos extraterritoriales. En Él dispone el papa de la totalidad del poder ejecutivo, legislativo y judicial. El Estado goza del derecho de timbre y de moneda. Tiene su bandera. Una estación emisora de radiodifusión, un diario (L’Osservatores romano) y un semanario (L’Osservatore della Domenica) son sus órganos de información.

Pactos de Letrán. Acrecentarán la autoridad interior de MUSSOLINI. Los Papas ya no serán «prisioneros voluntarios» en el Vaticano.


Pactos  de Letrán. Acrecentarán la autoridad interior de MUSSOLINI. Los Papas, en adelante, ya no serán prisioneros voluntarios en el Vaticano. Por estos Pactos, firmados entre PÍO XI y el gobierno italiano, la Santa Sede dispondrá de un territorio minúsculo de 0,44 kms. Cuadrados: el Estado de la Ciudad del Vaticano, en el cual el Papa ejercerá su soberanía con independencia. Eso, sin embargo, no querrá decir que PÍO XI vaya a doblegarse ante las ambiciones de Benito MUSSOLINI y su gobierno fascista. Este acuerdo, que ponía fin al estado de cosas vigente desde 1870, había sido buscado por ambas partes, y a ambas convenía. Para Mussolini, que buscaba un acercamiento a los católicos, cuya posición ante el Fascismo había sido bastante fría. Para la Iglesia, el obtener el reconocimiento de derecho de su estado, que aunque reducido a una mínima expresión territorial, colocaba a éste dentro del concierto de las naciones del mundo, con capacidad de establecer relaciones diplomáticas.

La reconciliación entre el Reino de Italia y el Vaticano es una de las jugadas maestras de MUSSOLINI.


Los papas en su papel secular extendieron gradualmente su control sobre regiones vecinas, y a lo largo de los Estados Papales gobernaron una gran parte de la península italiana durante más de mil años hasta mediados del siglo XIX, cuando la mayor parte del territorio fue tomado por el Reino de Italia. Al principio, los papas se negaron a aceptar la pérdida de los Estados Papales y el poder secular. En una muestra de desafío, se negaron a abandonar el Vaticano describiéndose a sí mismos como el ‘prisionero en el Vaticano’. La reconciliación entre el Reino de Italia y el Vaticano es una de las jugadas maestras de MUSSOLINI. Como soberanía temporal, el Estado del Vaticano está a malas con Italia desde la ocupación de la ciudad por los garibaldinos durante las luchas por la construcción nacional en 1870. PÍO XI y? MUSSOLINI coinciden en un terror común a la revolución mundial y uno se apoya en el otro y viceversa. La firma de los Pactos de Letrán -o «lateranenses»- en la fecha, significa un mutuo reconocimiento entre Estados (el Reino de Italia y el Estado del Vaticano) y un visto bueno a MUSSOLINI y su fascismo.

PÍO XI anima a los católicos italianos en las elecciones de marzo de 1929 a que voten a los fascistas


En Italia, el partido católico del dirigente político Luigi Sturzo, llamado Partido Popular, y opositor al fascismo, ha sido disuelto poco antes. PÍO XI anima a los católicos italianos en las elecciones de marzo de 1929 a que voten a los fascistas, y califica a Benito Mussolini como un hombre enviado a nosotros por la Providencia. También Pío XI bendice personalmente las tropas italianas que parten para la conquista de Abisinia.

Austria firma con Italia un tratado de amistad.


Tras la primera guerra mundial, las visicitudes de la historia hacen de Austria una potencia menor, con una gran metrópoli, Viena, como capital. Viena se ha desarrollado como centro de una gran potencia, pero ahora lo era de lo que restaba de ella. La población austríaca es casi enteramente de habla alemana, y existe un arraigado sentimiento en favor de la unión con Alemania. Pero los tratados de paz lo prohiben en absoluto pues fortalecerían en exceso a Alemania. En su búsqueda de amigos, Austria encuentra a Italia, en el Sur y, en la fecha, firma con ese país un tratado de amistad. Italia, por supuesto, hará lo posible para animar a la derecha a implantar el fascismo en Austria.

PÍO XI impulsa la enseñanza católica, la ciencia y los medios de comunicación.


PÍO XI impulsa la enseñanza católica, la ciencia y los medios de comunicación. El 12 de febrero de 1931 se inaugura una emisora de radio en el Vaticano (En 1935 PÍO XI inaugurará un Observatorio astronómico en Castelgandolfo y se crearán Universidades Católicas en Italia, en Holanda y en Polonia). PÍO XI en 1931, hace pública una resonante Encíclica, la «Quadragesimio anno» (llamada así porque aparece en el cuarenta aniversario de la Rerum Novarum de León Xil), en la que condena el materialismo marxista y el comunismo. Pone de manifiesto la absoluta incompatibilidad entre esas ideologías y la doctrina de la Iglesia, mostrando que tales «remedios» contra los abusos del capitalismo son más nocivos que los males que tratan de subsanar. PÍO XI, por otra parte, diagnostica que nuestra economía «está gravemente enferma».

Invasión italiana de Albania.


Invasión italiana de Albania.

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