INQUISICIÓN PAPAL O PONTIFICIA (1231-1478)

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El concilio de Burdeos prohíbe escribir o dictar cartas en las que se mencione algún juicio de sangre.


El concilio de Burdeos prohíbe escribir o dictar cartas en las que se mencione algún juicio de sangre. De esta manera, la Iglesia hace toda clase de esfuerzos para no verse manchada en la sangre de sus condenados y por otra parte inducir a los príncipes temporales por el camino de la persecución; la corona del soberano descansa sobre el celo con que éste se dedica a la extirpación de la herejía y sobre el cuidado con que se muestra ajeno a toda misericordia en punto a aplicación de las leyes que tocan a la represión y persecución de los disidentes. Ya por aquellos años no falta quien satirice este procedimiento: Nuestro papa no mata, ni manda a nadie que mate, pero la ley da muerte a los que el papa permite matar; de donde resulta que se matan a sí mismos los que hacen algo que les pone en condiciones de ser muertos. ( Es el mismo proceso que actualmente sigue cualquier juicio con jurado y abogados. Ellos solamente determinan el grado de culpabilidad de un acusado. La ley, a través del juez, es la que fija el tipo de correctivo que debe aplicarse).

LUIS IX de Francia publica una orden real en la que se rebajan las penas de los inquisidores.


Considerando que los inquisidores son demasiado rigurosos, LUIS IX de Francia publica en 1259 una orden real en la que se rebajan las penas a los partidarios cátaros del vizconde Trencavel. Muchos de ellos pueden emigrar, especialmente a Italia.

En una sola sesión en Viterbo (1273) son quemados más de doscientos herejes.


En una sola sesión en Viterbo (1273) son quemados más de doscientos herejes.

Sto.TOMÁS de Aquino dice que “es más grave corromper la fe, la vida del alma, que alterar la moneda”.


Sto.TOMÁS de Aquino hace doctrina de la represión cuando señala que “es más grave corromper la fe, la vida del alma, que alterar la moneda”. Y ya se sabe que en estos tiempos recios el delito de falsificar moneda se pena con la hoguera.

Los dominicos decretan que en adelante habrá dos provinciales en la península: uno de Castilla y Portugal, y el otro, del resto de la península y las Baleares.


Desde el establecimiento de la Inquisición en los reinos de la Península hasta principios del siglo XIV, no hubo en la península más que un solo provincial de dominicos que tuviera el derecho de nombrar los frailes que debían llevar las funciones de inquisidores, pero habiéndose multiplicado los conventos de esta Orden, se decretó en 1301 que en adelante habría dos provincias, la primera de las cuales comprendería Castilla y Portugal, y la segunda, se compondría del reino de Valencia, Catalunya, Rosellón, Cerdanya y las Islas Baleares.

La Inquisición comienza a apoderarse de los bienes de los templarios conforme a las órdenes del papa.


El papa CLEMENTE V escribe a los reyes de Aragón, Castilla y Portugal y a los inquisidores de estos reinos, que manden prender a los templarios, que todavía no han sido perseguidos. La Inquisición comienza a apoderarse de sus bienes conforme a las órdenes del papa, y trabaja para reunir a todos los caballeros del Temple en los distintos conventos para examinar su fe y su conducta. Algunos son reconciliados y otros condenados a durísimas penas.

El papa CLEMENTE V hace muchas reformas en el Santo Oficio a favor de la clemencia.


En el peligroso tema del tormento se dan, desgraciadamente, algunos abusos. El papa CLEMENTE V, que hace muchas reformas en el Santo Oficio, insistiendo, por ejemplo, en que las prisiones sean más limpias y humanitarias, en lugar de los oscuros antros en que se suele encerrar a los presos, decreta en 1311 que ningún Inquisidor puede emplear el tormento sin obtener previamente la autorización para ello del Obispo de la diócesis. Ésta es una tremenda limitación a favor de la clemencia. Otra restricción es que ningún preso puede ser torturado más que una vez, ni más de media hora seguida. Algunos Inquisidores, excesivamente entusiastas, aplican una “continuación”, y no una repetición. Sin embargo en los documentos de procedimientos inquisitoriales hasta nosotros llegados, las referencias al tormento son notablemente escasas.

La confesión hecha bajo el tormento sólo es válida si se ratifica fuera de él.


La confesión hecha bajo el tormento sólo es válida si se ratifica fuera de él. Incluso la que se hace en presencia de los instrumentos no tiene valor legal, a menos de posterior ratificación, incluso en el caso de que el tormento no haya pasado del acto de desnudar al acusado. Es obvio, por tanto, que los mismos inquisidores se dan cuenta de la poca consistencia y de la injusticia del tormento, mas no son capaces de prescindir por completo de los métodos que están entonces en boga en cualquier proceso criminal.

En este día se reúne la segunda de las tres sesiones que celebrará el Concilio de Vienne.


En este día se reúne la segunda de las tres sesiones que celebrará el Concilio de Vienne. Entre las materias que se deben tratar está la liberación del Sepulcro de Cristo y la condena de la Orden del Temple. Millares de templarios viven escondidos en las montañas lionesas y nueve de ellos se ofrecen a presentarse en el Concilio para defender la causa común, sabiendo que exponen su vida. En el momento en que en la asamblea se lee la requisitoria contra la orden, comparecen los caballeros poniéndose bajo la protección del Concilio, pero son arrestados y cargados de cadenas con la anuencia del Papa, lo que irrita al Concilio. Por otra parte, el Concilio de Vienne establece que los inquisidores no puedan agravar las condiciones de la detención preventiva y someter a tortura al imputado o pronunciar la sentencia sin el voto favorable del ordinario diocesano o de un representante suyo.