Del 6 al 8 de julio de 1995, las fuerzas serbiobosnias sitian el enclave musulmán de Srebrenica -en territorio serbiobosnio-, donde decenas de miles de civiles se han refugiado (ya que ha sido declarada zona segura en 1993) tras huir de otras zonas arrasadas en el noreste de Bosnia. Una fuerza de 600 soldados holandeses mal armados se encuentran a cargo de su protección. El combustible está casi acabado y no han ingresado alimentos frescos desde mayo. Las fuerzas serbias comienzan a bombardear Srebrenica. Los musulmanes piden la devolución de las armas entregadas a los cuerpos de paz pero la solicitud es denegada. El comandante holandés pide a sus superiores en Sarajevo “apoyo aéreo cercano” luego de que los misiles y bombas serbias caigan junto a centros de refugiados y puestos de observación de sus tropas.

El comandante holandés, coronel Karremans, solicita el apoyo aéreo de la ONU tras el bombardeo serbio de sus posiciones. El comandante general de la ONU, general Janvier, se niega en principio pero luego acepta tras una nueva solicitud del coronel. Los ataques serbios se detienen antes de la llegada de los aviones por lo que su incursión es postergada. Unos 4.000 refugiados están en la ciudad esa noche y cunde el pánico. Multitudes se aglomeran en torno a las posiciones holandesas. Karremans dice a los líderes de Srebrenica que los aviones de la OTAN al servicio de la ONU atacarán a los serbios si no se retiran antes de la hora 0600 del día siguiente.

Las fuerzas serbias no se retiran. A las 0900 Karremans recibe un reporte desde Sarajevo indicando que su solicitud de apoyo aéreo ha sido hecha en un documento equivocado. La nueva solicitud llega al escritorio de Janvier una hora y media más tarde, pero los aviones deben regresar a sus bases en Italia a reabastecerse, tras permanecer en el aire desde las 0600. Hacia el mediodía más de 20.000 refugiados, mayormente mujeres, niños y enfermos, llegan a la principal base holandesa en Potocari. Dos cazas F-16 de Holanda arrojan bombas sobre posiciones serbias en los alrededores de Srebrenica. Los serbios responden con la amenaza de matar a los rehenes holandeses y los refugiados. Los ataques son suspendidos. El comandante serbio Ratko Mladic -todavía prófugo del Tribunal Penal Internacional- entra en Srebrenica dos horas después, acompañado de cámaras de la televisión serbia. En una reunión con Karremans lanza un ultimátum: los musulmanes deben entregar sus armas si quieren vivir.

Comeienzan las matanzas en el poblado vecino de Kravica. Los cuerpos de paz entregan a 5.000 musulmanes que se han refugiado en Potocari a cambio de 14 soldados holandeses.

Emergen los primeros reportes de la masacre a medida que los sobrevivientes llegan a pie a territorio musulmán. Los holandeses pueden salir de Srebrenica tras una serie de negociaciones entre la ONU y los serbiobosnios. Deben dejar sus armas, alimentos y suministros médicos. Al menos 5.000 personas han sido asesinadas en los cinco días siguientes a la ocupación serbia de Srebrenica.

En el Consejo Europeo de Bruselas se adopta la decisión sobre los países que entran a formar parte de la unión monetaria europea: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal.

Holanda deniega a ABDULLAH OCALÁN, secretario general del PKK, permiso para aterrizar en Rotterdam.

La comunidad kurda residente en Europa protagoniza numerosas manifestaciones. Son asaltados los consulados y embajadas de Grecia en Holanda, Dinamarca, Bélgica, Alemania y Francia.

Se hunde, en la fecha, hasta 108 metros de profundidad, el submarino nuclear ruso “Kursk” con sus 118 tripulantes a bordo después de hacer explosión su santabárbara, circunstancia que el Ejército ruso disimuló con declaraciones e hipótesis absurdas. La presencia de dos reactores nucleares en el submarino, ha hecho adquirir al presidente Pútin un compromiso público de “hacer todo lo posible” por rescatar todos los cuerpos de los tripulantes. Posteriormente, quedará señalado el 15/9/2001 como fecha en la que se prevé remontar el submarino de 18.000 toneladas. Para ello se ha contratado a una empresa holandesa de ingeniería llamada Mammoet, que tomó ese nombre tras transportar en helicóptero un Mamut, encontrado en un enormo bloque de hielo de la región siberiana.

En Jutlandia, la región ganadera por excelencia del país, los granjeros daneses se quejan de que la llegada de numerosos contingentes holandeses -más acaudalados que los daneses- ha hecho subir los precios de la tierra y dificultado la competencia. En 2001, el 10% de la producción de leche danesa es producida por granjas de holandeses y el 60% de las granjas vendidas son adquiridas por éstos.