El invento de la comarca del Montsiá, provoca la dimisión del anticatalanista ministro de Marina, Antonio Royo Villanova, el 17 de septiembre, LERROUX aprovecha para disolver un equipo ministerial con el que le resulta sumamente incómodo gobernar y renuncia a seguir al frente del Ejecutivo.

El agrario Martínez de Velasco y el radical Santiago Alba intentan formar Gobierno, pero tropiezan con dificultades insalvables. Finalmente, tras hacer pública en la prensa una nota amenazando con disolver las Cortes, Alcalá ZAMORA fuerza el consentimiento de los jefes de la coalición a un Gabinete presidido por un hombre de su confianza, el financiero Joaquín CHAPAPRIETA Torregrosa, un liberal que actua en política como independiente y que ahora es ministro de Hacienda. Obsesionado por reformar la Administración, reducir el gasto público y equilibrar el Presupuesto, CHAPAPRIETA procede, a formar el XIII Gobierno de la República (25/9/1935-29/10/1935), a la refundición de varios Ministerios, con lo que reduce las carteras ministeriales a disposición de los partidos, a pesar de lo cual amplía la coalición gobernante, integrando por primera vez en los gabinetes republicanos a un ministro de la Lliga Catalana (LERROUX sigue en el Gobierno como Ministro de Estado)

Después del abandono del doctor Martí y Julià, Unió Catalanista cae en el ostracismo y, en 1936, desaparece.

En Catalunya, convocadas las elecciones de 2/1936, el banquero Ignacio Vilallonga es sustituido por el financiero Félix Escalas, que designa un consejo monocolor de la Lliga.

En Catalunya, en las elecciones generales de febrero de 1936, los partidos se han aglutinado alrededor de dos posturas: la derecha representada en Catalunya por el Front Català d’Ordre, coalición electoral de las derechas catalanas dirigidas por la Lliga Catalana, que fue derrotada y la izquierda representada por el Front d’Esquerres (Coalición electoral de las izquierdas obreras y republicanas, encabezada por ERC). En Catalunya, en las elecciones de febrero de 1936 gana el Front d’Esquerres, con 41 diputados de un total de 54.

Si el triunfo derechista de 1933 trajo el indulto del general SANJURJO, protagonista del fallido golpe de agosto de 1932, la victoria del Frente Popular -a nivel peninsular- y del Front d’Esquerres -en Catalunya- en las elecciones a diputados del Parlamento español de febrero de 1936, da lugar, por el decreto de amnistía del 21 de febrero, al excarcelamiento de los componentes del Gobierno de la Generalitat, entre ellos Lluis Companys y sus consejeros, condenados por los hechos del 6 de octubre. O sea, primero han salido de la cárcel y luego se ha legalizado la salida

Un nuevo decreto-ley, del 26/2, dispone el restablecimiento de las facultades del Estatut de Catalunya. Así, pues, se restablece la Generalitat de Catalunya que fue suprimida a raíz de los acontecimientos de la revolución de octubre de 1934.

Merced a la amnistía decretada por el Gobierno del Frente Popular, Lluís COMPANYS regresa a Barcelona el 2 de marzo de 1936, siendo objeto de un recibimiento multitudinario, avanzando por las calles en un coche descubierto escoltado por motoristas de la policía. Condenado a 30 años de prisión por los disturbios de octubre de 1934, ha cumplido sentencia en el penal de El Puerto de Santa María, de donde ha sido liberado.

El Parlament català, por aclamación, pero en ausencia de la Lliga, ratifica Lluis COMPANYS en la presidencia de la Generalitat. COMPANYS confirma el mismo Consell suspendido como consecuencia de los hechos de octubre. Algunos historiadores hablarán del «oasis catalán», porque la situación, en los primeros meses de 1936, resulta menos conflictiva en esta región que en el resto de España. El gobierno de COMPANYS, restablecido después de las elecciones se modera con la salida de ERC de los radicales del Estat Català y el reingreso de los seguidores del PNRE. Además, ERC y la Lliga se esfuerzan por recuperar la normalidad institucional y la FAI (partidarios de la insurrección y de la violencia = «faistas») pierde posiciones dentro de la CNT (partidarios de la acción sindical = «trentistas»).

Un atentado conmueve el ambiente de Barcelona. En la esquina de las calles Muntaner y Diputación, son asesinados a tiros los hermanos BADÍA, miembros del grupo independiente Estat Catalá. Miquel BADIA es, a pesar de su juventud, un independentista histórico que ha participado en el complot del Garraf. Durante los años 1933 y 1934 colaboró con el conseller Josep Dencàs como jefe de los Servicios de Orden Público de la Generalitat, distinguiéndose por la persecución enérgica de los anarquistas partidarios de la insurrección y la violencia. El atentado había conmocionado toda Catalunya, tal como quedó registrado en la prensa de la época. Grandes multitudes desfilaron día y noche por la capilla ardiente.