Después de un cerco de pocos meses, Córdoba se rinde a FERNANDO III, el 29 de junio de 1236.Tras la capitulación de Córdoba, casi todos sus habitantes tienen que marcharse al destierro con sólo lo que pueden llevar consigo. La toma de aquella ciudad, capital del califato y la primera ciudad andaluza reconquistada, era todo un símbolo. Al entrar los cristianos en la ciudad abandonada, al llegar a la Mezquita cantan en ella un Te Deum. La Mezquita de Cordoba es consagrada para el cristianismo por el obispo de Osma, dedicándola a la Asunción de María. En lo alto del alminar la media luna es sustituida por la cruz. FERNANDO III el Santo dispone la devolución de las campanas que Almanzor sustrajo de la catedral de Santiago de Compostela (997), a hombros de cautivos musulmanes. Gentes de Castilla y otras partes de la península vienen a poblar Córdoba haciéndose un Repartimiento de propiedades. Durante el reinado de FERNANDO III se edifican en Córdoba notables iglesias conocidas como \»fernandinas\».
FERNANDO III el Santo, (Rey de Castilla 1217-1230)(Rey Corona de Castilla 1230-1252)
Total de piezas: 43
FERNANDO III el Santo vuelve a contraer matrimonio en Burgos con JUANA de Ponthieu.
En 1237, FERNANDO III el Santo vuelve a contraer matrimonio en Burgos con JUANA de Ponthieu, hija de Simón de Dammartin, Conde de Aumale, y de María de Bellême, Condesa de Ponthieu.
En Murcia contingentes castellanos se apoderan de algunas plazas aragonesas.
Tras el sometimiento de Murcia por el infante ALFONSO (futuro ALFONSO X), contingentes castellanos se apoderan de algunas plazas en la reserva aragonesa con el propósito de hacerse con Xàtiva. La reacción de JAIME I es inmediata y las tropas aragonesas penetran en la reserva castellana. La frontera entre ambos territorios está poco delimitada por lo que se producen conflictos.
Una intensa crisis afecta Al Al Ándalus desde la desintegración del Imperio almohade.
Una intensa crisis afecta a los territorios musulmanes de la Península Ibérica desde la desintegración del Imperio almohade, después de la Batalla de las Navas de Tolosa (1212). En 1243, el infante don ALFONSO, en nombre de su padre, FERNANDO III de Castilla y León, enfermo en Burgos, logra la anexión del Reino de Murcia sin más dificultad que la resistencia que ofrecen los alcaides de Lorca, Cartagena y Mula, ciudades que tuvieron que ser sometidas por el Maestre de Santiago, Paio Peres Correia y por Rodrigo González Girón. El reino es prácticamente entregado por su taifa, temeroso de la amenaza nazarí de Granada. En principio este dominio comporta una simple ocupación militar del territorio y la concentración de la propiedad agraria en las manos de unos pocos latifundistas castellanos.
Tratado de almizra entre Alfonso en nombre de Fernando III de Castilla y Jaime I de Aragón.
ALFONSO solicita -en nombre de FERNANDO III de Castilla y León- una entrevista con JAIME I que tiene lugar en Almizra, en donde con fecha de 26 de marzo de 1244 firman un pacto para que las cosas vuelvan a su estado inicial. En efecto, en la fecha, ALFONSO y JAIME firman el Tratado de Almizra (Cerca de Caudete en la provincia de Alicante). Se confirma el anterior Tratado de Cazorla de 1179. El resultado del acuerdo de repartición se establece del siguiente modo: se asigna a Castilla las tierras de Alicante: Agnes, Bussot, Villena y el territorio enclavado más allá del valle del Biar. La línea divisoria va desde el valle del Biar, pasando por el castillo de Villena. Murcia queda excluida de la conquista por parte de la Corona de Aragón, ya que se establece el límite del reino de Valencia a la altura de la divisoria de aguas de los ríos Júcar y Segura. También se determina la obligación de ambas coronas de devolver todas las poblaciones que se hubieran ocupado en el pasado indebidamente. Alicante queda en territorio castellano: los aragoneses se retiran de Villena y ALFONSO abandona Morguente y Enguera, plazas ocupadas tras la anexión de Murcia.
Tras el tratado de Almizra, la reconquista pasa a ser prácticamente una tarea castellana.
Tras el tratado de Almizra, la reconquista pasa a ser prácticamente una tarea castellana. Frente a los dos núcleos musulmanes que quedan en la Península, el reino almohade de Sevilla y el andaluzí de Granada, FERNANDO III se decide a atacar primero a Granada.
TEOBALDO I de Navarra firma un acuerdo de paz con FERNANDO III de Castilla.
TEOBALDO I de Navarra firma un acuerdo de paz con FERNANDO III de Castilla.
FERNANDO III avanza por Arjona, Bejígar y Carchena y, en la fecha, pone nuevamente cerco a Jaen.
FERNANDO III avanza por Arjona, Bejígar y Carchena y, en la fecha, pone nuevamente cerco a Jaen. Entonces el rey de Granada, Mohamed I, se entrevista con el rey castellano y ambos establecen un acuerdo por el que Granada se convierte en vasallo de Castilla y entrega a FERNANDO la plaza de Jaen, manteniéndose las fronteras relativamente estables. Llegado a este acuerdo, FERNANDO III se vuelve hacia Sevilla.
El infante ALFONSO se casa con VIOLANTE de Aragón, hija del rey JAIME I de Aragón.
El infante ALFONSO, hijo de FERNANDO III rey de la Corona de Castilla, se casa con VIOLANTE de Aragón, hija del rey JAIME I de Aragón.
FERNANDO III el Santo, rey de Castilla y León, pone cerco a Sevilla por tierra y bloquea el río Guadalquivir, hasta su rendición.
FERNANDO III el Santo, rey de Castilla y León, pone cerco a Sevilla por tierra y bloquea el río Guadalquivir. Sevilla, al quedar incomunicada, opta por la rendición en la fecha. FERNANDO III entrará victorioso en Sevilla días después, donde residirá desde entonces. FERNANDO III lleva siempre consigo una imagen de la Virgen, a cuyos pies en Oña había sido ofrecido de niño durante una gravísima enfermedad por su madre doña Berenguela. Así, entroniza a la Virgen en Sevilla para que esta tierra y todas las de sus alrededores, sean «la tierra de María Santísima». En unos años será conquistado el resto de provincias controladas aún por lo almohades.