A lo largo de los siglos XVIII y XIX han sido frecuentes los conflictos entre propietarios y «rabassaires» alrededor del tema de la duración de los contratos. Por el contrato denominado «rabassa morta» -tipo de contrato que se utliza en el cultivo de las viñas-, el propietario cede a un payés el dominio útil de la tierra mientras viven las cepas que el «rabassaire» ha plantado. Pero los «rabassaires» desarrollan técnicas como los «colgats» y los «capficats» que alargan indefinidamente la vida de las cepas y, por tanto, los propietarios no recuperan nunca la propiedad. La invasión de la filoxera provoca un fuerte enfrentamiento, ya que con la muerte de las cepas, los propietarios consideran extinguidos los contratos, mientras los payeses exigen la renovación en unas condiciones más favorables.

A partir de 1880, se constata que la bandera cuatribarrada empieza a ser tomada por los incipientes catalanistas como un símbolo o enseña. Poco a poco, esta bandera desplaza a otras como la de Sant Jordi, que aún es querida por todos los catalanes. Así, los centros catalanistas se van engalanando de cuatribarradas.

Por haber ganado los tres premios exigidos por el Consistorio de los Juegos Florales, Mossèn Cinto es proclamado Maestro en «Gay Saber». Algunas definiciones de «Gay Saber»: Maestría en el arte de la poesía. La ciencia alegre. Arte de los trovadores. El gay saber es lo que Shakespeare, Espronceda, García Lorca, etc, etc tenían tras nacer o tras mucho estudio y pasión, ¡quien sabe!. La facilidad y maestría con los poemas, poder escribir unos versos que encandilen a una dama o que hagan reflexionar a los filósofos es lo que tiene el gay saber.

Josep TORRAS I BAGES (llegará a ser obispo de Vic desde 1899) tiene en 1880, una sólida ascendencia tomista habiéndose formado bajo la enseñanza de grandes personalidades del pensamiento conservador catalán. Sus actuaciones comienzan cuando el Papa León XIII aconseja el intervencionismo prudente de los católicos en el mundo secular. Crítico con el regionalismo laico y revolucionario, también quiere distanciarse del carlismo y del integrismo. Asimismo, quiere establecer las bases de un proyecto catalanista católico, sostenido sobre la estructura de la Iglesia, bien diferenciado del que propone Almirall.

Cuando en 1880 se hace inminente la construcción de la línea ferroviaria por la calle Aragó de Barcelona, los propìetarios se alarman, y reclaman que el impacto se reduzca al hacerla discurrir dentro de una gran zanja. El Ayuntamiento, que no quiere en modo alguno pagar la obra, sostiene que puede circular tranquilamente por la superficie, tal como, al fin y al cabo, realiza el carril de Sarrià por la calle Balmes. Parecen ignorar las muertes y los continuos accidentes que ello provoca y parece también no importarles nada el efecto que provocaría al pasar y cortar el paseo de Gracia a ras de suelo. Es un despropósito y un ejemplo de mezquindad indígena. Así las cosas, se recurre al dictamen neutral de un hombre informado y equitativo: el ingeniero de caminos, canales y puertos José de Echegaray, futuro Premio Nobel. Es él quien sentencia en definitiva a favor de la zanja.

Celebración en 1880-1881 del Congreso Catalán de Jurisconsultos, exponente del movimiento que en defensa del derecho catalán se ha producido como reacción contra los proyectos de codificación del derecho civil español.

El uso público del catalán es una de las principales reivindicaciones del movimiento catalanista. Por eso, la proliferación de publicaciones catalanistas es un síntoma claro de expansión del movimiento por todo el país. Durante la etapa 1880-1904 se publican tres diarios de inspiración catalanista: Diari Català, fundado por Valentí Almiralll en 1879, La Renaixensa, revista desde 1871 y diario a partir de 1881, y La Veu de Catalunya, órgano de la Lliga Regionalista y muchos seminarios y publicaciones de periodicidad diversa. Las publicaciones catalanistas acostumbran a ser el portavoz de alguna entidad local o comarcal, o bien tienen un carácter literario o claramente político. Entre estas últimas hay una pluralidad ideológica notable que va desde las revistas de inspiración ultracatólica y tradicionalista hasta otras de carácter democrático y republicano. La mayor parte de estas publicaciones se editan en Barcelona o en las ciudades o comarcas más desarrolladas del país: litoral y prelitoral, de Figueres fins a Reus, y en la comarcas centrales del Principado.

Se celebran en Montserrat por iniciativa del abad Muntadas, las Fiestas del Milenario (880-1880). La letra de «El Virolai» fue compuesta por Jacint Verdaguer, y se publicó en el programa del certamen artístico y musical celebrado con motivo de las fiestas del milenario de Montserrat, en 1880. En ese mismo certamen se ofrecía un caramillo de oro con esmaltes como premio a la mejor melodía popular que se adaptara al texto de Verdaguer. El 25 de abril del mismo año se declaró ganadora —entre unas setenta composiciones— la melodía de Josep Rodoreda. Con motivo del milenario de Montserrat, Jacint Verdaguer publica Cançons de Montserrat [Canciones de Montserrat] y Llegenda de Montserrat [Leyenda de Montserrat], que rescribirá y unificará, años después, en el volumen poético Montserrat (1889).

Transformación en diario, a partir de 1881, de la revista quincenal «La Renaixença» de Pere Aldavert y A. Guimerà, al que se incorporarán Prat de la Riba, Puig i Cadafalch y otros notorios nacionalistas.

Se constituye en Barcelona durante el Congreso Obrerola Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), confederación anarquista colectivista. Disuelta en 1888.