FRASES DE LA HISTORIA

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FrasesFrases de la historia

ENRIQUE considerando que «París bien vale una misa», vuelve al catolicismo.


ENRIQUE IV de Francia comprende que, aunque él y sus seguidores son protestantes por convicción, la mayoría de los franceses siguen siendo fieles católicos, por lo que en 1593 se convierte públicamente al catolicismo. ENRIQUE comprende que no se siente inclinado a inmolar su vida en combate, así que en 1593, considerando que «París bien vale una misa», vuelve al catolicismo. El hábil canciller de ENRIQUE IV, Maximilien de Bethune, duque de Sully, se mantendrá como hugonote pero continuará sirviendo a su rey.

Es leída la sentencia contra Giordano Bruno. Se le declara herético impenitente, pertinaz y obstinado.


El 8 de febrero es leída la sentencia contra Giordano BRUNO en donde se le declara herético impenitente, pertinaz y obstinado, es expulsado de la iglesia y sus trabajos son quemados en las escalinatas de la basílica de San Pedro. Es, pues, condenado a muerte por apostasía y violación de votos monásticos. El inquisidor del proceso es el teólogo jesuita Roberto Belarmino. Es famosa la frase que dirige a sus jueces: «Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla». Durante todo el tiempo es acompañado por monjes de la iglesia.

Miguel de CERVANTES publica la primera parte de la novela «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha».


Sale a la venta en Madrid la primera parte de la novela «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha», escrita por Miguel de CERVANTES Saavedra (La segunda parte aparecerá diez años después). Impresa en Madrid en el taller de Juan de la Cuesta (calle Atocha) y dedicado por su autor al duque de Béjar. Se pone a la venta en el establecimiento de Francisco de Robles, librero del Rey. La obra se empezó a vender sin duda en Valladolid, entonces capital del reino, en la última semana de 1604. En la obra, Alonso Quijano, su protagonista y hombre dado a la lectura de libros de caballería, pierde el juicio influido por las hazañas de su héroes y decide hacerse caballero, salir en busca de aventuras e imponer justicia según las normas de las órdenes andantes. La obra de Cervantes, crítica aguada de la literatura de su tiempo, plantea el choque entre la realidad y los ideales que don Quijote pretende resucitar, a la vez que crea el tema de la clarividencia en la locura. «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor». Estas son sus primeras líneas. La última: «Vale«

El vendedor de libros Francisco de Robles puede vender el primer ejemplar de El Quijote.


El 26 de septiembre 1605 el vendedor de libros Francisco de Robles puede vender el primer ejemplar de «El Quijote». El autor es un más bien poco conocido; aficionado a las letras, «más versado en desdichas que en versos», según él mismo. Su nombre: Miguel de CERVANTES. Sorprendentemente, la obra impresa en Madrid alcanza un gran éxito de forma inmediata, hasta ser considerada la obra cumbre de la lengua española y uno de los libros más conocidos en la cultura universal de todos los tiempos. Sus ediciones en todos los idiomas se cuentan por millares.

Por espacio de un milenio, los partidarios de la «estaca» tomaron a S.AGUSTÍN como santo patrón.


Por espacio de un milenio, los partidarios de la «estaca» tomaron a S.AGUSTÍN como santo patrón y fueron proclives a citarlo. Un texto de 1612: «como dijo S:AGUSTÍN, ningún médico curó jamás el cáncer con unciones y remedios blandos, sino con navaja y botones de fuego que abrasando y cortando atajen el contagio».

FELIPE III, atendiendo por fin al clamor unánime de sus súbditos, se deshace del Duque de Lerma.


FELIPE III, en la fecha, atendiendo por fin al clamor unánime de sus súbditos, se deshace del Duque de Lerma, pero sólo para caer en manos del hijo del duque de Lerma, duque de Uceda, personaje que une a la rapacidad del padre una manifiesta y absoluta incapacidad para todo lo que sea gobernar. La reina Margarita, esposa de FELIPE III, y algunos consejeros no son partidarios de los abusos e influencia del Duque de LERMA. Hay una investigación de las finanzas que descubre el entramado de corrupción e irregularidades. Empiezan a caer culpables e implicados, entre otros el valido del duque, don Rodrigo Calderón, que es ejecutado en la plaza Mayor de Madrid. Ante los acontecimientos, el duque aplica una estratagema que salvará su vida: solicita de Roma el capelo cardenalicio que se le concede en 1618. Así, tras recibir este mismo año el capelo cardenalicio, el Duque de Lerma recibe permiso del rey para retirarse a sus dominios en la ciudad de Lerma. Cuando le es concedido el cardenalato corre por Madrid una coplilla que dice: «Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se viste de colorado».

FELIPE III fallece en la Corte de Madrid.


FELIPE III fallece, a causa de fiebres y erisipela, en la Corte de Madrid a las nueve de la mañana, cuando le faltaban 13 días para cumplir los 43 años. Sus últimas palabras fueron: «Si me diera vida el cielo, ¡cuán de otra suerte gobernaría!». Con Felipe III, pese a ser en muchas ocasiones un rey denostado por la historigrafía tradicional, la Monarquía Hispánica alcanza su mayor expansión territorial (con la adquisición de nuevos territorios tales como Finale, diversas plazas norteafricanas como Larache o La Marmora, además de las nuevas conquistas en tierras americanas).

Al apuesto y donjuanesco conde de Villamediana, su famosa frase Mis amores son reales le costó la vida.


ISABEL de Borbón, primera esposa de Felipe IV rey de España, es el apasionado objeto del amor del apuesto y donjuanesco conde de Villamediana, a quien su famosa frase Son mis amores reales y otras dedicadas a sus diversas amantes, parece ser le costaron la vida. Según se ha escrito, un día se presentó a un baile con una capa cubierta de reales de oro, con lo que aludía a su suerte en el juego, y con la leyenda «Son mis amores reales», lo que era un doble sentido con la palabra reales muy peligroso para la época.

El pueblo romano exclama: «Lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini»


URBANO VIII nombra, a los pocos días de su nombramiento papal, cardenal a su sobrino Francesco Barberini, poniéndolo al frente de la Biblioteca Vaticana; a su también sobrino Antonio Barberini lo hace igualmente cardenal nombrándolo camarlengo y comandante en jefe de las tropas pontificias; a un tercer sobrino, Tadeo Barberini, también alcanza el cardenalato y nombrado prefecto de Roma y general de las tropas papales. Por último, a su hermano Antonio Marcelo tras nombrarlo cardenal lo hace gran penitenciario. Este comportamiento hace sentenciar al pueblo romano: quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini (Lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini).

Las Cortes de 1626 y de 1632 quedan inconclusas. Los catalanes no aceptan las exigencias del monarca.


Las Cortes de 1626 y de 1632 quedan inconclusas ante la negativa de los catalanes a aceptar las exigencias del monarca. Sin duda, todo un éxito del marco constitucional e institucional de los catalanes, que se convertía, más que nunca, en un obstáculo para una monarquía que necesitaba cada vez más recursos. Los ministros y sus asesores jurídicos alegaban que «la necesidad no tiene ley» y que, por tanto, era necesario priorizar las urgencias del monarca por encima de las leyes de los catalanes. A menudo, el constitucionalismo catalán era incomprensible e insoportable para unos ministros acostumbrados a imponer la voluntad del soberano en otros territorios.