El 2 de agosto embiste la Armada española a sus contrarios y el combate no es decisivo porque los ingleses como siempre se retiran y el día 6 ancla la armada española en la rada de Calais, fondeando también los ingleses a prudente distancia.

En la noche del día 7 una maniobra mal ejecutada dispersa hacia Gravelinas a la Armada epañola y los ingleses aprovechan a la mañana siguiente dicha circunstancia en una pelea que dura hasta las 3 de la tarde, con notable daño para los españoles.

No sólo la impericia de los mandos, sino los fenómenos atmosféricos, la dificultad de contactar las tropas del mar con las de tierra y la mayor maniobrabilidad y alcance de tiro de los barcos ingleses motivan el desastre. A pesar de esto, el 8 de agosto de 1588, con inflexible fatalismo, FARNESIO empieza a embarcar a sus tropas en Nieuport y Dunkerque. Finalmente, reunidos frente a Granvelines, sin poder volver al punto de encuentro, imposibilitada para abordar y escasa de munición, la flota es presa de los obuses ingleses. Una fuerte marejada acompañada de una tormenta se encarga de hacer más estrepitoso el desastre. En vista de tantos desastres y de la desconfianza que inspiraban los azares del mar, con tantas constantes contrariedades y sabiendo que la reina Isabel de Inglaterra se había preparado de una forma firme y segura, se decide desistir de la empresa y regresar a España circunvalando las Islas Británicas.

Después de una penosa retirada por el norte, circunvalando Escocia e Irlanda, donde los españoles son masacrados, el resto de la Armada española -sólo 66 naves con 10.000 hombres- irá llegando a las costas peninsulares. FELIPE II exclama: “Yo envié mis naves a luchar con hombres no contra los elementos”. FELIPE II trata al derrotado MEDINA SIDONIA con la más exquisita amabilidad y consideración. Inglaterra explicará que la flota española -infinitamente superior- ha sido destruida por la inglesa, quedando patente que Dios ha estado del lado del protestante. Ni lo dicho por unos ni por los otros se corresponde a la realidad científica de los hechos.

Inglaterra, moral y psicológicamente robustecida por su victoria en Calais, prosigue su intervención directa en las provincias de los Países Bajos en ayuda del príncipe Mauricio, el joven caudillo de las luchas holandesas e hijo del asesinado Guillermo de Orange. El Escalda es escenario frecuente de numerosas batallas entre ALEJANDRO Farnesio y sus oponentes confederados; la humedad y los pantanos diezman aquellos tercios, tantas veces vencedores, de españoles, alemanes e italianos, más incluso que la propia y prolongada contienda.

Debido a la costumbre de que las “necesidades corporales” se efectuaban en cualquier parte, la corte inglesa se vió obligada a fijar una advertencia pública sobre el particular.

El prior ANTONIO, tras agotar su lucha por la legitimidad y sus fracasos de instalarse por la fuerza en Lisboa con la ayuda de Francia, logra convencer en Londres a la reina ISABEL de la rentabilidad de que ésta apoye su empresa de tomar el trono de Portugal.

Con el fin de evitar que los barcos supervivientes de la “Armada Invencible” puedan atacar de nuevo a Inglaterra, sir Francis DRAKE y el general sir John NORRIS proponen a la reina ISABEL I un plan de agresión a España. Este plan será conocido como la “La Invencible Inglesa” o “Contraarmada”. La reina aprueba el proyecto, y satisfaciendo ambas propuestas, DRAKE y NORRIS parten a mediados de abril para someter a las tropas españolas del archiduque Alberto, virrey de Portugal. Todo acabará en desastre para los ingleses.

Después de varios cambios en los planteamientos iniciales y desobedeciendo las instrucciones finalmente recibidas, las 170 unidades, bajo el mando de DRAKE y NORRIS, que transportaban más de 20.000 hombres y que había zarpado de Plymouth el 14/4/1589 atracan ante la Coruña el 4/5/1589 con la idea de saquearla y apoderarse de un enorme botín que los ingleses creen van a conseguir. No hay tal botín. Al cabo de 11 días de crueles enfrentamientos, los ingleses tienen que abandonar La Coruña dejando tras de sí más de 1.500 muertos. En La Coruña se ha distinguido la heroína María Pita. Los ingleses se dirigen hacia Lisboa.

De nuevo, en contra de lo proyectado en Inglaterra, DRAKE y NORRIS se dirigen hacia Lisboa ya que están seguros de que obtendrán un preciado botín que incluso olvidará el desastre de La Coruña. En la fecha desembarcan cerca de Lisboa. Todo acaba en desastre para los ingleses. Entonces se intenta cumplir con las órdenes reales que incluyen Las Azores y el puerto de Santander, pero, finalmente, con sólo 2.000 hombres tienen que regresar a Inglaterra donde llegan el 10 de julio de 1589. El balance de la expedición no puede ser más ruinoso.