Fallece, en la fecha, OGODAY, Gran Kan de los mongoles, abriéndose un interregno de cinco años. Sólo la muerte de OGODAY libra al emperador y al Papa de enfrentarse a aquellas tribus invencibles ya que la costumbre determina que los ejércitos regresen para que pueda ser elegido un sucesor. Nunca más volverán a la Europa central. Para los habitantes de esta región, los mongoles han sido como un relámpago cegador que lo ha inundado todo con su luz para luego desvanecerse.

CELESTINO IV -papa- (28.10.1241-10.11.1241). Se trata de Godofredo Castoglioni. Está enfermo y es muy anciano. Su pontificado sólo durará diecinueve días, el tercero más breve de la historia. El hecho principal de su breve pontificado tiene que ver con el cónclave que lo elige, ya que es el primero de la historia. El Colegio Cardenalicio está en ese momento formado por doce cardenales de los que sólo diez están presentes en el cónclave, debido a que los dos restantes se encuentran prisioneros en manos del emperador FEDERICO II que en esas fechas sitia Roma. Este sitio provoca una fuerte división entre los cardenales que impide que ningún candidato obtenga los dos tercios previstos por el III Concilio de Letrán, por lo que tras nueve días de deliberaciones sin llegar a un acuerdo, el senador romano Mateo Rosso Orsini ordena el encierro bajo llave («cum clavis») de los diez cardenales en el viejo palacio del Septizonio, situado en el Palatino romano con el fin de acelerar la elección e impedir que el emperador influya en la misma. Las duras condiciones del encierro, que se prolonga durante dos meses, hacen que fallezcan dos de los cardenales antes de procededer a las votaciones.

CELESTINO IV no llega a ser consagrado ya que, debido también a las duras condiciones del encierro, fallece el 10 de noviembre de 1241 tras excomulgar a Mateo Rosso Orsini, que no obstante será el padre del futuro papa Nicolás III. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Leo sabinus (El león sabino), cita que hace referencia a que en su escudo de armas aparece un león y a que fue cardenal-obispo de la Sabina.

Se celebra un Concilio en Tarragona, siendo su arzobispo D. PEDRO de Albalat. En este concilio, se fijan normas a seguir en los juicios promovidos por la Inquisición, se establece la pena de prisión perpetua para los que no abjuren, se regulan las penitencias y fórmulas de las abjuraciones, etc. Los reconciliados deben ponerse todos los domingos de cuaresma a la puerta de la iglesia, por espacio de diez años, con el hábito de penitente, en el cual han de estar pegadas dos cruces de diferente color que el hábito. El dominico Poncio de Blanes muere envenenado por los herejes.

Desde la institución de la Inquisición medieval en Francia, algunos fieles cátaros que huyen de la misma se han refugiado en algunas fortalezas del sur de Francia. Entre ellas se hace especialmente famosa la de Montségur, en el departamento de Ariège un pequeño castillo construido sobre la escarpada montaña de Tabo, a 1272 m. de altura, en una posición aparentemente inexpugnable, rodeada de precipicios inaccesibles. Este castillo, reconstruido entre 1205 y 1211, se ha convertido en un centro espiritual cátaro del que parte el comando que asesina, en Aviñonet, en la fecha, a Guillem Arnau y otros inquisidores de Tolosa. A partir de la fecha, se avivan las ganas de destruir el último reducto importante del catarismo.

Por la Paz de Lorris de1243, todos los castillos de Tolosa, de Comenge a Narbona, juran fidelidad al rey de Francia y a la Iglesia, excepto Montsegur. La ocasión está servida.

El siguiente papa no será elegido hasta dos años después ya que los cardenales, temerosos de un nuevo cónclave en las mismas condiciones que el recientemente vivido, huyen de Roma y no se reúnen hasta 1243. Es elegido INOCENCIO IV -papa- (25.6.1243-7.12.1254). Se trata de Sinibaldo de Fieschi. Este papa adopta el nombre de Inocencio porque tiene la declarada intención de seguir los pasos del gran Inocencio III, pero muy lejos estará de igualarlo. No tiene sus notables capacidades pero lo más grave no es esto sino su obsesión por el poder temporal, ya que está firmemente convencido que los papas heredan de Jesucristo el gobierno temporal de la cristiandad, junto con el espiritual. FEDERICO II ha dejado libres a los cardenales que mantenía prisioneros desde hace más de año y medio. Con ocasión de la celebración de este cónclave, FEDERICO II controla todos los alrededores de Roma, siendo de facto quién domina los Estados Pontificios. Con esta situación pretende controlar la elección papal, a lo que la mayoría de los cardenales se opone.

Los papas protegen la Orden del Temple y asimismo lo hacen los príncipes y los grandes señores. La orden irá acrecentando su poder transformándose en los más ricos propietarios de Europa, ya que los bienes de cada caballero -al no tener hijos por el voto de castidad- entrarán en el patrimonio común hasta el punto que llegarán a poseer miles de bailías, encomiendas, prioratos y castillos a los que continuamente se añadirán donativos de toda clase.

Un ejército de diez mil hombres sitia la fortaleza de Montségur. Un año después, en la fecha, los sitiados deciden desistir de la resistencia. Queda fijado que el castillo será entregado al rey de Francia y a cambio, los sitiados serán perdonados con leves penitencias. En cuanto a los herejes, también podrán beneficiarse del indulto si adjuran de su error en acto público.

Cumplido el plazo de la rendición, el senescal del rey ocupa la fortaleza. Una larga fila de gente empieza a bajar del castillo, unos salen libres aunque deberán pasar por el tribunal inquisitorial, otros, doscientos siete perfectos, de uno y otro sexo que se niegan a abandonar su religión, se lanzan sin la más mínima muestra de miedo, sobre un montón de troncos que se extiende al pie de la montaña y que han empezado a arder violentamente. El lugar donde se levanta la gran pira se conocerá desde entonces como «Prado de los Quemados». Hoy de Montségur no quedan ni las ruínas, porque así como el castillo cátaro, acabado en 1204, estaba construido sobre un primer castillo que ya había existido en el mismo lugar, el castillo -el tercer Motsegur- fue construido sobre las ruinas del cátaro que pasó a manos de la nobleza francesa.