En 1973, Pasqual Maragall se licencia en Economía Internacional y Economía Urbana por la New School for Social Research de Nueva York.

En su etapa como jugador azulgrana Johan Cruyff consigue en 1973, y también al año siguiente, el prestigioso Balón de Oro. Es la primera vez que se concede a un jugador de un equipo de la Liga española de fútbol este galardón. Cruyff ya había conseguido el trofeo en 1971 como jugador del Ajax de Amsterdam. El primer Balón de Oro fue concedido a Müller jugador del Bayern de Munich, en 1970.

En los últimos años del franquismo, las librerías y las editoriales son objetivos escogidos por el terrorismo de la extrema derecha. La Gran Enciclopedia Catalana es asaltada en 1973 por una guerrilla del Partido Español Nacional Socialista, de ideología nazi.

El religioso jesuita Esteban Rodríguez va a visitar a Joan Alsina y lo confiesa; también cumple con informar al capitán Mario Carávez (al mando de la «operación limpieza» del Hospital San Juan de Dios y de la universidad Técnica del Estado) que Juan Alsina es efectivamente un sacerdote. Carávez no le cree y pide entonces a otro cura, el capellán Felipe Gutiérrez, que trabaja en el Ministerio de Defensa, que lo visite. A su regreso, Gutiérrez le dice a Carávez: «A éste, si no lo matas, él te matará a ti y a toda tu familia». Más tarde, Joan Alsina  es llevado hasta el Puente Bulnes, que cruza el Río Mapocho, en la capital chilena, donde es fusilado con una ráfaga de ametralladora por el soldado Nelson Bañados. Joan Alsina tenía 31 años.

En Chile, el 19 de Septiembre de 1973, el sacerdote Alsina, preocupado por sus compañeros de trabajo, decide ir al hospital, pese a que le aconsejan no hacerlo porque está buscado por los militares. En efecto, en este mismo día, es detenido en el propio establecimiento por una patrulla del regimiento Yungay del ejército, al mando del capitán Mario Caravés. Tras su detención, es golpeado y torturado hasta dejarlo inconsciente. Después es llevado al Internado Barros Arana, habilitado para campo de prisioneros.

La estructura’estructura demogràfica de Catalunya cambia totalmente en las dècadas de los años sesenta y setenta. En menos de veinte años, la población pasa de los 3.900.000 habitantes de 1960 a los 5.300.000 de 1974. Lògicamente, un incremento de esta magnitud no se produce únicamente ppor el crecimiento natural, sino que el factor decisivo fue la gran inmigración que recibió Catalunya. También se produjo un significativo alargamiento de la esperanza de vida. La población catalana gano en peso específico en el conjunto del  estado español: en 1960 era el 12,7% i en 1970 ya era el 15,05%. Dentro del Principado, este fenómeno fu acompañado de la despoblación de muchas comarcas rurales y la consiguiente concentración de población en el àrea metropolitana de Barcelona y en el  Tarragonès.

El crecimiento demográfico de la etapa del desarrollismo se fundamenta principalmente en la inmigración. Entre 1950 y 1975 Catalunya presenta un saldo migratorio de 1.390.000 personas. Los inmigrantes proceden de las regiones pobres españolas y buscan en Catalunya unos lugares de trabajo que les permita mejorar su situación. En la mayor parte de los casos proceden de ámbitos rurales, por lo cual la emigración les supone también la incorporación a la vida urbana. En alguns casos, l’emigració es produïa en bloc, no només de famílies, sinó també de pobles sencers. Uno de los inmigrantes, llegado en los años veinte, Francesc Candel, escribió en el año 1964 el libro ‘Els altres catalans’, título que hizo fortuna por referirse, inicialmente, a los inmigrantes. En este libro, Francesc Candel ofrece un retrato de las condiciones de vida y las esperanzas de la población inmigrada a Catalunya. Al mismo tiempo, apostaba sin reservas por la integración de estos sectores a la vida catalana. Este libro provocó un importante debate sobre esta última cuestión.

Las condiciones en que se produjo la urbanización de las grandes ciudades en el «desarrollismo» fueron muy negativas. Fue un proceso muy rápido, sin control y guiado por la especulación que tuvo como consecuencia la aparición de nuevos barrios sin servicios y con necesidades de todo tipo. Por otra parte, en los núcleos antiguos la acción de los ayuntamientos fueron absolutamente discrecionales  y el interés por favorecer el vehículo privado provocó todo tipo de desastres urbanísticos. Ante esta realidad, surgieron al final de los sesenta las asociaciones de vecinos,  en cuya creación participaron decididamente muchos militantes de los partidos de la oposición, especialmente de los marxistas. En 1974 se constituye la Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona.

Los cambios económicos de la década de los sesenta cambiaron mucho el panorama del campo catalán. La progresiva mecanización hizo que la necesidad de mano de obra se redujera. El éxodo rural fue muy importante y cada vez se manifestó con más fuerza el problema  de conseguir un nivel de vida  digno con el trabajo en el sector primario. Esta preocupación  estaba vinculada a la defensa de las explotaciones familiares agrarias, tan extendidas en el campo catalán, donde los agricultores con trabajadores fijos pasaron del 22% en el año 1956 al 8% en el año 1970. Las instituciones oficiales como las Hermandades de Labradores y Ganaderos y las Cámaras agrarias no ofrecían ningún espacio para expresar este problema. Como consecuencia, surge en 1974 el sindicato agrario Unió de Pagesos.

Además de los partidos, sindicatos y asociaciones, el antifranquismo catalán también cuenta con pequeños núcleos más radicalizados, dispuestos al uso de la lucha armada para hacer frente a la dictadura. Hacia el año 1972 se ha formado el Movimiento Ibérico de Liberación, más conocido por las siglas MIL, grupo muy reducido y activo de orientación libertaria, convencido de la necesidad de una praxis revolucionaria. En 1973, uno de sus miembros, Salvador PUIG ANTICH, es detenido acusado de la muerte de un inspector de policía. Su juicio en forma de consejo de guerra, lo condena a muerte. Es el último sentenciado por el franquismo a morir en el garrote vil. Las peticiones de clemencia que llegan a FRANCO son muchísimas, pero no son atendidas y, en la fecha, es ejecutado al garrote vil, el mismo día que el delincuente común Heinz Chez y a un mes escaso de haberse proclamado el «espíritu del 12 de febrero» Las esperanzas puestas en el proceso de apertura política quedan pronto rotas.