FERNANDO el Católico dedicado de lleno a la resolución del conflicto que ha suscitado la sucesión en Castilla, es protagonista importante en lo ámbitos diplomático y bélico en la guerra que están librando Castilla y Portugal. En el ámbito diplomático consigue la adhesión de varias ciudades y de las grandes familias. En el ámbito bélico, derrota de forma decisiva en Peleagonzalo, cerca de Toro, en la fecha, a ALFONSO V de Portugal, marido de Juana la Beltraneja, sobrina de ISabel, y parte de la nobleza castellana. La derrota aparta definitivamente del trono a Juana y la importancia de la batalla es tal que el propio FERNANDO le escribe a su esposa: Esta noche, nuestro Señor os ha dado Castilla. En conmemoración de este éxito militar, los Reyes Católicos deciden construir en Toledo el monasterio de San Juan de los Reyes.
JUANA la Beltraneja
Total de piezas: 29
Mientras Alfonso V de Portugal intenta una alianza con Luis XI de Francia, los Reyes Católicos se afianzan.
Mientras ALFONSO V de Portugal intenta una alianza con LUIS XI de Francia, los Reyes Católicos se afianzan, gracias en gran parte a la actuación de la Santa Hermandad que ellos han creado y que contribuye poderosamente a pacificar el reino. Tiene lugar, en la fecha, la Batalla de Albuera (Badajoz) entre las tropas de FERNANDO el Católico y ALFONSO V de Portugal. El rey portugués, que presta apoyo a la BELTRANEJA, es derrotado, y los partidarios de ésta se ven obligados a deponer las armas.
Fallece el poeta JORGE MANRIQUE (1440 – 1479) Poeta español, señor de Belmontejo e hijo del gran maestre de Santiago.
Fallece el poeta JORGE MANRIQUE (1440 – 1479) Poeta español, señor de Belmontejo e hijo del gran maestre de Santiago don Rodrigo Manrique. Siguió la carrera de las armas. Partidario de Isabel la Católica, murió cuando al frente de una compañía intentaba asaltar el castillo de Garci-Muñoz, defendido por los del bando de la Beltraneja. Su «Cancionero» integrado por un grupo de 50 poesías, no le hubiera valido crédito de gran poeta de no contener las «Coplas a la muerte de su padre», gran elegía compuesta con motivo de la muerte de don Rodrigo, ocurrida el 11/11/1476. Lo más decisivo de este gran poema es su valoración humanista de las tres vidas del hombre: la terrena, la sobrenatural y la de la fama.
Se firma el Tratado de Alcaçobas entre los reyes Católicos y Juana la Beltraneja y Alfonso V de Portugal.
Tras la batalla de Albuera, en la fecha, se firma el Tratado de Alcaçobas entre los REYES CATÓLICOS y sus rivales (la princesa JUANA la Beltraneja, heredera de Castilla, y ALFONSO V de Portugal). Por este tratado se pone fin a las hostilidades y a la guerra de sucesión para el trono de Castilla, pacificándose este reino. Portugal evacua los territorios ocupados y reconoce a ISABEL y a FERNANDO como reyes de Castilla. ALFONSO renuncia a su aventura castellana y puesto que su matrimonio con JUANA la Beltraneja no ha sido consumado, anula dicho matrimonio. Al tiempo se acuerda el matrimonio de la infanta castellana ISABEL con el príncipe JUAN, heredero del trono lusitano. Como contrapartida, Castilla se compromete a no interferir la expansión portuguesa a lo largo de las costas de África, aceptando las conquistas portuguesas en África y las islas de Madeira, Cabo Verde y las Azores.
JUANA la Beltraneja, decide ingresar en el convento de clarisas de Coimbra ante la insistencia de su tía ISABEL.
JUANA la Beltraneja, hija de ENRIQUE IV el Impotente, a la que se pretende casar con el príncipe JUAN, heredero de los REYES CATÓLICOS, decide ingresar a los dieciocho años de edad en el convento de clarisas de Coimbra ante la insistencia de su tía ISABEL, usurpadora de su trono, que impone taxativamente esta condición para pactar la paz con Portugal. En esta orden permanecerá, hasta su muerte que acaecerá en 1530 a los 68 años de edad, bajo constante vigilancia ordenada por ISABEL la Católica. En su testamento figurará bajo su firma: «Yo, la Reina».
Es solicitada la mano de Juana la Beltraneja por Francisco Febo, heredero de Navarra. La muerte de Febo lo impidió.
Los votos irrevocables pronunciados por JUANA la BELTRANEJA en el Monasterio de Sta Clara en Coimbra, no impiden que su mano fuese en 1482 solicitada por Francisco Febo, hijo de Gastón de Foix y de Magdalena de Francia, hermana de LUIS XI. Febo era el heredero de Navarra. Esta proposición, hecha por las instigaciones del monarca francés, servía a LUIS XI para suscitar dificultades a los reyes de Castilla que amenazaban al Rosellón. La muerte de Francisco Febo impidió que las cosas siguieran adelante.
De hecho, Fernando II el Católico, ya viudo, piensa en casarse con Juana la Beltraneja.
Se dice (pero no está probado) que viudo de Isabel I en 1504, el Rey Católico propuso a JUANA la Beltraneja que se casara con él. Así esperaba FERNANDO resucitar los títulos de esta princesa a la sucesión de Enrique IV y quitar el reino de Castilla a Felipe de Austria, que gobernaba a nombre de Juana I la Loca. La Beltraneja no quiso aceptar como esposo al que en otro tiempo la había declarado hija adulterina de Juana de Portugal y Beltrán de la Cueva.
Los reyes de Portugal otorgaron a Juana la Beltraneja morada en el castillo de san Jorge (Lisboa).
JUANA la Beltraneja, la religiosa de Coimbra, como complacían en llamarla los castellanos desde que tomó el velo; la excelente señora, como decían los portugueses, salía con frecuencia del convento. Finalmente los reyes de Portugal le otorgaron morada en el castillo de san Jorge (Lisboa), y vivía con gran aparato, protegida por los reyes de Portugal, los cuales insinuaron más de una vez que podían dar nueva vida a los derechos de la infortunada princesa. Ésta, hasta el fin de sus días, firmó con las palabras «Yo la reina». Poco antes de morirse, en el año 1530, testó sus derechos a la corona de Castilla a favor del rey JUAN III de Portugal. Sus restos mortales se hallan actualmente desaparecidos, (como consecuencia del terremoto de Lisboa) por lo que resulta imposible la realización de una muestra de su ADN para demostrar su ascendencia.
Fallece JUANA la Beltraneja.
Fallece JUANA la Beltraneja. Fue la única hija y heredera de Enrique IV y de su segunda esposa la reina Juana de Portugal, hija de Eduardo I de Portugal. Una parte de la nobleza castellana no la aceptó como hija biológica del rey su padre, a quien acusó de haber obligado a la reina —su mujer— a tener un hijo con su favorito, Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque, a pesar de que ambos habían jurado solemnemente que no había sido así. Beltrán no se encontraba en lugar necesario para ello en las fechas concretas. Había sospechas sobre la impotencia de Enrique IV ya que previamente había estado casado con la infanta Blanca de Navarra y el matrimonio se declaró nulo porque nunca llegó a consumarse. Además, Enrique IV no tuvo más hijos ni con su mujer ni con ninguna de sus amantes.