PÍO XI impulsa la enseñanza católica, la ciencia y los medios de comunicación. El 12 de febrero de 1931 se inaugura una emisora de radio en el Vaticano (En 1935 PÍO XI inaugurará un Observatorio astronómico en Castelgandolfo y se crearán Universidades Católicas en Italia, en Holanda y en Polonia). PÍO XI en 1931, hace pública una resonante Encíclica, la «Quadragesimio anno» (llamada así porque aparece en el cuarenta aniversario de la Rerum Novarum de León Xil), en la que condena el materialismo marxista y el comunismo. Pone de manifiesto la absoluta incompatibilidad entre esas ideologías y la doctrina de la Iglesia, mostrando que tales «remedios» contra los abusos del capitalismo son más nocivos que los males que tratan de subsanar. PÍO XI, por otra parte, diagnostica que nuestra economía «está gravemente enferma».
HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA. De Pío X a nuestros días (1903 - ……… )
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PÍO XI publica una encíclica en la que critica la concepción fascista, la cual identifica con el nazismo, el comunismo y el jacobinismo.
En 1931, las diferencias entre Mussolini y el Vaticano son evidentes y PÍO XI publica una encíclica -Non abbiamo bisogno- en la que critica la concepción fascista, la cual identifica con el nazismo, el comunismo y el jacobinismo.
PÍO XI inaugura una emisora de radio en el Vaticano.
Radio Vaticano nace en un momento histórico muy convulsionado, cuando algunos regímenes limitan a la Iglesia su libertad de expresión. Una vez firmados los pactos lateranenses, entre la Iglesia y el Estado Italiano en 1929, Pío XI encarga a Guillermo Marconi, inventor de la Radio, la realización de una estación de radio dentro del nuevo Estado Vaticano, que le permita comunicarse con el mundo entero. Las primera palabras del Vicario de Cristo, con voz clarísima, son: «Oíd, Oh Cielos, lo que estoy por decir, escuchad tierra la palabra de mi boca… oíd y escuchad oh pueblos lejanos….». Son exactamente las 16 horas y 49 minutos del 12 de febrero de 1931. La Radio Vaticano acababa de nacer.
El cardenal Segura, primado de España, publica una pastoral en la que previene contra la República .
El día 7 de mayo de 1931 el cardenal Segura, primado de España, publica una pastoral en el Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Toledo en la que previene a los feligreses contra los peligros de la República y hace un llamamiento a católicos y monárquicos a la resistencia contra los que buscan destruir la religión. Dichas manifestaciones desatan una considerable respuesta anticlerical. Desde ese momento las relaciones Iglesia-Estado se enrarecen profundamente, disparándose los enfrentamientos entre ambas instancias, que tendrán su versión en las calles con la quema de conventos, edificios religiosos, y a veces con la propagación de rumores insidiosos y absurdos como el que se producirá a primeros de mayo de 1936 en Madrid acerca del reparto de caramelos envenenados a los niños por monjas y damas de catequesis.
El cardenal Segura se ve obligado a huir de España hacia Roma ante el cariz que toman los acontecimientos.
El cardenal Segura, en la fecha, se ve obligado a huir de España hacia Roma ante el cariz que toman los acontecimientos. Pero, en general, en España, la actitud de los eclesiásticos frente a la República, es prudente y los obispos publican pastorales acatando la R?epública.
A finales de mayo se decreta formalmente en España la libertad de creencias y de cultos.
A finales de mayo se decreta formalmente en España la libertad de creencias y de cultos, con lo que la Iglesia católica pierde su condición de oficial. El Vaticano responde negando el placet al nuevo embajador de España, el republicano moderado Luis de Zulueta.
El cardenal Pedro Segura regresa en secreto a España.
El 11 de junio, coincidiendo con la publicación de una durísima declaración colectiva de los obispos, el cardenal Segura regresa en secreto al España.
La República emprende un colosal intento de modernización social basado en el principio «escuela para todos».
Entre 1931 y 1936 (principalmente durante el primer bienio) el nuevo régimen en España emprende un colosal intento de modernización social basado en el principio ‘escuela para todos’. La educación y la cultura fueron asuntos de Estado para la República, sector dominado hasta entonces por la Iglesia católica. Sus decretos establecen un plan quinquenal para crear miles de plazas escolares y que, en su primer año, amplia en siete mil la plantilla de maestros estatales; aumentan el sueldo a los maestros; disponen la coeducación en la Enseñanza Secundaria; suprimen la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas, y crean las Misiones Pedagógicas para extender el ámbito educativo a sectores de la población hasta entonces marginados. Así, el 12 de junio de 1931 un Decreto regula la creación de 27.000 escuelas de primera enseñanza. Tan sólo un mes después ya se habían construido 3.500. Por supuesto, la accidentada vida de la República no permitió que ésta y otras reformas fueran llevadas a cabo en su totalidad. Su intento, sin embargo, ya ha pasado a la historia con letras de plata.
El Gobierno de España decreta el extrañamiento del país del primado Cardenal Pedro Segura.
Las autoridades españolas están al tanto de los movimientos del cardenal Segura y el ministro de la Gobernación le hace detener en Guadalajara donde ha convocado una reunión de párrocos y otros dignatarios eclesiásticos y decreta su extrañamiento. «Al adoptar el Gobierno la resolución que ha adoptado está seguro de haber prestado un servicio a la paz pública y otro no menor a los altos intereses espirituales de la Iglesia». El primado se instala en Francia.
El Estatuto de Estella, contempla un Concordato del futuro Estado vasco con la Santa Sede.
En estas elecciones para las Cortes constituyentes, el programa electoral común del PNV y la Comunión Tradicionalista, es el Estatuto de Estella, que contempla un Concordato del futuro Estado vasco con la Santa Sede. Su finalidad es convertir a Euskadi en un oasis católico en el que no tenga vigencia la legislación anticlerical de la República, o, en palabras de Indalecio PRIETO, «un Gibraltar del Vaticano». El PNV que se ha presentado solo, vence en las elecciones legislativas de 1931 (con seis diputados, en coalición con el carlismo). Una vez proclamada la República, la acata en seguida, si bien aboga por que fuese federal o confederal y reconociese «la personalidad política de la nacionalidad vasca».

