Annibale Francesco Clemente Melchiorre Girolamo Nicola Sermattei della Genga Periberti di Fabriano es coronado papa bajo el nombre de LEON XII (5.10.1823 – 10.2.1829). El Papado se ha asustado tanto con la Revolución francesa y con las guerras napoleónicas como los monarcas seculares. Así que los Papas también se vuelven conservadores y participan de la política reaccionaria propia de este tiempo. LEÓN XII, además de oponerse a judíos y protestantes (cosa que, al fin y al cabo, era de esperar) se enfrenta con no menos vigor a cualesquiera tendencias liberales en Italia. Por ejemplo, condena a los carbonarios, una sociedad secreta que se ha ido desarrollando en Italia para difundir ideas liberales y para luchar contra el dominio austríaco.

Personalmente, LEÓN XII reduce los impuestos, hace que la justicia sea más barata, y logra encontrar financiación para ciertas mejoras públicas. Aún así dejará la tesorería más exhausta de lo que la ha encontrado, y ni siquiera el muy planificado jubileo de 1825 ( que convoca solemnemente con la bula Quod hoc ineunte y al que asisten mas de medio millón de peregrinos) consigue mejorar la economía pontificia. A la conclusión del jubileo, con la bula Charitate Christi extiende a todo el mundo sus beneficios espirituales, al tiempo que recuerda la prohibición de la usura y la obligación universal de contribuir al sostenimiento de la Santa Sede. Su política interior se dirige a defenderse de las organizaciones que quieren subvertir las enseñanzas de la Iglesia y destruir su potestad temporal: las sociedades bíblicas. Persigue a los carbonarios y los masones. Toma las medidas más fuertes en relación a agitaciones políticas que se suelen dar en las funciones de teatro. Las cancillerías europeas del período de la Restauración miran con mucha preocupación la convocación del Jubileo por el notable movimiento de personas que provoca. En un tiempo de revoluciones liberales y de conspiraciones, cada viajero era considerado sospechoso, las fronteras están cerradas, los caminos vigilados. En la Bula de convocación hace referencia a las dificultades, pero al mismo tiempo pone la celebración jubilar bajo el signo de la alegría.

León XII en «Quo Graviora» de 13 de marzo de 1825 condena la afiliacion a la masonería.

En la década ominosa (1823-1833), la Junta de la Fe, forma que adopta la extinguida Inquisición, ajusticia al maestro de Russafa Gaetá Ripoll en 1826, último condenado a muerte en España por herejía.

Aparece la sociedad «Ángel exterminador» en 1827 con el fin de intentar el restablecimiento del Tribunal de la Inquisición. El «Angel Exterminador», fundada por el obispo de Osma, cuenta entre sus filas a un buen número de prelados.

La expresión suprema de la libertad del pensamiento miguelangelesco fue el «Juicio Final» de la Capilla Sixtina. Contra él lanzaron sus invectivas numerosos eclesiásticos contrarreformistas, lo que le obligó a retocar diversos detalles. Muchos papas la consideraron irreverente, y por ello en 1828, cuando Stendhal pudo asistir a cierta ceremonia religiosa, comprobó que el «Juicio» se encontraba cubierto por un tapiz. Tanta independencia del espíritu era considerada incluso irritante.

Fallece el papa LEÓN XII. Persona temperamental e infatigable trabajador a pesar de su escasa salud. La noticia es recibida por el pueblo con auténtico júbilo. Es sepultado en las Grutas Vaticanas, delante del altar de san León I el Grande. Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Canis et coluber (El perro y la serpiente), cita que al parecer hace referencia a que condenó y mantuvo un estricto seguimiento de los movimientos liberales —particularmente francmasones y carbonarios— y de las sociedades bíblicas protestantes. Por eso se le considera un perro (un vigilante) contra las serpientes destructoras de la Iglesia.

Otra causa liberal en Gran Bretaña es la «emancipación católica». Los católicos no pueden ser elegidos al Parlamento, lo que significa que todos los diputados son protestantes. Y éstos sencillamente no representan a los irlandeses, los cuales, salvo en los condados del Noreste, son católicos casi al cien por cien. En Irlanda surgen «asociaciones católicas» que se esfuerzan por lograr la emancipación, y está claro que nunca habrá paz en este país hasta que esa emancipación sea un hecho. El dirigente del movimiento, Daniel O’Connell, católico, es el hombre más popular de Irlanda. (En Inglaterra, John Henry Newman, encabeza el «movimiento de Oxford», que fomenta las relaciones entre el anglicanismo y el catolicismo.) En marzo y abril de 1829, la emancipación es aprobada por el Parlamento, pese a la reñida oposición de los ultrarreaccionarios, que sin embargo apoyan a Wellington en otros aspectos.

El Acta de Ayuda Católica de 1829, es aprobada por el Parlamento del Reino Unido el 24 de marzo de 1829, y recibirá Sanción Real el 13 de abril. Es la culminación del proceso de Emancipación Católica en el Reino Unido, y en Irlanda derogará las últimas Leyes Penales. Su aprobación es el resultado de una campaña realizada por el abogado irlandés y entonces recientemente electo para formar parte de la Cámara de los Comunes, Daniel O’Connell. El acta permite a los católicos tener un escaño en el parlamento. Y aunque O`Connell se niega a jurar lealtad a la corona protestante, es admitido en el parlamento. Es el primer católico que entra en aquel alto organismo: su presencia resulta explosiva. Refundador de la Asociación Católica, que ha sido disuelta anteriormente, consigue la abolición de los abusivos diezmos que los católicos debían pagar en calidad de tales y más tarde organiza la «Rapeal Association», cuyo fin no es otro que el de destruir el acta de unión entre Irlanda y la Gran Bretaña.

Francesco Saverio Maria Felice Castiglioni Ghisleri es coronado papa bajo el nombre de PÍO VIII (5.4.1829 – 1.12.1830). Su ascenso al pontificado tuvo lugar en el cónclave que siguió al fallecimiento de León XII y que tuvo lugar en el palacio del Quirinal de Roma. Fue elegido el 31 de marzo de 1829 y coronado cinco días después por el cardenal Giuseppe Albani, protodiácono de Santa Maria in Via Lata. PÍO VIII, no tuvo otra alternativa que aceptar la Revolución de Julio en Francia.